My Favorite Neighbor

9-. ¿Y si no es lo correcto?

Zayn's POV

El contrato que Anthony me había hecho firmar fue muy simple y sólo contenía una cláusula; alejarme de Violett a cambio de retirar los cargos.

En ese momento no sabía que era peor, si quedarme en la cárcel o aceptar ese acuerdo, lo único que tenía claro era que fuera cual fuera mi decisión yo iba a quedarme sin Violett.

En aquella ocasión me había decantado por la "libertad" sobre la prisión.

Mi padre y yo habíamos escuchado con atención lo que Tony había expuesto, y debía aceptar que él terminó manipulándome.

Anthony conocía a la perfección mis sentimientos hacia su hija y no dudó en utilizarlos en mi contra. Él sabía que yo no permitiría que Violett aguardara a que mi sentencia terminara, pues eso sería como condenarla a ella también.

El se aprovechó de mi única debilidad y logró que firmara ese contrató, aunque como todo convenio, éste contaba con una laguna jurídica bastante extensa.

Anthony había olvidado especificar el tiempo que yo debía permanecer alejado de Violett, supongo que él sentía al "para siempre" como algo implícito, pero papá se aprovechó de eso para invalidar el contrato.

Esperé el tiempo necesario hasta que Violett fuera legal, y después de cinco meses yo me encontraba en Londres. Había regresado a cumplir mi promesa, había regresado por ella. Pero ella ya había rehecho su vida sin mí.

Salía en citas dobles con Mich, Niall y Leonardo, sí, aquel chico español y no fue algo que me sorprendiera, quiero decir; Violett siempre había amado los acentos.

Ella sonreí todo el tiempo, y para mí estaba muy que claro que su vida marchaba mucho mejor sin mi presencia. Pero ahora ella estaba aquí y sabía perfectamente bien gracias a quien se debía eso.

-¿Si, Zayn? –musitó adormilado, y por algún extraño motivo eso me hizo enfurecer aun más.

-¿Qué diablos le dijiste a Violett? –exigir saber.

Me encontraba tan furioso y no cabía duda, si tuviera a Liam cerca ya le hubiese propinado un par de puñetazos en ese ridículo rostro que poseía.

-¿De qué estás hablando?

No estaba seguro si su falta de comprensión se debía a lo idiota que era o a lo aletargado que aun se encontraba, pero indudablemente Liam sabía de lo que le hablaba.

-No te hagas el estúpido conmigo, Payne. Ella está aquí y tú eres el único que sabía que mi paradero era Venecia. ¡Te lo advertí! –le recordé ante su silente actitud. El momento para callar ya había pasado-. Te dije que no quería que se lo dijeras, pero siempre terminas haciendo lo que quieres.

-¡Hey! –Su voz dejó de ser un susurro-. Deja de gritar. Eso no es tan grave.

-¿Qué no es tan grave? –Apreté la mandíbula puesto que la rabia que sentía en este momento era enorme. Sin duda, él tenía suerte de encontrarse lejos de aquí-. Liam, yo me alejé de Violett para que ella rehiciera su vida y ahora que me vio todo va a repetirse...

-¿Ella te vio?

Restregué una de mis manos contra mi cara. Liam estaba exasperándome con sus tontas preguntas.

-¿Acaso no me estás escuchando?

-¿Qué hiciste?

-Fingir que no la conocía.

-¡Eres un imbécil! –me insultó y al parecer ahora era él quien se encontraba molesto.

-¿Qué se suponía que hiciera? –quise saber que hubiese hecho el "correcto" Payne, estaba claro que él siempre tenía mejores planes que los míos, o por lo menos eso pensaba él.

-Lo correcto. Tomarla entre tus brazos y besarla.

-¿Y qué pasa si eso no es lo correcto?

-No entiendo porque te empeñas en sabotear tu propia felicidad. Tenías frente a ti a la mujer que más has amado y la dejaste ir.

-Sabes que las cosas no son nada fáciles –suspiré en un inútil intento por calmarme.

-No tienes porque tratar de justificarte conmigo. Al final, es tu vida la que estás arruinando.

-Liam... –pero el volvió a interrumpirme.

-Zayn, hablamos mañana, ahora debo ver cómo está Violett.

-Liam, aun no terminamos de hablar... -rugí contra la bocina del teléfono; sin embargo ya era tarde, él había colgado y quizás era lo mejor.

Liam no entendía esto, para él resultaba muy sencillo opinar sobre esta situación. Siempre era más fácil ver los toros desde la barrera, pero sí fuera él quien se encontrara en el ruedo, apuesto a que habría tomado las mismas decisiones que yo. Así que ahora no vengas a joderme con lo que crees correcto, Payne.