Little Johnson [Nathan Maloley]

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Otro día más y me despierta la maldita alarma, no tengo ganas de levantarme, pero sé que lo tengo que hacer.

Vi el despertador y eran las 6:00, Gonzalo pasaría a recogerme a las 7:15 para ir al aeropuerto. Sí, hoy me vuelvo a Estados Unidos , esta vez mi destino es L.A California. Ya he estado allí, fui de viaje hace poco con Juanpa, Mario, Sebas y los demás.

Dejé mis pensamientos de lado para levantarme de la cama e irme a bañar, el agua estaba demasiado caliente para mi gusto, pero da igual.

Cuando terminé de ducharme me cambié e hice una trenza desordenada en mi cabello, finalizando esta acción bajé a desayunar.

Anabela:— Buenos días querida.
Comentó la dueña de la casa en la que me había estado alojando todos estos años, ella era como mi segunda madre.

Valkyria:— Buenos días, Ana.
Respondí con cierta calidez, me ponía demasiado triste irme, dejar a tantas personas atrás, a esta familia que ya era propia.

Anabel:— Preparada para el viaje?

Valkyria:— En parte, es que me emociona volver a Estados Unidos, pero también me quiero quedar aquí con ustedes, con mis amigos.
Murmuré con aire de desilusión ante la atenta mirada comprensiva de aquella mujer que tenía unos cuarenta y ocho años.

Seguimos hablando un rato más sobre temas variados. Hasta que sonó el timbre, sabía que era Gonzalo por lo que le dije a Anabel que abriera mientras yo iba a buscar mis maletas, no llevaba demasiado, lo justo y necesario, el resto lo compraría allí.

Cuando bajé estaba la familia completa esperándome en la sala, Carlos, quién era el esposo de Anabel, con sus hijos, Agustín de 5, Valentina de 13 y Joaquín de 16, esos niños se habían convertido en mi familia.

También estaban Gonzalo y Fabrizio, unos de mis mejores amigos, ellos son de Uruguay pero están viviendo en Argentina.

Cuando terminé de bajar las escaleras saludé a Carlos, Ana, Agus, Val y Joa, se les escaparon algunas lagrimas y me regalaron una foto de todos juntos y un ramo de flores. Por fin me despedí de ellos y nos fuimos al aeropuerto, los chicos irían conmigo, ya que yo odiaba despedirme de mucha gente y llorar delante de otros me causaba repugnancia.

En el viaje hacia el aeropuerto íbamos cantando, grabando vines, subiendo fotos a instagram o simplemente bromeando. Cuando llegamos al aeropuerto Fabri bajó mi valija mientras Gonza me llevaba a caballito, en verdad era bastante floja.

Valkyria:— Ok, ya puedes bajar a la princesa.
Le espeté a mi mejor amigo con aire de superioridad, intentando aguantar las carcajadas.

Gonzalo:— Como usted diga, princesa.
Respondió él siguiéndome el juego mientras me bajaba de sus hombros.

Mientras esperábamos la llamada para abordar el vuelo fuimos a Starbucks, tengo una especie de adicción con este lugar.

Pasamos el rato allí recordando anécdotas que habíamos vivido, hasta que se escuchó por los altavoces la voz de una mujer.

*Pasajeros del vuelo 162 con destino a L.A abordar por puerta 14*

Los chicos me acompañaron hasta la puerta de abordaje, entre algunas lágrimas y abrazos demasiado fuertes y contenedores nos terminamos de despedir. En cuestión de minutos me encontraba caminando hacia el avión.