La ventana de mi habitación está abierta,
por donde la brisa otoñal entra,
congelando los dedos de mis pies.
Me recorre un escalofrío,
cada vez que imagino tus brazos protegiéndome del frio,
tu aliento, detrás mio.
El humeante café calienta mis manos,
y los calcetines mis pies.
Como me gustaría que tu me abrazaras,
que me hicieras café por las mañanas,
que tus manos se entrelazaran con las mías,
y mis pies desnudos se enredaran entre tus pies helados.
Ahora solo puedo pensar,
que desde que te fuiste,
necesito calcetines en mis pies.
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Nos volveremos a ver. { II }
PoésieSegundo poemario. "Pretendo describirte en un papel y no consigo nada, sólo palabras inconclusas, Una nada que rellena de tinta se convierte en todo" La poesía me da vida y me la quita de la misma manera, Me gusta escribirla sin planificarla. Sana y...
