Declaración

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Quiero continuar con mi momento de tranquilidad, aunque no sea pintando, es momento de regresar a mi departamento y tener una tarde de películas. Hace tiempo que no tengo una tarde de esas. A mis padres siempre les ha encantado ver películas, de pequeña fingía ser una crítica de ellas con mis padres, y me creía una experta. Aunque mis padres me heredaron el gusto por el séptimo arte, desde que me conocí a Liz, he tenido poco tiempo de verdaderamente disfrutar de una película, porque Liz prefiere salir. Hoy quiero una película que me haga llorar a más no poder, y conozco la película perfecta para eso. Busco el disco de La vida es bella y la pongo en el reproductor de DVD. El microondas me avisa que mis palomitas ya están listas, las pongo en un plato y me recuesto en mi pequeño sofá. Apenas van pasando 20 minutos de la película y ya tengo que ir a mi cuarto por unos pañuelos para limpiarme las lágrimas. Al volverme a sentar alguien toca la puerta. El peor momento para visitas. Abro la puerta y me encuentro con Thomas, estaba tecleando algo en su celular. Se sorprendió y bloqueó el celular. Como si me importara con quien hablara.

-Hola Mer. Disculpa por venir sin avisar, es que... Mer, ¿Te sientes bien? – Me preguntó realmente confundido, y caí en la cuenta de que debo de tener los ojos rojos e hinchados de tanto llorar.

-Hola, estoy bien –me limpio las lágrimas con el pañuelo –es solo que estoy viendo una película algo triste. Pasa

Thomas me miró con escepticismo pero al entrar vio que estaba una película en la pantalla, y que no le mentía- La vida es bella ¿eh? Es una película muy bonita. ¿Es la primera vez que la ves o...?

-No, hace tiempo que no la veía, y al parecer lloro como si fuera la primera vez.

-No eres la única. Pero no he venido a platicar de eso.

-Eso me queda claro- enarco una ceja, no se me ocurre razón alguna para que Thomas venga y se ponga de un carácter serio.

-Sí- da un largo suspiro- Meredith me agradas, y mucho- antes de que yo pueda replicar, levanta un poco la voz- yo entiendo perfectamente que tú no buscas una relación, eso lo tengo claro. El otro día estuve a punto de besarte, me detuve porque me habías contado lo de tu ex novio y no quería verme muy abusivo después de haberte abierto conmigo, y me arrepiento de no haberlo hecho. Puede que no entiendas mi punto, así que lo diré. El día que te conocí bien, te dije la verdad sobre que Lizzie me pidió tener una cita contigo, si se puede decir así. Las otras veces que estuvimos juntos, no fue por iniciativa mía, sino de tu amiga. Ella me pidió el favor de seguir así por unos días hasta que yo te viera mejor.

-Thomas yo...-me acaba de dejar sin habla, esto no me lo esperaba, si pensé que Lizzie se encargaría de hacer algo pero nunca imaginé esto- no sé qué decir.

-Solo dime que me perdonas, y que podemos empezar de cero, no importa que no sea en una relación sentimental, si no como amigos, es sólo que quiero conocerte más. Me di cuenta que si quiero tener una amistad contigo, necesitamos... necesito ser honesto.

-Thomas, buscas mi perdón pero no hay nada que perdonar, tú solo hacías un favor. Si quieres ser mi amigo, yo no te lo voy a impedir, nada más debes de tener bien claras tus propias palabras. No quiero un novio, no necesito un novio. Así que espero no tener que soportar momentos incómodos.- sin nada más que agregar al tema, le pregunté- así que... ¿Gustas terminar de ver la película conmigo? Puedo poner más palomitas, y al parecer ocuparé un hombro para llorar y no acabarme mis pañuelos.

Me dedicó una dulce sonrisa y aceptó. Ya todo listo nos sentamos en el sofá a continuar la película que yo quería ver tranquila. En cuanto terminó, Thomas se disculpó y se retiró. Yo seguía algo confundida por la declaración de él. Si antes me había quedado sin palabras, ahora no tenía idea alguna de cómo actuar frente a eso. Mis pensamientos son interrumpidos por una llamada de Theo.

-¿Bueno?

-Hey Meredith.

-Hola

-¿Estás bien? No te escuchas bien.

-Sí estoy bien, es solo que vi una peli muy triste.

-Ah ¿sí? ¿Cuál?

-La vida es bella, me encanta.

-Sí, buenos días princesa... o tardes ya. ¿Vendrás hoy a entrenar? Ya son las 4

-¡Ay Theo! La verdad lo olvidé por completo, creo que hoy no podré. ¿Te veo mañana?

-No te preocupes. Mañana nos vemos.

Le colgué y marqué el número de Lizzie.

-¿Bueno?

-Liz, necesitamos hablar. Urgente.

Dicho esto le colgué antes de que pudiera preguntarme. No estoy enojada, pero si quiero dejar varias cosas en claro.

Destrozando SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora