Tomó su mano con delicadeza, con miedo de hacerle el más mínimo daño; se veía tan delicada y tranquila, hermosa, como siempre lo había sido, estaba casi tan hermosa como el día en que la había conocido. Sin dudas el mejor día de su vida.
-Pequeña...- suspiró, le pesaba el corazón, y las lágrimas no ayudaban a aliviar su dolor- sé que estás enojada conmigo, lo entiendo, y tienes todo el derecho del mundo en estarlo... Fuí una estúpida, lo sé y lo siento ¿sí? Me arrepiento de todas las cosas malas que pude haberte dicho, de todo. Pero nunca me arrepentiré de quererte... a veces siento que te quiero tanto que duele, es como si mi corazón no estubiera acostumbrado a latir, porque cuando te veo siento que saldrá de mi pecho. Quizá nunca te lo dije, pero estoy enamorada de tí, y no sé que hacer ¿Qué harías en mi lugar? ¿Qué harías si estuvieras enamorada de dos personas, y no puedes encontrar defectos en ninguna? Porque te juró que prové olvidarlas, no sabes cuánto lo intenté, lo necesitaba. Pero mi corazón estaba ciego de tanto amor que sentía. Y si no puedo elegir, no puedo olvidarlas ¿Qué se supone que haga? Siento que la vida intenta enseñarme la respuesta, pero no puedo encontrarla. Sólo puedo decirte que te quedes, por favor- sollozó- si algún día de verdad me quisiste, aunque fuera un poco- sorbió los mocos- Quédate, por favor, no me dejes... Si lo haces no voy a perdonartelo nunca- se secó las lágrimas- no puedo vivir sin tí, lo sabes, asi que por favor cariño... Quédate conmigo y guíame a la luz. Necesito que me des la respuesta.
Apretó su mano una vez más y la soltó, su turno de verla había terminado, ahora era el turno de la madre, quién le había cedido el primero.
Lentamente caminó a la salida, cuando estaba cruzando la puerta, no pudo contenerse. Corrió de vuelta a la camilla y besó a su pequeña, un beso delicado; luego, con el corazón colgando de un hilo, salió de la habitación.
...
Así fue por días, después de la escuela iba directo al hospital, lo más rápido que podía, sólo para ver a su adorada pequeña.
-¿Recuerdas la primera vez que nos vimos?, antes de encontrarnos en la escuela- sonrió Lauren- estábamos en el parque, jugando con unas muñecas, las odiaba, pero todos jugaban con ellas. Recuerdo que la mía se había caído al barro, y me enojé porque todos podían seguir jugando excepto yo -rió con nostalgia- entonces te ví. Y como yo no podía jugar, decidí que tú tampoco lo harías, así que me paré, tomé a tu muñeca y la arrojé al barro, junto a la mía. Y la verdad no me arrepiento, eran terribles- rió- Recuerdo que nos odiabamos, ¿Quién diría que terminaríamos así?- tomó su mano fuertemente- En la escuela no te reconocí hasta que me contaste algo de tu infancia. No tienes idea cuánto me reía por dentro al darme cuenta que eras tú, estabas indignada diciendo "una niñita mimada había tirado mi muñeca favorita al barro" -la imitó- y cuando te pude convencer que era yo, recuerdo que dijiste: "Pero no hay rencor" con una cara muy graciosa, no lo esperabas ¿eh? El punto es que nos volvimos a encontrar por una razón. Nos dieron otra oportunidad. Sí, ambas cambiamos mucho, tanto física como psicológicamente. Pero creo que seguimos siendo hechas para la otra, de alguna manera, en poco tiempo nos volvimos demasiado cercanas. Y creo que eso nos pasó la cuenta, porque te quiero demasiado-.
Besó su frente y abandonó la habitación.
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Una historia que contar [Camren]
FanficUNA HISTORIA QUE CONTAR Ella tenía miedo al rechazo, a dar término a su amistad, pero se atrevió.. La otra, no se lo esperaba, fue una totalmente inesperada sorpresa , aunque ella también tenía que contar su secreto.. Camila y Lauren, mejores amigas...