Capítulo 33

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CAPITULO 33

NARRA __(Tn)

Me vestí con unos jeans ajustados, mis botas de agujeta Levis, un blusón verde y me hice una trenza como la de Katniss de los juegos del hambre, me puse un poco de maquillaje, me delineé los ojos de negro e hice lucir mis pestañas extremadamente largas.

Algo muy casual perro con estilo. Salí y Kai vestía unos jeans negros ajustados con unos converse también negros y una playera con cuello en V blanca, este hombre se ve guapísimo con lo que sea.

-¿Lista?- Yo asentí y me tomó de la mano- Vamos.

Salimos del hotel yo como estábamos en el centro no tuvimos que usar el auto, podíamos ir a muchos lugares caminando.

-¿A dónde quieres ir?- le pregunté.

-No sé, no conozco nada aquí, tú elige.

-Aquí en el centro hay mucho que ver. Hay museos, esta el cine, los cafés y bares en los portales, la plaza de armas, la plaza Melchor Ocampo, Las tarascas, el Acueducto, la Catedral, el jardín de las rosas, el callejón del romance, el...

-Espera- me interrumpió- ¿Callejón del romance dices?

-Sip.

-Vamos ahí- me dijo y me sonrío. Lo tomé de la mano y le explicaba que era cada cosa que nos encontrábamos a nuestro paso, la gente nos miraba demasiado, pues claro no todos los días se ve a un turista asiático así de guapo y sensual como Kai.

Llegamos al callejón del romance, como su nombre lo decía, era un callejón adoquinado, las paredes a los lados son de cantera rosa que  estaban  adornadas con flores fiushas y hay una pequeña fuente en el centro.

-Según la leyenda, este era el punto de reunión de dos almas que se amaban con todo el corazón pero su amor era un imposible según la sociedad, así que aquí se reunían en secreto.

-Un amor trágico.

-Sí, algo así- me tomó de las manos y unió nuestras frentes.

-Creo que entiendo al protagonista de la leyenda, ¿Tienes idea de lo que sentí cuando llegué a casa y ya no estabas?, sólo había una nota y no había mas rastro tuyo. Las historias románticas siempre se me hicieron sosas, siempre que tenia una novia, llegaba un momento en el que me hartaba de estar cerca de ella, quería mi propio espacio, quería que se alejara de mi pero contigo es lo contrario, quiero estar cada segundo de mi vida a tu lado, ¿Qué haz hecho conmigo?.

-Ya te había dicho que soy una bruja- lo besé e inmediatamente me respondió el beso.

Pasaron tres maravillosas semanas en las que de día nos dedicábamos a pasear y llevaba a Kai a conocer todos los lugares que se me ocurrían y por las noches hacíamos el amor desenfrenadamente hasta el amanecer. Íbamos al cine, a restaurantes, al café o simplemente a caminar al parque. Hasta que su celular interrumpió la magia del momento.

-Espera amor, es llamada de Corea- salió de la habitación y después de varios minutos regresó- Malas noticias- hizo un puchero de desagrado- Me necesitan urgentemente para el cierre de un convenio en las cadenas de centros comerciales, tengo que regresar a mas tardar mañana, ¿Vienes conmigo o quieres ir a ver a tu familia?- se acercó abrazándome de la cintura y besó mi frente.

-¿Tienes que ir?- hice un puchero de nena consentida- Pero si no la estábamos pasando tan bien.

-Lo siento vida mía pero me temo que si debo ir, entonces ¿Quieres quedarte en tu casa unos días?.

-Me gustaría ver a mis papás, hace tiempo que no los veo.

-Si te quedas unos días mas, tendrás que despedirte de mi como se debe y hacerme mi despedida especial.- iba avanzando hacia delante con sus manos en mis caderas hasta que me arrincono contra la pared. Sentí mi espalda chocar en la pared y los labios de Kai en mi cuello- Esta noche haré que te olvides hasta de tu propio nombre.- un gruñido gutural salió de su garganta cuando empuje mi cadera contra su miembro notablemente crecido e hizo que mis bragas se humedecieran con mis fluidos vaginales a causa de la excitación.

ME ENAMORE DE UN PATÁN ||Terminada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora