Del odio al amor.

Capítulo 11; no me arrepiento de haberlo hecho

Este capítulo va dedicado a mi fiel lectora michelledfior te lo dedico con mucho amor, disfrútalo cielo💜
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Él estaba ahí sentado afuera de la puerta de mi casa, con un ramo de flores, un osito de peluche gigante y una caja de bombones.

Se paró al verme llegar y, se acerco a mi.

—Te quería pedir perdón por lo que ha pasado hoy— dijo extendiéndome las cosas.

—Tonto Bieber— recibí las cosas y puse una mano en su mejilla— no tienes por que pedirme perdón, al contrario, te tengo que pedir yo perdón a ti por echarte de esa manera que no te merecías.

—¿Me creerías si te digo que estoy empezando a sentir cosas muy fuertes por ti?— dijo con unos brillos en los ojos.

—Te creo Justin, y ya que lo dices, yo también lo hago por ti.

Me sonrió de esa manera tan suya y, de un segundo a otro sentí sus húmedos labios pegados a los míos. Puedo decir que saltaban chispas. Pidió permiso para introducir su lengua y yo lo permití. Estaban haciendo una guerra por dentro. Nuestros besos pedían más y más. Hasta qué él se separo de mi y me dejo con más ganas.

—Nuestro primer beso.

Dentro de mi salían fuegos artificiales celebrando lo que acaba de pasar, pero intente disimular.

Entramos en mi casa y olí las flores mientras él me miraba con dulzura, lo mire y me lance a sus brazos y le di un corto beso.

Deje las flores en un jarrón con agua.

Él me seguía mirando aún con esa mirada dulce y, yo no pude resistir más y me abalance contra él nuevamente, pero esta vez me cogió y yo enrede mis piernas en su cintura y rodeaba mis brazos en su cuello regalándole tímidas sonrisas.

Subimos a mi habitación aún juntos. Lo veía tan feliz y a mi eso me ponía el doble de feliz que él. Su sonrisa es única.

Me acomodo en mi cama y se puso encima de mi. Me beso tan delicadamente y con tanta pasión. Nuestras bocas se unían como un rompecabezas. Y cuando nos teníamos cerca saltaban chispas. Puse una mano en su corazón, necesitaba sentirlo, sentir como latía al besarme. Su corazón iba a mil, parecía que se iba a salir de su sitio.

Se separó de mi y me regaló una muy tierna sonrisa.

—¿Lo sientes? Así iba también cuando te vi por primera vez y me di cuenta de que de verdad te quería.

—¿Sí? Mira toca el mío— tome su mano y la puse en mi corazón— Esto también es por ti Justin, y lo provocaste desde que me tiraste a la piscina— dije burlandome.

—Y no me arrepiento de haberlo hecho. ¿Sabes por que?— Me sonrió, pero no me dejo responder— Porque si no te hubiese tirado, tu no hubieses dejado tu vestido en mi casa, y yo no tendría una excusa para poder venir a verte y sí no hubiese pasado eso, no estaríamos así ahora mismo. Lo tengo todo controlado señorita Johnson— me guiñó un ojo.

—Idiota— lo bese.

De un momento a otro me di la vuelta para quedarme yo encima de él.

—Quédate a dormir hoy conmigo—le hice un puchero.

—¿Cómo decir que no con esa carita?

Chanel cálmate, controlate.

—Pero me tendrás que acompañar a buscar la mochila y ropa para mañana señorita Johnson— dijo dándome pequeños besos.

—Claro que lo acompaño señor Bieber— dije coqueta.

Después de seguir dándonos cariño, decidimos ir a buscar su ropa, antes de que se haga más tarde.

Me abrió caballerosamente la puerta del copiloto y antes dejar que entrara me dio otro beso.

—Mucha gracias señor Bieber— dije sentandome.

Justin sonrió y se sentó en el asiento y encendió el coche, antes de que conduciera cogió mi rostro entre sus manos.

—Gracias— me beso antes de que yo le hablará.

–¿Gracias? ¿Por qué?

—Por haber aparecido.

No podía expresar lo bien que me hacia sentir. De verdad me siento como una completa idiota por haberlo juzgado sin conocerlo.

Nunca lo dejare ir.

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