Theo POV
-¿Qué te dijo Mer?- me preguntó Daniel.
-No vendrá.
-¡Ahí está! Ya nada te ata al entrenamiento, ándale Theo, acompáñame. No nos dejes abajo, Daniel no se la pensó.- Me insistió Mati
-Va, pero en la noche te toca invitar la cerveza, debe de haber algún bar abierto hoy.
-Te lo prometo- me lo dice con la mano derecha levantada
-Pero tú le dirás a Marco que no iremos, no quiero que me insista a mí.
Mati me mira con cara de ofendido, pero enseguida saca su teléfono, yo me aparto porque no quiero escuchar la mentira que le vaya a decir. Hoy tenía muchas ganas de ver a Meredith, pero la estaré viendo diario, un día que no la vea no hay problema. Primero fuimos a la casa de Mati para que se cambie y agarre más ropa, al parecer sus planes de quedarse en mi casa por unos días era enserio. Ya íbamos de regreso cuando reconozco a alguien que se encuentra en la esquina.
Meredtih POV
Estos últimos días los he tenido muy agitados, necesito aclarar mis ideas antes de hablar con Liz. Me envió un mensaje diciéndome que en una hora y media llegaba a mi departamento porque al parecer estaba con una "cita", por lo que decidí salir a correr un rato. No tenía idea de hacia dónde correr, así que lo hice sin rumbo fijo, pero fijándome por cuáles calles pasaba para no perderme. Después de 40 minutos me detengo para tomar aire, y trato de ubicarme. Cuando estoy a punto de correr de regreso escucho un grito familiar.
-¡Meredith!
Volteo a mi derecha y observo a Theo con Mati y Daniel. Lo cual se me hace raro, se supone que hay entrenamiento.
-Hola –contesto toda agitada – ¿No se supone que deberían estar entrenando?
-Se supone, así como tú también deberías de estar entrenando- me responde Mati, yo solo le respondo con una sonrisa.
-Vamos a hacerle un favor a Mati- continúa Theo.
-¿Ah sí?- No quiero preguntar porque no son mis asuntos.
-¡Nuestro Mati por fin tendrá novia!- Exclama Daniel para soltarse a carcajadas
-¡Cállate idiota!- le reprocha Mati
Yo sigo confundida, pero suelto una risa que me contagió Daniel. Estaba a punto de despedirme cuando Theo me invita a ir con ellos. Al parecer hay una chica que le gusta a Mati y que por fin se le va a declarar.
-Me encantaría ver como Mati pierde su orgullo- Theo y Daniel se empiezan a reír- pero quedé con Liz, disculpen. Será para la otra- y volteo con Daniel, lo que hace que Theo se ría más y esta vez lo haga Mati.
Daniel solo se limita a contestar –Ya veremos...
No tengo idea de lo que habla, pero me despido, y me voy a esperar a Liz.
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Después de haberme dado un buen baño, me siento en el sillón para esperar a Liz. Toca la puerta, yo creo que se le olvidaron las llaves.
-¿Desde cuándo tocas?
-Desde que creo que me pondrás la regañada de mi vida.- eso me confundió, pero caí en la cuenta...
-Thomas ya te dijo, ¿No?
-Sí, Meredith lo siento es que...
-¡No! No quiero escuchar tus disculpas ni saber tus razones, no me importa la verdad. Solo te pido de favor que no te vuelvas a meter
-¡Pero es que últimamente ya no me cuentas nada!
-¿Y te has puesto a pensar porque?- solo quedó pensativa, y al no responderme continué- Porque tomas decisiones que no te corresponden, cuando alguien te cuenta las cosas, sí, te pide consejos pero hasta ahí. Cosa que tú no haces, agradezco que quieras arreglar mi vida, ¡Pero eso solo yo lo puedo hacer!- de repente sentí un enorme nudo en la garganta y mis ojos escociendo- Liz... yo... no estoy enojada, y te quiero mucho... pe... pero...- no pude terminar la frase porque Liz ya me estaba abrazando, y eso hizo que yo empezara a llorar. Creo que es la primera vez que lloro después de lo de Jose Luis, porque la película para mí no cuenta.
-Perdón, ¡Perdón Mer! Te juro que ya no volveré a hacerlo. Solo... por favor vuelve a confiar en mí. Ya me enfadé de estar encerrada en mi casa.
Me dirijo a mi cuarto por un pañuelo
-Me has estado diciendo que estás en citas.- la miré confundida.
-Lo sé. Son mentiras, no quería que te enteraras y solo estaba evitándote.- encoge los hombros al decir eso.
-¡Eres una idiota!- y me empecé a reír- y yo ya pensando que cada noche te acostabas con uno.
-¡Me ofendes Meredith!- pone su mano en su pecho y da una cara de ofendida.
-Tienes razón, ya quisieras tú.- y suelto una carcajada
-Mejor cállate y cámbiate, que en una hora entras a trabajar.
-¡Cierto! - le grité mientras escogía mi ropa, la verdad se me había olvidado que hoy me toca trabajar, pero he tenido mi vida patas pa' arriba, así que ni tenía pensado que ponerme. Escogí unos jeans negros ajustados, una blusa azul de manga tres cuartos con escote atrás, y unas zapatillas negras con gris. Lo que me gusta del bar en donde trabajo es que la dueña es mujer, Evelyn, y no nos obliga a utilizar uniforme.- ¿Iras hoy?
-¿Bromeas? No me perdería mi primer día de trabajo.- Al parecer traía ropa para cambiarse, unos jeans parecidos a los míos, zapatillas beige y una blusa tinta.
-Estás de broma
-No, hablé con tu jefa y me dijo que todavía estaba la vacante disponible. No bromeo cuando digo que ya estaba enfadada en mi casa.
-Estás bien mensa. Vayámonos ya.
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Destrozando Sueños
Teen Fiction-¡Como quieras!-No pude evitar gritarle mientras las lagrimas corrían por mi mejilla. -Meredith, lo siento, no quiero que esto termine mal- Fue lo último que escuché antes de salir corriendo de ahí. No todas las historias empiezan con un "Había una...