Capitulo 8 un gran cambio

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Guillermo asiente limpiándose las lagrimas con sus pequeñas manos, cuando se calma la maestra lo lleva hacia la dirección, Cuando llegan en la oficina le dice a la secretaria que necesita el teléfono y ella le da acceso a la oficina.

Ella le pregunta el numero a Guillermo y el se lo entrega, se escuchan unos pitidos de la línea y una voz femenina responde.

Llamada telefónica.

M: Hola, buenos días, ¿se encuentra Cristina Díaz?

C: Buenos días, ella habla dígame que se le ofrece

M: Habla la maestra, Angélica. De parte del colegio donde estudia Guillermo Díaz, su hijo.

-La madre de Guillermo se preocupa mucho y no puede hablar, pero se esfuerza y le sale un pequeño hilo de voz- ¿Se encuentra bien Guillermo?

La maestra la escucha un poco alterada y desea calmarla. –Cristina necesito decirle algo tranquilícese, su hijo se encuentra bien, pero necesito hablar con usted personalmente para poder ayudar la situación de Guillermo-

C: Esta bien, en 30 minutos voy al colegio. Gracias maestra

Fin de la llamada telefónica

(...)

La madre del pequeño llega a la puerta del salón de clases de su hijo y ahí se encuentran Guillermo y la maestra Angélica

Pase Cristina- Menciona la señorita que se encuentra frente a Guillermo, y su madre asiente comenzando una pequeña caminata y quedando de lado del pequeño. se queda impresionada como se encuentra su hijo de sucio y golpeado, obviamente La madre del menor se tiene que enojar y reclamarle a la maestra cuando apenas lo tenía que hacer La maestra le dice a Guillermo que necesita hablar con su madre a solas y él se va hacia afuera de su salón a esperar a su madre.

Cristina obviamente enojada le dice con una voz un poco fuerte –Porque mi hijo esta así, golpeado y sucio si en la mañana yo me procure de que viniera limpio-

La maestra le contesta con una voz calmada y serena –Cristina, su hijo hoy recibió maltrato de otros niños, y desgraciadamente no ha sido el único día, le quiero proponer algo, cambie a su hijo de colegio. Hemos intentado hablar con cada padre de los niños que le dicen cosas a Guillermo pero ellos no hacen nada, es mas premian a sus hijos por ser como son, ya no existen los padres como usted que enseñan a sus hijos a ser respetuosos y honestos

Cristina acepta la propuesta de la maestra y se retira del salón, hacia la dirección por la papelería de su hijo

G:¿ Madre que paso? ¿Qué dijo la maestra? –Menciona el pequeño persiguiendo a su madre agarrándola de la mano

C: Amor, te voy a cambiar de colegio –Cuando menciona eso Guillermo se le iluminan sus ojitos achinados y se le forma una sonrisa tan enorme que sus ojos se cierran casi por completo

El pequeño da un pequeño salto y abraza muy fuerte a su madre y ella le corresponde al abrazo

(...)

Guillermo se encuentra afuera de su casa en las escaleras de su jardín, donde siempre espera a Samuel a la misma hora, son las 5:30 y Samuel aun no llega, cuando le dijo el día pasado que a las 5:20 estaría con él, claro que Guillermo miraba a cada rato el reloj que tenía en la muñeca, con cada minuto que pasaba sentía una fuerte punzada en el corazón, y se hacía preguntas como ¿Samuel ya se aburrió de mi?, ¿le paso algo?, ¿y si lo atropellaron?, ¿y si lo secuestraron?, cada minuto tenia más preguntas y claro que mas preocupación y mas punzadas en el corazón.

Pasan 2 minutos más el se levanta de los escalones y se da media vuelta para meterse a su casa, cuando de repente siente unos brazos rodearse por su abdomen y un gritito de emoción en su oído –Willyy, te extrañe muchísimo, no creerás lo que me paso el día de hoy- Guillermo voltea y claro que su sonrisa no se comprara con ninguna otra, esa típica sonrisa que te da al ver a la persona que mas quieres.

Wigetta Un Golpe de SuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora