My Favorite Neighbor

55-. Prueba de fuego

La puerta se abrió con tal fuerza que terminó estrellándose contra la pared, el estruendo ocasionado hizo que todos volteáramos a ver lo que ocurría, y entonces Zayn hizo una abrupta aparición.

-¿Qué haces aquí? –su demanda sonó mucho más fuerte en el sepulcral silencio.

Zayn no respondió, paseó la mirada por toda la habitación y en cuestión de segundos sus ojos se encontraban haciendo contacto con los míos mientras se acercaba a mí con Matterazzi a su espalda gritándole un montón de cosas que no comprendí.

-¡Guarda todo! –ordenó inexpresivamente.

Me quedé inmóvil, sin saber qué hacer. No estaba entendiendo absolutamente nada de esto. Zayn cansado de esperar a que yo me moviera, guardó mis pertenencias dentro de mi mochila y me haló del brazo hacia la salida.

-Si das un paso fuera, Violett, no te querré en este lugar nunca más –advirtió Matterazzi de pie junto a la puerta.

-No te preocupes, Lucía –Zayn esbozó una sonrisa torcida-, Violett no volverá.

En respuesta, Matterazzi cerró la puerta en nuestras caras.

-¿Qué fue todo esto? –masajeé mis sienes en un intento por calmar el repentino dolor de cabeza que este incidente me había causado.

-Hablé con Balotelli y lo puse al tanto de todas las injusticias en las que Lucía ha incurrido contigo.

-Te pedí que no te involucraras, Zayn. Yo tenía todo bajo control.

-¿Bajo control? –repitió incrédulamente-. Lucía iba a hacerte la vida imposible.

-¿Y ya no? ¡Oh, olvida eso! Es obvio que no, pues ya no me permitirá entrar a su clase.

-Si esperas que me disculpe por mis acciones, entonces deberás sentarte, Violett, porque no planeo hacerlo. Yo logré lo que tú no, encontré una solución a este asunto.

-¡Y qué solución! Que ella terminara de echarme de su clase.

En este momento la única cosa que me impedía lanzarme sobre Zayn y sacarle los ojos era que me gustaba demasiado como lucían en su rostro.

-Eso no importa, a partir de hoy yo soy quien te enseñará historia del arte.

-Espera, ¿qué?

-Como tu tutor legal que soy...

Lo interrumpí. ¿De qué demonios estaba hablándome?

-Miles es mi tutor.

-Lo era –corrigió-. Ayer me comuniqué con él y le hice saber lo inconveniente que resultaba que él se encontrara tan lejos de ti con esta horda de problemas en los que estás inmiscuida, y ambos acordamos que lo mejor sería que alguien cercano se hiciera cargo de todo este. Por fax le mandé los documentos para validar el cambio de poder legal sobre ti y desde hoy soy tu flamante tutor.

-¿Por qué no me dijiste nada? –me sentía tan aturdida.

-Porque te habrías negado.

-Claro que sí –confirmé-, tú no tenías porque inmiscuirte en esto, Zayn, no era nada que te importara.

-Cualquier tema que te afecte me importa –sentenció mientras acunaba mi rostro entre sus manos.

-Siempre he detestado que hagas esto –me aparté de él.

-¿Qué? ¿Qué me preocupe por ti? ¡Por dios, Violett! Eso es tan estúpido – rió amargamente.

-Lo que detesto es que actúes a mi espalda sin consultarme nada, siempre ocultando tus verdaderas intenciones. Odio que siempre quieras hacerte el salvador. Te tengo noticias, Zayn, yo no soy ninguna niñita necesitada de ayuda, puedo defenderme sola, lo he hecho durante años. Así que deja de actuar como si fueras mi padre y limítate a lo que te incumbe.