Jess
- ¡Apaga eso! - Emma gruñe mientras se lleva una almohada a los oídos - mi primera clase es a las ocho.
- Emma - la sacudo - ¡son las ocho!
En cuanto me escucha, patea las sábanas y se levanta apresurada.
- Nos vemos para almorzar, ¡suerte! - Sale corriendo por el pasillo y me echo a reír.
Me levanto también y me meto en el baño, me miro en el espejo y el rojo de mis mejillas ya se ha desvanecido. Quince minutos después, estoy bañada y lista para vestirme a tiempo récord. Una falda lisa color naranja, blusa de seda color blanco y sobre ella una chaqueta naranja a juego. Tomo todo lo que necesito, salgo del departamento y entro al ascensor.
Me encuentro con Jake.
- A la Jessie que conocía se la comió una adulta.- Bromea
-¡Jake! Es mi primer día. Debo estar elegante.- Respondo nerviosa.
- Cuando veas cómo visten los demás, te vas a arrepentir. - Frunce los labios y luego sonríe –adiós, Jessie, te veo después.- me planta un beso en la mejilla en cuánto se abren las puertas del ascensor y desaparece por el camino que lleva al parqueadero.
Saludo a Patrick y salgo corriendo, gracias a Dios estoy tan solo a dos calles.
Mis tacones me impiden correr rápido pero aun así, llego justo a tiempo. Cuando estoy a punto de entrar al aula, escucho una voz a mis espaldas.
- ¿Acaso viniste corriendo? - Volteo y veo al chico con el que me tropecé el día que vine a recorrer la universidad.
- ¿Se nota mucho? - Fuerzo una sonrisa y él me mira enarcando una ceja.
- No - miente - soy Bruno, Bruno D'Amico ¿recuerdas?
- Sí, hola.
No dice nada más y abre la puerta haciendo un ademán para que pase primero. Cuando entro, algunos estudiantes se me quedan mirando y yo me limito a mirar el diseño de las baldosas. Me siento en la primera fila y Bruno a mi lado. Mi primera clase es fisiología.
- ¿Por qué estás en esta clase? - Le pregunto al recordar que cuando lo vi por primera vez, él ya usaba una bata blanca, debe ser mayor que yo.
- Voy un nivel adelante pero esta materia no la pude tomar el nivel pasado así que...aquí estoy.
Pocos minutos después, una señora mayor, delgada y de cabello rizado, entra saludando a la clase. Su voz es parecida a la de Marge en Los Simpson y me dan ganas de echarme a reír.
La clase termina y me urge buscar un lugar donde pueda comer algo, no he desayunado. Mi siguiente clase es dentro de dos horas, por lo que se me ocurre caminar por el enorme campus hasta encontrar comida.
De repente, por el rabillo del ojo visualizo a Dallas y me freno en seco. Mi mandíbula roza el suelo cuando lo veo adentrarse en el edificio de la facultad de música.
La curiosidad me juega una mala pasada una vez más y empiezo a caminar detrás de él discretamente. Me detengo y tomo siento en una banca cuando me doy cuenta de que se dirige al final del pasillo. Lo veo entrar en la última aula y me vuelvo a poner d pie para acercarme un poco más.
Leo un letrero que señala ¨Sala de pianos¨ en la que Dallas acaba de entrar y abro los ojos sorprendida. Puedo imaginar a Dallas haciendo cualquier cosa menos tocando un instrumento.
Me acerco despacio hacia la puerta y asomo la cabeza. Hay tres pianos negros de cola y todos los estudiantes están de pie alrededor de uno de ellos. Intento ver entre los estudiantes aglomerados y logro identificar a Dallas, creo que está a punto de tocar.
En serio, no me lo creo.
De pronto sus ojos verdes se cruzan con los míos y me entran ganas de que me trague la tierra.
Me guiña un ojo y me escondo detrás del muro. Segundos después, me asomo de nuevo y puedo observar a Dallas tocando. No sé de qué están hechas las paredes pero casi no se puede escuchar nada. Todos lo miran con mucha atención y los envidio por poder estar ahí dentro, con él.
Empiezo a caminar de regreso y arrugo la nariz de la vergüenza. Se va a burlar de mí por el resto de mi vida. Justo al salir de su facultad, veo una pequeña cafetería. Me acerco a las vitrinas y me llama la atención una dona gigante cubierta de chocolate blanco, la pido con café y busco una mesa.
- Una dona y un café.- Una chica sonriente me sirve unos minutos después en la mesa que escojo y le doy las gracias.
Tomo la taza de café entre mis manos e intento organizar las ideas en mi cabeza. En ese mismo instante mi mente estaba siendo acosada por muchas preguntas e inquietudes.
Todas sobre Dallas.
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Inesperadamente Enamorados
Teen FictionNos equivocamos al decir que nos odiábamos, porque nos amábamos y no lo sabíamos... Dos personas completamente diferentes, Dos caminos distintos que seguir, Dos vidas complicadas que vivir. Destinados a enamorarse, juntos experimentarán cosas que n...