Capitulo 1: Te lo advertí

114 9 2
                                    

Esta vez no me pude resistir.
 Alice me lo advirtió, me dijo: ''Cuando sientas que alguien te mire no voltees atrás, por nada del mundo''. Pero aún así yo no la escuché, lo intenté, pero ya no lo resistía más, gire mi cabeza para ver qué me seguía, sin embargo al hacerlo no vi nada. Aliviado me di vuelta para seguir mi camino y ahí estaba enfrente mío, no sabría describirlo con claridad, pero era bastante alto y fornido, su piel estaba seca y muy blanca, como si estuviera muerto. Grité espantado al ver a ''eso'' frente a mi. Él me observó, yo, sin poder correr ni moverme, vi sus ojos. Tenia una mirada penetrante, como si viera todo mi interior. Mi cuerpo temblaba de miedo, no sabía qué era lo que eso podía hacer, sentí un frío intenso recorrer mi cuerpo, tan fuerte como jamás había sentido otro igual.
 Era un extraña sensación.
"No te haré nada" me dijo con una voz rasposa y aterradora, yo, ignorando el miedo, corrí hasta mi casa y al llegar comencé a llamar a Alice: "¡Alice!, ¡Alice!, ¿dónde estás?"
Comencé a buscarla habitación por habitación, al llegar a la sala de estar del segundo piso encontré un trozo de papel en el suelo, lo recogí y tenía un mensaje, que decía: "Te dije que no vieras atrás".
Seguí buscando a Alice con mayor desesperación y en la habitación para huéspedes... Éstaba ella totalmente despellejada. Oí una risa escalofriante detrás de mí, me aterré nuevamente, y sentí como "eso" estaba atrás mio. Está vez me miró y dijo "vas a morir". Yo, asustado, respondí: "Aún hay algo que puedo hacer para salvarme" y él dijo: "¿ah, sí? y ¿qué es?" yo contesté: "Despertar". Antes de que pudiera hacerlo él saco un cuchillo sucio pero afilado de su chaqueta, y me lo clavó en mi abdomen tan rápido que no me dio tiempo de hacer nada.
Después de eso desperté gritando,estaba atemorizado, sudando frío, pero a salvo en mi habitación. Cuando me tranquilicé pensé "guau...se sintió tan real". Mientras me tocaba el abdomen recordando mi sueño, sentí una pequeña molestia, creí que sólo era por la cama que me había hecho unas arrugas. Me levanté temblando hacía el baño, para lavarme el rostro con agua. Mientras me lavaba sentí como si alguien estuviera detrás de mí,observándome, levanté la vista lentamente hacia el espejo, para mi alivio no había nada.
De repente, escuché un fuerte grito y después un tormentoso chillido que provenían de una parte de la casa, nosé exactamente de qué parte pero se había escuchado muy cerca. Cuando estaba por salir para averiguar que había causado esos gritos recordé que vivía sólo, guardé silencio y me acurruqué en una esquina. "Tengo que llamar a alguien" pensé, pero mi celular estaba en mi cuarto a sólo unos metros de aquí.
Me llené de valentía y corrí lo mas rápido que pude hacía mi habitación, cuando llegue cerré la puerta con llave y tomé mi celular, no se porqué lo hice pero llamé a Alice en vez de a la policía. Mientras la estaba llamando me decía a mi mismo: "Rápido, por favor, por favor, atiende...vamos...hazlo", y de repente se escuchó el sonido de un celular proveniente del armario, lentamente me acerqué al armario, estiré mi brazo para abrirlo, pero cuando lo abrí calló un cadáver en frente mío, pero no cualquier cadáver, sino el de ella, el de Alice. Estaba toda golpeada y con profundos cortes, cuando la vi no lo pude creer. Ella era como mi hermana, la conocía desde siempre, me arrodillé junto a ella y me  rompí en un fuerte llanto al verla así, mientras lo hacía gritaba "i¿Por qué?! i¿Por qué a ella?!" ..."i¿Por qué no a mi?!" . Después de unos minutos me levanté secándome las lágrimas, estaba dispuesto a buscar al enfermo que le había hecho esto, "Juro que me vengaré" me dije.
Después sentí otra vez esa sensación, sentí que alguien me observaba, levanté la vista y ahí estaba esa cosa, la misma que apareció en mis sueños. Sabía exactamente que el era el responsable de todo esto, "ite mataré!" Le grité mientras lo golpeaba con todas mis fuerzas, él ni siquiera se inmutó. "¿Te gusta lo que le hice a tu amiga?" Me preguntó mientras me mostraba su horrible sonrisa llena de afilados y sucios dientes, "¿Qué me harás? ¿Me matarás? No puedes, aún no miré hacia atrás"  Le dije en un tono un poco burlón, "Ya lo has hecho y yo también hice lo que tenía que hacer" me respondió y apuntó a mi abdomen.
Baje la mirada para ver que tenía, era mi herida, la que él me había hecho en mi sueño, me sujeté fuertemente con ambas manos mi herida y caí al suelo. Lo último que recuerdo es haber visto a esa cosa alejarse por el pasillo.
Estoy escribiendo esta carta con mis últimas fuerzas para advertir a cualquiera que siente que algo lo esta observando no mire hacia atrás porque esa cosa despertará y te matará, no importa lo bueno o malo que puedas llegar a ser, a él no le importa si eres chico o chica, grande o pequeño, él no te juzgara. Sólo no mires atrás, mucho menos cuando despiertes a la mitad de la noche porque a él no le gusta que lo miren.

No mires hacía atrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora