Laura se había ido corriendo, al ver la escena en la que estábamos. Parecía estar muy ofendida, ¿qué dije algo malo? No sé, a veces cuando estoy enojado digo tantas cosas de las que no me doy cuenta, pero no estaba enojado con Laura, mi enojo realmente iba para Maia, por ser una mentirosa y por querer hacerse la inocente, eso sí que era algo jodido, algo que odio muchísimo.
—Ross, creo que tendrías que disculparte con Maia —dijo mi mamá, tomándome del hombr, yo bufe —Vamos, hazlo. Te esperamos
Pude ver que todos los que estaban presentes me estaban mirando, tenía los ojos asesinos y metiches de cada uno de ellos.
—¿Ustedes quieren eso de verdad? —pregunté. Mi pregunta era con doble sentido, pero eso sólo yo lo sabía, sonreí con maldad.
—Claro que sí, queremos que te disculpes —dijo mi madre
—Sería lo apropiado, un caballero lo haría —dijo Jill, la madre de Maia
—Me lo debes, estás arruinando mi fiesta con tú comportamiento —dijo Maia, pero su mamá le dio un pellizcón que alcancé a ver —Vamos, hazlo.
—Siento mucho... —dije, y todas suspiraron, relajándose. Es que no me conocían, no sabían lo que venía —Siento mucho que tú —señale a Maia, que abrió la boca sorprendida por el giro que estaba dando la situación —Seas una mentirosa. Porque todos nos dimos cuenta de que pusiste el pie para que Laura cayera al suelo, todos lo vimos —señalé, ella se puso roja, creo que de rabia —Y no podría disculparme con una chica como tú.
Después de decir mis palabras verdaderas, me fui corriendo de ahí, antes de que mi mamá me retara, porque no soportaría otra pelea con ella. Pero sonreí, porque las dejé con las palabras en la boca, y eso no era algo que pase a menudo, realmente... ¡Maia era una estúpida que me caía muy mal!
—...—
—Yo realmente siento mucho la actitud de Ross —se disculpaba Stormie, tremendamente apenada
—No hay problema —respondió Jill —Es un adolescente, debe estar bajo mucha presión.
—Sí, tiene razón —Stormie sonrió nerviosamente —Debería ir a hablar con él
—Déjalo, las cosas pasan. Mientras tanto —Jill miró a su hija, que estaba cabizbaja —Maia, baila con otro mientras Stormie y yo conversamos, vamos hija, la fiesta sigue
—Pero mamá, yo no quiero bailar con...
—Lo sé —interrumpió Jill —Sé que quieres bailar con todos ellos, pero debes ir uno por uno —Jill intentaba verse relajada, pero era algo difícil.
Stormie se disculpó con Jill diciéndole que tenía que ir al baño, justo en la puerta del baño se encuentra con Ross, y aprovecha de golpear su frente.
—¡¿Se puede saber que fue eso?! —gritó Stormie
—Sinceridad —respondió Ross, mostrándose serio —Siempre me has dicho que sea sincero, ¿no estás orgullosa?
—¡Claro que no lo estoy! —volvió a responder histéricamente Stormie —No podría estar feliz, ¿sabes todo lo que hay en juego? Ross, es muy pero muy importante que en el futuro tú te cases con Maia, porque sabes que así...
Stormie se tuvo que callar involuntariamente, porque Ross de nuevo se fue corriendo. Mm... vaya, Ross era muy rápido, como para poder correr en un maratón. Quizás por los años de práctica que tenía.
—...—
Estoy tirada en mi cama, ya me he cambiado, no llevo más el vestido sucio. Ahora estoy con un pantalón de jean y una camisa de color rosado que tiene estrellas blancas por doquier, ese es mi estilo, sencillo pero bonito. Estoy en mi cama, sin más que hacer que mirar el techo. Mis pensamientos son terribles, ese rubio que me cae mal ha dicho que lo humillo, que no es bueno que nos vean juntos. Pero... ¿por qué si me cae mal sigo pensando en sus palabras? Es claro que me afectaron, pero no deberían doler tanto, él y yo no somos nada, simplemente somos dos conocidos, ni siquiera llegamos a ser amigos. Aunque... debo admitir que bailar con él ha sido algo muy lindo. Seco unas lágrimas que cayeron sin mi permiso, es increíble que a veces el alma llore sin que uno lo permita, ¿qué está pasando conmigo? Me siento en mi cama, y comienzo a ver mi rostro en el espejo, está rojo. Me siento mal, siento que no tengo ganas de seguir en éste lugar.
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Un amor de ensueño.
FanficLaura es una adolescente que desde muy pequeña perdió a sus padres, por lo que se crió con su tía. Tristemente, nunca recibió amor, ella fue tratada como una sirvienta durante todo su crecimiento. Un día, la vida de Laura dará un giro radical...