7; c a l u m

1.4K 173 117
                                    

    Moví mis libros, desdoblé las toallas, rebusqué entre medio de todos los papeles, pero no había rastro del post it rosa fluorescente que dejaban cada día luego de mis entrenamientos. Me sentí decepcionado y desanimado. Esas notitas ponían una sonrisa en mi cara sin importar el mal día que pudiera tener, y ahora que no tenía una no sabía muy bien cómo reaccionar. Volví a acomodar todo en mi casillero, saqué una toalla y me encaminé a las duchas con mi mochila colgando en el hombro.

    Tal vez mi admiradora no había venido, o había tenido que irse rápido, o simplemente lo olvidó. Me di una ducha rápida mientras tarareaba Stockholm Syndrome de Blink-182 sin poder dejar de pensar en las chicas que podrían ser "M". Cuando salí de ésta me llevé una sorpresa al ver un pequeño trozo de papel verde fluorescente pegado a mi toalla. Prácticamente corrí para poder leerlo. Una sonrisa se instaló en mi rostro luego de leerla. ¿Cómo era posible que existiera una chica tan tierna? Miré a mí alrededor y al parecer estaba sólo en las duchas. ¿Ella la habrá puesto aquí ahora? ¿O siempre estuvo pegada a mi toalla?

    Luego de vestirme, salí de las duchas para dirigirme a mi casa. De repente, pensé en Michael y unas ganas de verlo me invadieron. Lo extrañaba. Por lo que en vez de dirigirme a mi casa, me dirigí a casa de Michael. Era extraño. Últimamente estaba pensando demasiado en Michael, y no de la manera en la que me gustaría pensar.

— ¿Qué te trae por aquí, Calum? — dijo Karen al verme.

— Uh, sólo vine a ver a Michael un rato. — dije encogiéndome de hombros.

— Oh, él está arriba con Luke. — habló y fruncí un poco el ceño. No entendía por qué últimamente pasaba tanto tiempo con Luke.

    Entre a la casa y subí las escaleras. La puerta estaba entre abierta y pude ver a Luke sentado en la silla giratoria.

— Por favor Michael, ¿Enserio crees que dejará de hablarte sólo porque...?

— Luke, no quiero seguir hablando de esto. Ya te dije que sí. No sé lo que Calum llegaría a pensar si se enterara.

    Al escuchar mi nombre abrí la puerta. Ambos me miraron con los ojos abiertos.

— ¿Si llegase a enterarme de qué, Michael? — dije alzando una ceja.

    Pude ver como el rostro de Michael palidecía aún más de lo pálido que es normalmente. Algo andaba mal con él y me dolía que no confiara en mí como para contármelo. Además, ¿por qué Luke sabía y yo no?

— Nada, es algo estúpido, sólo olvidalo. — dijo Luke y lo miré mal.

— Nadie aquí está hablando contigo. — dije enojado.

Me molesta que Michael me esconda cosas. Se supone que somos mejores amigos. Yo siempre le cuento todo lo que me pasa y espero que el haga lo mismo.

— Uh, ¿Qué te pasa? — dijo Luke poniéndose de pie enojado. — ¿Por qué estás tratándome así?

— ¿Por qué estás en casa de Michael otra vez? — dije sin responderle. — ¡Cada vez que vengo estás aquí y eso me irrita!

— ¿Por qué te irrita? — dijo Luke.

— No me gusta que pasen tanto tiempo juntos ustedes dos.

— ¿Y por qué? ¿Acaso te gusta Michael? — dijo Luke con un tono divertido.

    Abrí los ojos un poco y miré a Michael, quien estaba sentado en su cama y se mordía las uñas. Me miró a los ojos y aparté la mirada sintiendo un inexplicable calor en mis mejillas.

uncovered gay; malumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora