Tras mucho buscar, encontré un vestido que me convenció en cuanto lo vi.
Un vestido verde, sin escotes, se amarraba del cuello. Como hacía calor, me venía perfecto. También llevaba un pequeño cinturón del mismo color. Zapatos color beige y pulseras.Jorge salió de bañarse y entré yo. Veinte minutos mas tarde salí. Él se había elegido un pantalón de vestir oscuro, zapatos negros, una camisa salmón claro, el cabello bien arreglado y la colonia que yo tanto amaba.
Me vestí rápido, y me senté en el tocador para ponerme los aretes y maquillarme.Silvia: Amor, recuerda que la otra semana tenemos que ir a recoger el vestido y tu traje.- colocándome el arete.-
Jorge: Sí amor, y ni te imaginas las ganas que tengo de verte con ese vestido puesto.-
Silvia: No señor, tienes que esperar al día de la boda. No me vayas a ver cuando me lo pruebe.-
Jorge: Está bien, es más que obvio que no me dejarás verte con él.- desanimado.-
Silvia: No, ni por si acaso. Pero no eres el único que pierde, ¿tú crees que no me será difícil verte? Amo cuando usas trajes y te pones esas colonias que me vuelven loca.- coquetamente.-
Él se sonrojó.Cuando terminamos de arreglarnos, todavía faltaban cuarenta minutos. Par gastar ese tiempo, hicimos una de las cosas que me encantaban; ir al cuarto de angelito.
Me encantaba estar allí, siempre olía a bebé, la decoración me fascinaba. En definitiva, amaba esa recámara.Silvia: Y pensar que en dos semanas cumplo dos meses de embarazo.- Jorge me abrazaba por detrás mientras nuestras manos se unían en mi vientre. Mi cabeza apoyada entre su cuello y hombro. Él su barbilla en el mío.-
Jorge: Sí mi amor, y en tres nos casamos.- emocionado.-
Silvia: Ay, ni me digas porque voy a sentir que tres semanas son eternas.-
Jorge rió.
Silvia: ¿Qué hora es?.-
Jorge: Las ocho y cuarenta, mejor ya vámonos.-
Silvia: Sí vamos.- tomó mi mano y nos fuimos.-Llegamos al restaurante. Jorge dejó las llaves del coche al valet parking y entramos. Flor y Santiago ya estaba allí.
Silvia: Hola amiga.- la saludé con beso en la mejilla.- Hola Santi.- igual.-
Jorge: Flor, hola.- se saludaron.- Que gusto verte de nuevo Santiago.- se dieron la mano.-
Flor: Bueno, ahora sí, ¿qué ordenamos?.-
Silvia: Yo quiero burritos, ¿ustedes?.-
Flor: Yo nachos con queso.-
Santiago: Yo pechuga de pollo ahumada.-
Jorge: Bueno pues, yo pediré tacos.-Ordenamos y comenzamos a hablar.
Flor: ¿Y cuándo dejarán que la prensa se entere del embarazo?.-
Silvia: Cuando cumpla tres o cuatro meses, ya sabes que de mi vida privada no me gusta hablar mucho.-
Santiago: Pero para eso te faltan dos meses, ¿cierto?.-
Jorge: Sí, el veintiocho de este mes es el segundo mes.-
Flor: Aww, ¿recuerdas cuando esperábamos a Tati mi amor?.- ellos se besaron.-Nos trajeron la cena.
Seguimos platicando hasta acabarnos todo.
Silvia: Bueno, nosotros nos despedimos, gracias por la cena. Estuvo deliciosa.-
Flor: Nosotros igual, aún tenemos que llegar para darle el beso de buenas noches a Tati. Gracias a ustedes por venir, espero y se repita pronto.-
Jorge: Adiós Flor. Adiós Santi.- se saludaron.-
Silvia: Amiga, espero verlos pronto. Adiós, los quiero.- saludé a ambos y nos fuimos.-Llegamos a la casa, nos duchamos, y dormimos.
A la mañana siguiente, ensayamos dos escenas y después las grabamos. En el descanso, me encontraba en mi camerino, cuando tocaron la puerta.
Silvia: Está abierto.- mientras acomodaba mis cosas.-
Paulina: Sil, necesito hablar contigo.- entró exaltada y lagrimeando.-
Silvia: Corazón, tranquilizate. Ven sientate.- tomé los pañuelos y me arrodillé frente a ella para secarle las lágrimas.- Ahora sí, ¿qué tienes mi amor?.-
Paulina: Es que... es que, mi novio...- se le cortaba la voz.-
Silvia: ¿Qué pasó con él?.- estaba presintiendo lo que venía.-
Paulina: Me... me engañó.- soltó.- Y lo peor es que fue con Violeta, a quien creía mi amiga.- explotó en llanto desconsoladamente, mientras me abrazaba.-
Silvia: Ese imbécil, me va a oír, Julián me va a oír.- no pude salir porque ella me detuvo.-
Paulina: No Sil, por favor, lo único que necesito ahora es tu consuelo.-
Silvia: Ay mi amor... Ven chiquita ven. Ya pasó bonita.- me senté a su lado y se recostó en mi pecho sin dejar de llorar.-De pronto, la puerta se abrió de punta a punta; seis creaturitas entraron sonrientes, pero esa sonrisa se borró al segundo siguiente, al ver a Pau llorar. Todos se acercaron.
Polo: ¿Qué tiene Pau Silvia?.-
Silvia: Luego ella te cuenta, ahorita lo que necesita es que la llenemos de apapachos y besos tronados.- los niños y yo comenzamos a apapacharla.-Más tarde, la puerta volvió a sonar.
Silvia: Pasa.- grité del sillón, todos seguían ahí.-
Jorge: Guapa quieres ir a... ¿Qué pasó, Pau por qué lloras? ¿Qué tienes mi amor?.- se sentó del otro lado y la abrazó.-
Silvia: Ella te contará luego, ahora, como les dije a los niños, ella necesita que estemos aquí.-Después de un rato, Paulina ya se encontraba mejor. El descanso aún no terminaba, y sin que lo sepan, salí en el coche.
"Ya lo dije, Julián me va a oír. Qué imbécil. Yo sé lo que es que tu pareja te engañe, lo viví; sé del sufrimiento enorme que se siente. Pero yo no voy a permitir que eso le pase a NINGUNO de mis niños, ninguno." pensaba mientras me dirigía al departamento de Julián.-Narradora.
Silvia llegó al departamento; estacionó el coche y subió. Tocó el timbre de la puerta del joven. Ella sabía que él vivía solo, entonces sería más fácil hacer lo que tenía en mente.
Julián abrió la puerta, y Silvia, sin dudarlo, lo cacheteó.***
Silvia: ¿Cómo te atreves a engañarla?, poco hombre. Y que te quede claro, Paulina, no está sola. Y si te vuelvo a cruzar, no te la acabas, imbécil.- me di la vuelta, y me fui.-
Cuando volví, todos me miraron aliviados.
Jorge: Silvia, amor, que bueno que estés bien.-
Silvia: ¿Y por qué no iba a estarlo?.-
Paulina: Qué susto nos pegaste, ¿a dónde fuiste?.-
Silvia: Ah, Eh... solo salí a arreglar unos asuntos.-Aquí el 57, disfrutenlo. Gracias por leerme; comenten y voten. Las amo, besos!.
Bendiciones :* Sean felices¿Tienes alguna duda, pregunta o sugerencia? Mandame un mensajito a esta cuenta y te contestaré.
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♡~Un amor inesperado~♡
RomansaDesde el día que Jorge y yo encontramos a Gerardo junto a Elizabeth en esa cama, todo cambió, sentí como mi mundo se derrumbaba al igual que el de Jorge, poco a poco me fui sanando el corazón, obviamente corté con Gerardo y Jorge se divorció de Eli...