26. Cara a Cara Con Mi Suegra

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    PETER:

Hooola mi amoooor - entró gritando mi mamá. Lali por poco me empuja hasta la otra punta de la cocina.- oh, veo que mi bebé está ocupado - se rió.

Hola ma - me acerqué y la abracé - qué raro que vos estes por acá - bromee, aunque en cierto punto no era broma. Ella casi nunca estaba en casa porque vivía trabajando. Y si, aunque mi papá tuviera mucha plata eso a ella no le interesaba. Siempre decía que ella era una mujer independiente. Pues bien, trabajaba como productora en una tira de Pol-ka y, como si eso fuera poco, por la tarde/noche trabajaba en una radio. Generalmente llegaba a casa muy tarde en la noche, ya que se quedaba adelantando cosas para el día siguiente, y por eso no la veía mucho.

Quería pasar tiempo con mi hijo, ¿está mal? - me apretó las mejillas con ambas manos y luego me estrechó entre sus brazos en un lindo abrazo.

No - contesté sencillamente. Mi mamá posó su mirada en mí y luego en Lali - ah, mamá...ella es... Lali - dije.

¿Tu novia? - preguntó. Asentí. - Un gusto Lali, soy Claudia.

Ah, emm... - Lali se rió nerviosa - el gusto es mío Clau...Claudia - se corrigió inmediatamente y le extendió su mano.

No es necesaria la formalidad, podes decirme Clau - mi mamá se acercó y la abrazó. Lali se puso rígida y me miró con ojos bien abiertos. - Tampoco es necesario que te pongas así de nerviosa, no como chicas - mi mamá rió y aflojó su agarre para mirar a Lali, quien sonreía muy tímidamente. Raro en ella. Tomó las manos de mi novia por un instante mientras le dedicaba una sonrisa y después volteó para verme. Se acercó a mi y me rodeó por los hombros con uno de sus brazos. - Bueno, visto y considerando que no tengo nada que hacer acá, me voy - me sonrió.

Eh no, no - se adelantó La y tomó su campera que estaba en una de las sillas - yo ya me iba, quédese - me indicó la puerta con un sutil movimiento de cabeza y reí, pensando en una maldad.

Ma, ¿por qué no te quedas a comer con nosotros? - Lali me miró con los ojos como platos. Seguramente me mataría por eso luego.

¡Me encantaría! Pero no quiero incomodarlos - respondió ella.

Bueno Peter, si no quiere tampoco la obligues, ¿no? - Lali miró a mi mamá que se reía - Podemos dejar la comida para otro día, capaz ella está ocupada...

Daale ma, quedate - le supliqué como cuando era un nene. Ella acarició mi mejilla con una de sus manos y dibujó una sonrisa en su rostro.

No quiero que Lali se sienta incómoda, hijo. Lo podemos dejar para otro día. Mmm, ¿qué te parece... el viernes?- me miró y asentí - obvio, si vos queres - le dedicó una sonrisa a Lali y ésta se la devolvió. Carraspeó para, después de unos segundos, contestar.

Si....em... no hay problema. Ahora, hagamos una cosa - dijo La - mejor yo me voy, los dejo tranquilos, que puedan compartir un momento de madre e hijo - volvió a tomar su campera - no hay ningún problema - caminó hasta la puerta sin darnos tiempo a que pudiéramos decir nada más. Mamá se despidió de ella y le avisé que acompañaría a Lali hasta su casa.

Salí junto con ella y no paré de molestarla TODO el camino respecto a lo nerviosa que se puso, - les contaba a Anto y Pablo - ya que estábamos los cuatro reunidos en mi casa porque no habíamos tenido clase ese día -, quienes se reían y Lali nos fulminaba a los tres con su mirada - Nah, nah, nah tenían que ver la cara que puso cuando la vio, ¡fue genial! - me reí.

No, paren. Primero, dejen de reírse de mi, - decía ella en un intento de enojo - segundo, les voy a explicar porque sino parece que le tengo miedo a la gente.

No Estoy Sola [HISTORIA SIN TERMINAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora