Un mal despertar

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Una gélida brisa me hacía estremecerme mientras que los rayos del Sol me despertaron en lo que pareció una especie de comisaría, sin recordar nada, ni siquiera mi nombre, me percaté de que estaba dentro de una celda.
¿Acaso soy un delincuente?¿Qué es lo que hago en este lugar?¿Quién soy y que ha pasado aqui? Fueron las preguntas que se me pasaron en mi dolorida cabeza en ese momento.
Los barrotes estaban oxidados, como si hubiesen pasado siglos desde que se implantaron aqui, casi podía doblarlos para salir, pero antes mire por la pequeña ventana que estaba detrás mia, ¡lo que vi me dejo en shock! Parecía que había estallado una tercera Guerra Mundial y yo la hubiese pasado durmiendo. La ciudad estaba en ruinas como si hubiese sido bombardeada repetidas veces. Seguí sin recordar nada.
Finalmente salí de ahí y, por si acaso, busqué unas armas por si la guerra aun no hubiese acabado. Lo cual fue en vano, pues no había ni una mísera pistola, ni un cuchillo (lo cual es raro teniendo en cuenta que estábamos en una comisaría).
También busqué algo de ropa más "apropiada" para salir a un posible campo de batalla, pues unos vaqueros rotos y una camiseta sucia no cubren muy bien y no te dan mucha movilidad. Por suerte para mi, esta vez encontré lo que parecía un chaleco anti-balas y, aunque me quedara un poco pequeño, me lo puse ignorando que me apretaba un poco el pecho.
Salí de la comisaría y busqué alguna persona, lo cual me preocupaba bastante por que a medida que pasaban las horas, mis esperanzas menguaban pues no encontraba a nadie.
Intenté abrir varios coches a la fuerza y buscar alguno que ya estuviese abierto, pero tampoco dio resultado. Por lo que finalmente fui a un supermercado que estaba a un par de manzanas de donde me encontraba ha coger comida y bebida, pues tenía un hambre y una sed de no haber comido en años.
Entré y estaba todo desordenado y tirado por el suelo, parecía que había pasado por ahí un tornado, finalmente me lleve en un carrito solitario que estaba a la entrada unos cereales, muchísimas barritas energéticas y botellas de agua de un litro.
Cuando salí del supermercado vi a la lejanía a alguien, asi que cogí un par de barritas energéticas y deje el carrito solo un momento. Corrí hasta ese individuo con la desdicha de cuando estaba cerca de el, y este me miro, me transmitió un pánico al ver que no tenia ojos, ni nariz, ni orejas, solo una boca deforme con los dientes afilados.
Este "ser" corrió a una velocidad increíble y se abalanzó sobre mi, mordiendo me así mi brazo izquierdo. Yo, asustado, le empecé a golpear la cabeza hasta que finalmente le cogí de esta y le partí el cuello, me lo quité de encima y corrí hasta el supermercado para ir a la sección de cocina (la cual había ignorado anteriormente) y a la de ropa, para hacerme con varios cuchillos de diferentes formas y tamaños, y un cinturón de herramientas la cual la utilicé para llevar los cuchillos, además de cogerme ropa de camuflaje.
Con todo esto salí y cogí el carrito y me fui a una casa cercana, rezando por no encontrarme a ninguno de esos seres ahí dentro.
Deje el carrito en la puerta de lo que era un dúplex con pinta de ser caro, y con cuchillo en mano me dispuse a entrar. Me asuste muchísimo al ver que la puerta no estaba cerrada y se podía abrir desde fuera, asi que entré temblando, y fui inspeccionando todas las habitaciones una a una, hasta que solo me quedo el desván, la parte que mas me asustaba. Antes de entrar busque una linterna por alguna parte de la casa pero solo encontré velas, por lo que fui a la cocina a por cerillas o algún mechero, y casi salto al ver que los dueños de esta casa tendrían que tener una obsesión por los mecheros pues había suficientes como para prender medio Estados Unidos. Cogí bastantes y encendí la vela que antes había encontrado y subí al desván, donde no había nada, lo cual me dio una felicidad extrema al saber que la casa estaba totalmente deshabitada.
Aquella noche no conseguía dormirme por el miedo que aun tenía, pero el cansancio me hizo quedarme dormido.
A la mañana siguiente todo seguía tranquilo, y yo vivo, por lo cual había empezado bien el día.
Bajé a la cocina y no me di cuenta que ayer me deje la comida fuera de la casa, así que cogí un cuchillo y salí a la puerta y para mi desgracia no estaba alli, alguien o algo de lo había llevado asi que entré corriendo en casa y busqué algo en la cocina, donde encontré algo de verduras congeladas. Saqué estas al fregadero para que se descongeladas y al meterme las manos en los bolsillos me encuentro con dos barritas energéticas que me quede el día anterior, por lo cual pude desayunar.
El día no pintaba mal del todo pero nunca podía fiarme, pues si alguien o algo se llevo el carrito, sabe que esto aquí.
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Muchas gracias por verlo, cada 3 estrellas subiré un capítulo nuevo.
Espero que a la gente le gusté y lo apoye y pueda seguir 😊.
Un saludo:
                     
         iHvitt

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⏰ Última actualización: Aug 15, 2015 ⏰

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Crónicas del silencio: Ciudad fantasmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora