~~Adrien~~
Han pasado tres días desde aquel incidente, y en todo este tiempo no he podido sacármelo de la cabeza. Cada vez que recuerdo lo que pasó, mi cuerpo se estremece y mis mejillas se incendian. ¡Por un chico! ¡Por Isa! Por ese tierno, dulce y...¡atrevido compañero!
¡¿En verdad era Isa?! Porque de inocente no tenía nada, y era taaan fuerte. Todavía me duele la espalda por el empujón que me dio, y cuando cierro los ojos vuelvo a sentir sus suaves y dulces labios sobre los míos, su lengua recorriendo mi boca, su mano sobre mi cuello...
U-u-uuuh...de solo recordarlo me estremezco.
¡Aaaaaghh! ¡Esto no puede ser! ¡¿QUÉ MIERDA ME HICISTE ISA?!
Pero no... Eso no pudo pasar realmente, es imposible. Debió ser un sueño, no puede haber otra explicación. ¿O dónde quedó ese lindo y tierno compañero que JAMÁS haría cosas pervertidas como esas? Ese no era mi dulce Isa. NO. Ese era un demonio disfrazado de angelito, ¡un lobo con piel oveja! ¡¡Un jodido gremlin!!
Era un puto Gizmo cualquiera, que se había llevado mi primer beso...
¡Yo quiero a mi dulce angelito de vuelta!
Lo peor de todo, es que no tengo dónde esconderme. En estos momentos daría todo por ser una puta avestruz y enterrar mi cabeza en el suelo, o convertirme en el hombre invisible, o ser un fantasma. Dios, ¡daría todo por ser como Kuroko! Pero no, la jodida y puta vida siempre está en mi contra, y soy tan amistoso que tooodo el mundo se da cuenta de cuando y donde estoy. Y el maldito destino sentó a Isa junto a mí...bueno, Is.
Ya no me siento tan cómodo diciéndole Isa, porque eso implica... Bueno, realmente no estoy muy seguro del significado oculto tras el apodo "Isa", pero sé que es algo muy íntimo que definitivamente no quiero decirle a ese pervertido y atrevido embustero.
No puedo creer que de verdad me esté pasando esto. A mí, que hasta hace unos días ni siquiera sabía cómo era un beso. En serio, de todos los chicos que podía escoger para retorcerle el cerebro con su sucio juego de seducciones, y hacerlos devanarse los sesos para comprender la situación, ¿tenía que elegirme a mí? ¡¡Si ni siquiera he tenido una puta cita!!
¡Yo no sé nada del amor!
Me sentía con unas terribles ganas [deseos] de llorar, pero no iba hacerlo, resistiría como todo un hombre. Aunque mi corazón se detuviera momentáneamente y me faltara el aire cuando vi a Isaac entrar por la puerta, con su rojo y rizado cabello desordenado por el viento, sus mejillas sonrosadas, sus suaves, gruesos y apetitosos labios, y esos ojos color miel (que me fascinan) observándome con un extraño y seductor brillo, con su pálida y tersa piel de fondo...
No. Resistiría los incontrolables deseos de levantarme, estrecharlo entre mis brazos y besarlo apasionada... ¡Esperen, ¿qué?! ¡¿Qué acababa de pensar?!
¡¿INCLUSO YA ESTABA DE PIE?!
Definitivamente estaba embrujado, porque esto no era normal. ¡No era normal!
Me llevé las manos a mi cara, que estaba caliente, y casi corrí a la entrada, impresionando y asustando a todos mis compañeros. Quería llegar cuanto antes al baño y mojarme el rostro, para calmarme y aclarar mi mente. Pasé por el lado de Isa, quien se volteó con la intención de hablarme y una dulce, dulce mirada, pero lo ignoré completamente, sintiendo una fuerte punzada en mi pecho. Y todo habría resultado, de no ser porque choqué con alguien en la puerta.
—Ups, ¡lo siento Adrien! –exclamó una conocida y femenina voz.
—Argh...está bien, no te preocupes Carla. ¿Te curaste completamente? Nos tenías bastante preocupados –le sonreí a la chica de cabello corto y ojos cafés.
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¡Date prisa y enamórate de mí! [PAUSADA]
RomantizmAdrien es un chico común y corriente, amante del básquetbol y las mermeladas. Jamás se ha enamorado, y no es que tenga algo en contra del amor, simplemente no le ha llegado. Pero pronto reaparecerá en su vida un adorable chico dispuesto a ganarse su...