Estaba inmóvil, no sabía qué hacer, me sentía extraña. Sin decir nada cogí mi chaqueta que se me había caída antes, y me largue, pero antes de irme quise sabes cómo estaba Alan, así que me encamine hacia su cuarto.
- ¿Alan? ¿puedo entrar?
- No Adri, será mejor que te explique mañana hoy no tengo fuerzas ¿vale?
- Está bien pero de mañana no te libras
Sin decir nada mas cerré su puesta, y camine hasta las escaleras para bajarlas, hasta que una mano me lo impidió, y sin decirme nada me cogió del brazo y me volvió a dirigir hacia su habitación.
- Espera Adriana, no quiero que te vayas sin antes explicarte, por favor.
- Espera Alex ¿Qué cojones me vas a explicar a mi? No me debes ninguna explicación a mí, se la debes a tu hermano.
- Si, ya lo sé, pero quiero que me escuches ¿vale? Además no solo quiero hablar de eso, también de la otro noche… quería saber como estas.
- Bueno, uf, es difícil…
- Yo… lo siento… no quiero presionarte… además no sé si tienes alguien más y no quiero meterte en una situación difícil para ti.- se podía notar que estaba un poco apenado por la situación de ahora y la situación del otro día.
- No, no te preocupes, no hay nadie más, solo es que yo… uf no sé cómo empezar…
- Bueno, ¿te apetece contármelo mientras te invito a algo?
- Uf, está bien, creo que me vendrá bien despejarme un rato.
Fuimos a un restaurante-bar que estaba un poco por las afueras de la ciudad, parecía un restaurante para tipos con dinero que llevan a sus amantes, y extramente yo me sentí una de ellas, y eso me inquieto.
- Bueno, ¿Qué te apetece beber?
- Un Martini con tres gotas limón estará bien.
- Vaya… pues que sean dos – el camarero se fue a por nuestro pedido y nosotros estuvimos callados hasta que ese Martini llego.- bueno dime, quiero escuchar tu historia, quiero saber más de ti
- Vaya… pues pregunta.
- Está bien dime, ¿Qué ocurrió el otro día?- decidí contárselo, así que tome un gran sorbo de mi Martini y hable
- Veras, es que yo… nunca… joder… yo nunca he estado con nadie.- vi que en su cara se le formaba como de ¿ALIVIO?
- Uf, era eso, pues yo me pensaba que algo no había hecho bien, y no quise molestarte.
- Vaya… por eso te fuiste dando un portazo- el empezó a reírse algo suerte.
- Sí, bueno, no lo pude evitar, además de que me fije en el móvil y tenía como treinta llamadas de Octa… - se ve que en mi cara se formo algo extraño, porque en seguida dejo de hablar de su novia con algo de tristeza y después me miro a los ojos.- lo siento, yo no quería que las cosas salieran así y…
- Oh, no te preocupes, no tienes porque explicarme nada.
- Es que si quiero hacerlo. Veras se que te parecerá raro, pero no se es como si desde el día que te vi en el avión… no se no me apetecía contarte nada sobre Octavia ni nada de eso… porque te quería conocer a ti, y ya se, es egoísta, porque ya tengo claro de que me gustas, pero también quiero a Octavia, no se no podría imaginármela con alguien que no sea yo, y eso es muy egoísta… Adri quiero que me digas tus sentimientos… - yo me quede exhausta, no sabía que decirle, no sabía si debía mentirle o simplemente decirle que sí que me gustaba…
- Veras Alex, yo… si me gustas… pero si tú me estás diciendo que todavía amas a tu novia, creo que es mejor que no nos veamos mas, es que yo no quiero que me hagan daño, además yo no he venido aquí para enamorarme, yo he venido para poder ser alguien en el mundo del patinaje.
- Si creo que lo mejor será si nos alejamos un poco, y que también reduzcamos estos encuentros a solas.
- Si creo que será lo mejor. Y bueno, cambiando un poco de tema ¿alguien me va a contar algo sobre la ex de Alan?
- Si pero creo que seré algo breve, porque me están esperando
- Vale
- Veras, ella fue su novia hace tres años, antes de que el ya sabes, saliera del armario, ella creo que fue su primer y gran amor, y siempre tenía celos de todos, incluso de mi… ella para mi, si bueno es guapa, pero siempre nos hemos querido como hermanos, nunca podría tocarla.
- Pero hoy…
- Hoy solo la estaba consolando, porque se ha enterado justo hoy que mi hermano es gay.
- ¿Cómo? ¿no lo sabía?
- No, mi hermano termino con ella, sin ninguna explicación ni nada, y ella aunque no lo creas todavía lo quiere, hoy ha venido para ver si podía hablar con el.
- Vaya… no me lo esperaba.
Estuvimos hablando unos minutos más hasta que decidimos irnos ya. Por el camino estuvimos hablando de temas como el tiempo, hicimos algún que otro chiste, hasta que llegamos a mi casa, era una situación un poco incomoda, el cogía el volante con las dos manos hasta que yo rompí el hielo
- Bueno creo que será mejor que baje ya, Isabel ya estará preocupada.- me estaba bajando del coche, pero me detuve al oírle de nuevo.
- Espera Adri, dame dos besos de despedida ¿no?
Yo accedí, pero en realidad no quería dos besos, solo quería uno. Me estaba empezando a dar el primer beso con la respiración algo entrecortada y la mía no se quedaba atrás. Sentí como me empezaba a dar pequeños besos en la misma mejilla, y yo no me quería separar, entonces fue cuando gire un poco la cara para poder mirarle una última vez a esos ojos, y me volvió a besar, un beso dulce, muy dulce, pero que me quemaba por dentro, y mi corazón latía de una manera desenfrenada, pero de igual modo yo le correspondí, y sentí algo nuevo en el estomago, algo que no puedo explicar con palabras.
- Me lo estas poniendo muy difícil Adri, no sé cómo te voy a poder dejar ir sin más.- me lo dijo casi en un susurro en mis labios, pero yo supe perfectamente lo que me dijo, y volvió a besarme, esta vez con más pasión, más rabia. Pude notar como su mano me quitaba el pañuelo que llevaba y me acariciaba el cuello, para después bajar por mi hombro que me había descubierto desabrochándome algunos botones de mi camisa, y ya se podía ver mi sujetador. Y el bajo su mano poco a poco hasta que empezó a tocar mi pecho por encima del sujetador, y haciendo que yo suspirara de lo excitada que estaba en su boca, y eso a él le gusto mas porque se atrevió a meter su mano y empezar acariciar el pezón y haciendo que yo me retorciera de placer y el viendo mi reacción hizo que me sentara encima suya a horcajadas y echando el sillón para atrás. Pude notar su excitaron, como se restregaba en mi sexo, y también notaba que estaba muy húmeda. Empezó a acariciarme la espalda por debajo de la camisa, cuando me quise dar cuanta ya me había desabrochado el sujetador y dejo de besarme para centrarse en mi pecho izquierdo mientras que con su mano me acariciaba el derecho.- madre mía como me pones- y fue ahí cuando apareció en mi mente una vocecita diciéndome que debía parar.
- Alex- dije abrumada por el placer.- Alex para por favor, nos pueden ver.- en ese momento dejo de besarme y me ayudo a incorporarme de nuevo en mi sitio.
- Lo siento Adri, no sé qué me pasa en serio, no sé qué haces en mí, me olvido de todo.
- Será mejor que me vaya, antes de que podamos arrepentirnos y volver a hacerlo.
- Está bien. Adiós Adri.- sabía lo que supondría ese adiós, parecía algo definitivo, pero yo no iba a permitir que me usara para después irse con su novia, así que triste como estaba no tuve otra opción que despedirme con la cabeza y bajar del coche.
Una vez en mi portal, me di la vuelta y vi como se alejaba y después de que me relajara en unos minutos decidí subir.
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Un año para recordar
General FictionAdriana, cautivadora chica apasionada por el mundo del patinaje sobre hielo, se enamora de Alejando, empresario importante de Viene, con algún que otro episodio que lo trastorna en su vida. historia de amor con un toque erótico :D