COMPASIÓN
El Florecimiento Supremo del Amor
Osho
Prólogo
Sabemos qué es la pasión, de modo que no es muy difícil en-tender lo que debe de ser la compasión. Pasión significa un estado de fiebre biológica -tienes calor y estás casi poseído por energías biológicas, inconscientes-, y ya no eres tu propio maestro, sino solo un esclavo.
Compasión significa que has trascendido la biología, que has trascendido la fisiología. Ya no eres un esclavo y te has converti-do en maestro. Ahora actúas conscientemente. Las fuerzas in-conscientes ya no te dirigen, no tiran de ti ni te empujan; eres ca-paz de decidir qué quieres hacer con tu energía. Eres totalmente libre. Entonces, la misma energía que se convierte en pasión se transforma en compasión.
La pasión es placer y la compasión es amor. La pasión es deseo y la compasión es ausencia de deseo. La pasión es avaricia y la compasión es compartir. La pasión quiere utilizar al otro como si fuese un medio y la compasión respeta al otro como un fin en sí mismo. La pasión te mantiene atado al suelo, al barro, y nunca te conviertes en una flor de loto. La compasión te vuelve una flor de loto. Empiezas a ascender sobre el lodazal de los deseos, la avaricia y el enfado. La compasión es una transformación de tus energías.
Normalmente estás dispersado, fragmentado. Parte de la energía está siendo absorbida por tu enfado, otra parte está sien-do absorbida por tu avaricia, otra parte está siendo absorbida por el placer y así sucesivamente. Y hay tantos deseos rondándote que te quedas sin energía y te quedas descargado, vacío.
Recuerda que William Blake -hay mucha sabiduría en esto- dice: «La energía es gozo». Pero ya no te queda energía, toda tu energía se ha ido por el desagüe. En el momento que de-jas de perder toda esa energía, esta empieza a rellenar tu lago in-terno, tu ser interno, y te llenas. Surge en ti un profundo gozo. Cuando empiezas a rebosar energía te conviertes en un buda y descubres una fuente inagotable.
Y solo cuando seas un buda podrás experimentar qué es la compasión. Es un amor fresco -pero atención, no frío-, un amor fresco. Es un compartir tu alegría con toda la existencia. Te conviertes en una bendición para ti mismo y para toda la exis-tencia. Eso es la compasión. La pasión es una maldición, la com-pasión es una bendición.
1. Compasión, Energía y Deseo
buda vivió cuarenta años después de iluminarse. Cuando se le acabaron todos los deseos y desapareció el ego, vivió otros cuarenta años. Muchas veces le preguntaron: «¿Por qué sigues en el cuerpo?». Cuando la tarea ha acabado deberías desaparecer. Y es lógico, ¿para qué iba a quedarse Buda en el cuerpo durante más tiempo? Cuando ya no hay deseos, ¿cómo es posible conti-nuar en el cuerpo?
Hay algo muy profundo que comprender. Cuando el deseo de-saparece, permanece la energía que estaba moviéndose en el deseo; esta no puede desaparecer. El deseo solo es una forma de energía, por eso un deseo se puede convertir en otro deseo. El en-fado se puede convertir en sexo, y el sexo puede convertirse en enfado. El sexo puede convertirse en avaricia, por eso, siempre que te encuentres a una persona muy avariciosa será menos se-xual. Si la persona es totalmente avariciosa, entonces no será sexual en absoluto sino célibe, porque toda su energía se ha transformado en avaricia. Y si te encuentras una persona muy se-xual, te darás cuenta de que no es avariciosa porque ya no le que-da nada para la avaricia. Una persona que reprime su sexualidad estará enfadada; el enfado siempre estará a punto de saltar a la su-perficie. Podrás ver en sus ojos y en su cara que siempre está en-fadado: toda la energía sexual se convierte en rabia.
Por eso vuestros llamados monjes y sadhus siempre están en-fadados. Reflejan su enfado en la forma de caminar y en la forma de mirar. Su silencio solo está a flor de piel, en cuanto les tocas se enfadan. El sexo se convierte en rabia. Estas son las formas; y la vida es la energía.