La había besado.

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Caminaba tranquilamente por los pasillos del castillo de la brigada, su mente bacía y sin ninguna preocupación, vagaba por las calles de sus pensamientos llegando a la conclusion de que era un día muy aburrido. Ahora que tenia de vuelta el control de si misma y de su vida. Tal vez no fuera una diosa de la amabilidad como Krista o una glotona de la comida como Sasha ni tampoco una reina del sarcasmo como Ymir. Tal vez para toda la gente ella seguía siendo la misma Mikasa Ackerman. Pero hace unos días se había planteado después de la ultima discusión con Eren que ya se había cansado del mal trato que le daba tal vez ella también tuviera culpa por sobre protegerlo pero no era como para que la tratara tan mal con gritos e insultos. Se había cansado de llorar por el. Decidió tomar otro rumbo uno que le permitiera de gozar de ella misma y de su vida como debió ser siempre aferrarse a ella misma.

Por el momento estaba mas tranquila ahora mismo iba directo a la oficina del comandante Erwin a entregar el papeleo que la señorita y segunda al mando Hanji Zoe le habia pedido de favor entregarle ya que su ayudante Moblit estaba ocupado con otros asuntos. Decidió que una forma de hacerse mas cercana a la señorita que se la pasaba en su laboratorio experimentando y quien sabe que mas. Claro que como era su día libre traía su vestimenta de civil. Un conjunto de una camisa blanca de algodón sin botones que le llegaba a los codos y un pantalón kaki y sus fieles botines. Claro que esta vez ya no llevaba la inseparable tela escarlata atada al cuello. Esta vez su blanquecina piel estaba a la vista de cualquiera.

Llego al que seria la oficina de Erwin toco suavemente la madera para anunciar su llegada pidiendo el debido permiso un "pase" se escucho atra vez de esta a la vez que ella respondía con un "con permiso".
La puerta se fue abriendo haciendo que rechinara gracias a las clavijas oxidadas y asomo su cabeza dejando su cabello color carbón a la vista del comandante quien espero que la azabache entrara.

-Buenas tardes comandante Erwin, vengo de parte de la señorita Hanji Zoe...me ha pedido que le entregue estos papeles- el rubio miro con determinismo a la pelinegra enfrente de el, por unos momentos vacilo y tomo conciencia. Con un gesto aprobatorio dejo que la soldado se acercara para recibir dichoso papeleo.

-Bien Ackerman....-la potente vos masculina de rubio llego a los oídos de Ackerman finalizando la charla se dispuso a hacer el saludo militar cuando el mismo comandante la interrumpió con gesto de su mano en el aire.

-No es necesario Ackerman...nada de formalidades en tu día libre...- el rubio enfoco sus globos oculares en la azabache estudiando su rostro facial que yacía algo confundido por la forma en que juntaba las cejas en un intento de fruncir el ceño.

-No estamos trabajando en este momento a sí que solo Soy Erwin por ahora- finalizó con gesto pasible.
La soldado atino a suavizar su rostro mientras fijaba su vista en los orbes azules de su comandante quien la miraba detenidamente.

-Lo mismo digo señor Erwin-la morocha hizo entrar en confianza al de mirada azulina que le respondió con una simple sonrisa.

-¿Le ayudabas a Zoe...?- dijo el rubio mientras se levantaba de su asiento para coger una botella de vidrio (que Mikasa sospechaba contenía vino) cogió un vaso de cristal del mismo estante mientras se servia del liquido ambarino

-no exactamente...me la tope cuando venia de camino a mi dormitorio y me pidió el favor de entregarle el papeleo-la azabache jacto su respuesta tranquilamente mientras el rubio elevaba el pequeño vaso a sus labios para darle un sorbo. Sintió el liquido entre amargo y dulce pasar por su garganta mientras veía el atardecer atra vez de la ventana que formaba parte de su oficina. Dejo salir una sonrisa complacida a la joven que aun estaba parada firme.

-Siéntese Mikasa...espero que no le moleste pasar un rato conmigo- dijo aun con la sonrisa nada de doble sentido ni ninguna morbosidad. La joven Ackerman hizo caso omiso sentándose en una de las sillas con suave terciopelo rojo sangre que hacia juego con el decorado de la habitación.

-¿Gusta un poco?- dijo señalando la botella que aun estaba en su escritorio, la menor algo insegura pero sin darlo a notar le hecho una rápida mirada y asintió en forma de positiva, el fornido comandante camino una vez mas a los estantes para coger otro pequeño vaso de cristal y seguido devolverse a la joven que lo esperaba sentada en la silla, sirvió una cantidad prudente de la bebida y se la tendió con confianza a la pelinegra, quien la tomo sin vacilar.

-¿Como han estado sus entrenamientos personales con el capitán Levi?- la pregunta en si descoloco la azabache pero no dudo en contestar

-Son duros...pero han sido una forma de distraerme- fue la basta respuesta de la Ackerman mientras acercaba sus labios al vaso dispuesta a tomar un sorbo de el, Erwin la miraba por el rabillo del hombro observando como los tiernos labios de la azabache se amoldaban al vidrio sin conciencia de que el comandante la observaba detenidamente si perder de vista lo mullidos y apetecibles que se veian con ese rosa pálido peculiar de ella, cosa que le provocaba tomarlos ahí mismo.

Después de una charla que duro horas (donde la mayoría de las preguntas las hacia el comandante) hasta que cayo la noche. La botella de la bebida que hace una horas estaba casi llena ahora estaba bacía. La pelinegra sentada aun tenia las mejillas de color carmesí, tal vez por la cantidad del alcohol ingerido sin embargo no llegaba a estar ebria.
De un momento la risas de los dos se escuchaban dentro de la habitación gracias al buen rato creado por ambos. No había momento incómodos. El silencio se había presentado pero no como un sinónimo de incomodidad si no como un silencio que se disfrutaba. Que ellos disfrutaban. La risa cantarína algo suave de Mikasa penetró los oídos del rubio que en ningún momento dejo de verla.

"Bésala"

No sabia si era por la culpa del alcohol que tenia esos pensamientos o bien era porque lo estaba pensando de verdad. Se paro de la silla dirigiéndose a la azabache que miraba hacia la ventana de forma tranquila con su mentón apoyado en su mano. En ese momento había mandado la cordura de vacaciones dejando el deseo e instinto. Aunque fueran cual fueran la situación no había escusa para lo que estaba apunto de hacer.

Los pasos del comandante se escucharon atra vez del la madera rechineante. Interrumpiendo los pensamientos de la joven. La pelinegra levanto la vista encontrándose con los ojos de Erwin quien la miraba fijamente y de un momento a otro levanto su mentón un poco mas arriba donde unos labios se apoderaron de lo ajenos en un dulce y casto beso que duro solo pocos segundos antes de separarse de ella quien la miraba algo confundida pero sin haber rechazo. La pelinegra se basto con ver a su comandante que le sonreía de una forma cálida sin arrogancia como la mayoría de los hombres. Sintió que ya era hora de irse y se paro de la silla.

-Gracias por la tarde de charla señor Erwin- el aludido no dijo nada tan solo asintió con la cabeza sin borrar su sonrisa, sin embargo la pelinegra se debatía en si devolver el gesto o no. Algo insegura camino hasta el comandante en donde quedo frente a el, por su puesto que Erwin era mas alto a si que con la punta de su pies se paro y le dio otro beso en los labios que bien hubiera sido de lo mas inocente si el rubio no la hubiera tomado de los hombros a si como lo hizo queriendo profundizar la caricia. Se torno mas intenso y mas demandante, el señor Erwin movia sus labios con seguridad mientras que la Ackerman algo torpe le seguía, hasta sentir presión en el labio inferior fue cuando abrió la boca para dejar salir lo que tal vez fuera un suspiro, el rubio aprovecho para introducir su miembro (lengua) dentro de ella saboreando cada parte de su boca, probando la saliva y ese aliento a alcohol. Se separo para dejar respirar a la joven que estaba entre sus brazos respirando agitadamente con sus mejillas mas acaloradas. Entonces entro en conciencia de lo que había echo pero no tuvo oportunidad de decir algo cuando la pelinegra se deshizo de su agarre saliendo rápidamente de ahí sin si quiera despedirse del rubio que ahora permanecía shokeado ante su actitud.
La había besado....y ella le correspondió.



perdonen tuve problemas y los tengo con esta cuenta a si que les quiero pedir que los que le gusto esta historio vean mi otro perfil @Zeth_Junker se los agradecería. Gracias.

Zeth 


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