El cuerpo de Anker poco a poco iba ardiendo literalmente, Harry estaba con otra chica, no con cualquier chica, y al no confesarle su amor, se desvanecería y en un árbol se convertiría, si Harry no hacia algo de inmediato.
— Anker—grito marcela
— No te acerques—advirtió Anker con un tono desgarrador que puto tocar a hasta la misma marcela
— Pero esa no eres tú, Harry te quiere—insistió la rubia
— Papa me lo dijo y yo nunca lo escuche, los humanos son malos
— ¡No todos los humanos son malos!—grito la rubia indignada—Harry es la prueba de eso, el te quiere
— Si Harry me quisiera viera en los ojos de Calíope que no soy yo—sollozo, sus lagrimas caían por toda su cara, ahora no tenia por mas nada que vivir, su ropa se fue desvaneciendo y fue remplazada por el diminuto vestido que Harry la vio por primera vez
— No te vayas Anker—suplico marcela
— Lo siento, fue linda la estadía con Harry, la disfrute, aunque solo fuera yo quien lo quisiera—Y al finalizar sus palabras una ráfaga de viento, con un olor frutal la rodeo llevándosela.
Marcela quedo pasmada ante tal espectáculo, mientras que veía como Harry se adentraba en su cuarto junto con la impostora. Corrió hacia la puerta y la empujo causando un estruendo y que esta se abriera, después de todo era una puerta vieja y de madera algo podrida. Miro a todos lados y había ropa regada. Poso sus ojos en la puerta del cuarto donde en la perilla había una tanga colgada. La escena que tendría que ver seria asquerosa, pero valía la pena.
Abrió la puerta y ahí estaba Harry, comiéndose a besos a la que se hacía pasar por Anker, mientras hacía cosas ahí abajo con sus dedos.
— Marcela—gruño Harry apenado y enfadado
— Harry, cállate y escúchame, esa no es Anker—grito
— Claro que si lo soy—chillo aquella chica y luego sonrió
— Sal de aquí marcela—bufo Harry
— Estúpido, esa no es Anker, mira en sus ojos Harry, mira bien y al darte cuenta de que no es ella, búscame—dijo por ultimo mientras que la frustración y la impotencia la consumían.
Marcela abandono la habitación dejando a Harry a que meditara. Después de todo con esa declaración lo había estremecido. Se tendría que dar cuenta de que no era Anker...
— Harry mírame soy yo—le acaricio la chica el rostro
— Lo sé... pero tengo algo en duda
— ¿Qué?—escupió con fastidio
— ¿eres real?—cuestiono Harry sabiendo perfectamente como le contestaría Anker.
— Obvio que soy real, mi papa es Zeus ¿ dudas de mi?—contesto ella
— ¿eres real?—lanzo el nuevamente
— Ay por favor Harry styles, claro que soy real
— ¿ eres real?—insistió el
— Me aburrí, si me crees bien... no perderé mi tiempo
— No eres Anker—grito Harry indignado, tarde, pero se dio cuenta
— ¿de qué hablas? Mírame soy yo
— No... tu tu eres su hermana
Lentamente, el rostro de Anker fue desapareciendo para transformase en aquella chica castaña de piel tostada llamada Calíope.
— Tarde mortal, esta tan enamorada de ti que su vida ha llegado a su fin—rio esta
— ¿cómo puedes? Es tu hermana
— Seamos sinceros Harry, ella para mí no es importante, y no porque sea una de las deidades más jóvenes yo tendré excepciones con ellas
— Y ahora entiendo porque la prefieren, no puedes querer a un ser cuando envidioso es
— No es envidia, es que yo soy mejor que Anker, te puedo dar más cosas que ella, podemos irnos de aquí, podemos estar juntos
— Pero no es lo que yo quiero... lo siento—Harry suspiro, tomo su camisa y dio media vuelta. Era hora de recuperar lo que había perdido.
Unos berrinches se escucharon, y luego el chasquido de unos dedos, tal cosa llamo la atención de Harry para encontrarse con aquella rubia despampanante que volvería loco a todos los hombres, todos menos a Harry. Pues su ser ya estaba loco por otra persona, o mejor dicho, loco por una ninfa.
— Hasta que el mortal entendió la indirecta de los ojos y las ráfagas de fuego—murmuro afrodita
— ¿ las ráfagas?—pregunto Harry
— Esas ráfagas de fuego son el don que yo le di a Anker, su llama se encendería cuando viera la pasión, cuando encontrara a alguien que la deseara con la misma locura que ella lo puede hacer
— Deseo a Anker, no la deseo como algo carnal, en todo lo que pase con ella aprendí a apreciar las cosas y simplemente ya no esta
— Y no está por tu torpeza y tu falta de observación—regaño la mujer
— Lo sé... pero quiero tenerla de vuelta, quiero que este de nuevo conmigo ¿puedes hacer algo?
— Lo siento Harry, yo no soy la indicada para eso, no soy quien tiene ese poder sobre ella, solo tengo su custodia y de velar por ella
— ¡Entonces puedes hacer algo!—grito este desesperado
— ¿ qué tanto estas dispuesto a tenerla de nuevo contigo?—cuestionó ella
— Demasiado, daría mi simple vida de mortal por tenerla de nuevo, por ver su sonrisa inocente y la manera en la que apreciaba hasta el mas mínimo detalle
— Entonces ve afuera, alguien te espera, agradece que tienes buenos amigos, no cualquiera entra a ese bosque y mucho menos si se trata de buscar a una ninfa
— Gracias, creo que no sé cómo pagarte, tienes todo a tu alcance
— De eso hablamos luego, Harry, te advierto algo, demuéstrale a ella lo que sientes, tal cual y como me lo has dicho a mi
— Lo hare
Terminado de ponerse la camisa salió, y en toda la acera recostada en su auto estaba marcela quien lo miraba y tenía una sonrisa socarrona.
— Tarde pero o descubriste, creo que ese cabello largo no te deja pensar
— Andando que un bosque y una ninfa escurridiza nos espera—al término de sus palabras extendió su mano con dos tiquetes de avión.
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Mystici [H.S]
Fiksi PenggemarSe prohíbe cualquier copia modificacion o adaptacion, de ser esto así, se proceder con todo el peso de la ley