*Trinity's PoV*
Tiré mi mochila en la cama e inmediatamente después me dejé caer junto a ella. Tres semanas. Solo tres semanas más para cumplir mis dieciocho años que con tantas ansias he estado esperando, de hecho se han incrementado las ansias, últimamente.
Mi mamá era fiel creyente en eso de que "Quién bien te quiere te hará llorar." lo que se resumía a padres estrictos que exigían buenas calificaciones y nada de fiestas.
Era una lástima que, por el contrario, no fuese fiel creyente del "Práctica lo que predicas." Pues ella sí se la pasaba hasta altas horas de la noche festejando o... "Trabajando", probablemente acostándose con un tipo diferente cada noche. No se hacen la más mínima idea de lo mucho que desearía que mi padre tuviese mi custodia completa.
Suspiré levantándome a regañadientes de mi cama, tenía que hacer mis deberes antes de que mamá llegara a casa (si es que llegaba realmente). Bajé con pereza las escaleras recordándome los deberes que debía hacer ese día, sacar la basura y recoger el correo. Gracias a Dios no tenía mucho que hacer.
Tomé la bolsa de la papelera de la cocina y la llevé por sobre mi hombro hacia el bote de basura principal, de afuera. Al levantar la tapa solté otro largo suspiro mientras dejaba caer en el contenedor de acero la bolsa y se escuchaba un ruido sordo.
Levante mis pies perezosa y los obligué a hacer su camino hacia el buzón de correos. Cuentas, cuentas, correo basura, cuentas y una carta. Estaba a punto de colocar todo bajo mi brazo y caminar dentro cuando noté algo. La carta; era una carta dirigida a mi, no a mi madre. Eso casi nunca pasaba. Estuve tentada a abrirla justo ahí y en ese momento, pero me las arreglé para controlar mi curiosidad y la coloqué en el bolsillo de mis vaqueros.
Caminé rápidamente hacia adentro, me atacó una nueva alegría de repente. Dejé precipitadamente las cuentas en la mesa de la cocina y salté de dos en dos los escalones de la escalera hacia arriba, ansiosa por abrir aquella carta que repentinamente apareció para mi en el buzón de correos. Aunque conociendo mi suerte, probablemente era de la pizzeria agradeciéndome por ordenar con tanta frecuencia. La pizza era mi comida favorita, así que era parte de ese grupo de clientes leales.
Me senté en mi escritorio y comencé a tamborilear mis dedos sobre la madera, bastante ansiosa. No tenía la menor idea de por qué me han atacado de esa manera los nervios. ¿Por qué estoy tan preocupada por esto? pensé para mi misma. En ese momento lo recordé. Las cartas. Fueron las únicas cartas que había enviado en los últimos meses, y esa fue la única carta que había recibido en el último par de meses, lo que significaba que ambas podrían estar conectadas.
Desgarré el sobre y mi respiración quedó atascada en mi garganta. Estaba segura de que allí, en la parte de atrás del sobre, escrito en cursiva, algo garabateado, estaba la dirección que, se suponía, yo había "inventado". Con manos temblorosas, abrí completamente el sobre y coloqué la carta frente a mi.
Cerré los ojos, respiré profundo y me tranquilicé a mi misma en silencio antes de leer lo que estaba escrito en el papel. Abrí mis ojos de nuevo y los enfoqué en la página que estaba sobre el escritorio.
Querida 'Trinity Collins' o lo que sea que esté leyendo esto. Oh, bueno, esto será interesante.
Mira, no sé quién seas, o qué esperas que haga acerca de tu pequeña y patética vida. ¿Acaso escribiste todas esas estúpidas cartas y me las enviaste para que te tuviese lástima? Perdiste el tiempo, porque ten por seguro que eso no pasará.
¡¿Cómo diablos tan siquiera me conoces?! Porque yo no tengo idea de quién mierda eres tú. ¡¿Eres alguna especie de acosadora o algo por el estilo?! Bueno, realmente tampoco me interesa. Solo escribo esto para decirte que debes dejar de enviarme esas cartas.
Aunque no quieras, será mejor que pares. No solo porque son una real molestia (que joder que lo son, debo agregar), sino por tu propio bien. No querrás estar involucrada conmigo. No soy tu "Mr. Perfect", y nunca lo voy a ser.
No sinceramente tuyo,
El Chico Que Nunca Querrás Conocer.
Me dejé caer en el respaldo de la silla con mi boca formando una perfecta 'o', y mis ojos repasando aquellas palabras una y otra vez. No sabía qué es lo que esperaba leer en aquella carta, pero definitivamente eso no era.
De repente, mis manos escarbaron hasta el pedazo de papel más cercano y una pluma. La pluma se deslizaba sin esfuerzo por la página, dejándome confundida mientras plasmaba todas esas palabras acumuladas en mi cabeza.
Querido Chico Que Estoy Segura Me Encantaría Conocer,
Si te molestaste tanto como para responder, estoy segura que podrías molestarte lo suficiente como para conocernos algún día. Parece como que tienes bastante actitud, pero ¿Qué es una persona sin un poco de carácter, huh?
Creo que realmente nos llevaríamos muy bien... Así que hazme saber si quieres que alguna vez nos conozcamos ¿Vale?
Un poco sinceramente tuya,
Trinity.
Mi mente no concordaba con mis acciones, mi cerebro razonaba a mil por hora para intentar desesperadamente intervenir en mis acciones. Él me dejó bien claro que no le enviara más cartas pero algo en mi estómago me hizo hacerlo. Quizás era porque, después de todo este tiempo, un chico finalmente me prestaba atención, aunque no fuese con la mejor de las atenciones. De cualquier manera, tenía este impulso de nuevo de enviar la carta, y esta vez no pelearía contra ello.
Simplemente caminé de nuevo al jardín y dejé que el sobre recién sellado se deslizara dentro del buzón de correos, para luego adentrarme en casa y colocarme en mis pijamas de lana favoritos, actuando como si nada hubiese pasado. Levemente contenta, me recosté en el sofá colocando "Shrek 2" en la televisión, para luego caer en un dichoso y profundo sueño, en el sofá, ya que al día siguiente sería Sábado y podría dormir hasta la hora que quisiera.
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Desperté a la mañana siguiente gracias a un ruido de golpeteos. Me incorporé de un salto, frotando mis ojos para sacarme un poco el sueño y me levanté del sofá. Miré al rededor buscando alguna señal de que mi madre haya vuelto la noche anterior, pero no, no estaba por ninguna parte.
Los golpeteos se escucharon de nuevo, tres veces y rápidamente. Arrastre mis pies hacia el pasillo y me di cuenta que era, de hecho, alguien tocando odiosamente a la puerta de enfrente. Resoplé. Lo más probable era que fuese mi madre con una resaca de mil demonios y que se hubiese olvidado las llaves quedándose atrapada fuera de casa.
Quité el seguro y abrí la puerta con fuerza, no estaba de humor para su mierda. "Qué tenemos aquí..." me mofé de ella mientras me giraba y dejaba la puerta abierta para caminar de nuevo hacia el sofá sin siquiera mirar quién estaba parado en la entrada. "Pues deberías mirar quién es."
Paré mis pasos al escuchar una voz masculina detrás de mi. "Parece como que tienes bastante actitud, pero ¿Qué es una persona sin un poco de carácter, huh?" Repitió lo que yo había escrito, goteando sarcasmo en su voz.
Negué con mi cabeza incrédula.
Tienen que estar jodiéndome, maldita sea.
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¡Gracias por los once leídos! Sé que son pocos pero me emociona dar el primer pequeño paso al pasar de los diez.
Todos los derechos reservados a ayelukehemmo96, yo soy solo la traductora de esta hermosa fanfic.
Un saludo y abrazos, sinceramente...
-M.
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Letters ✍ (Louis T.) Traducción al español.
FanfictionTrinity era una adolescente ordinaria. Ella no era una de las chicas populares, aunque tampoco es que quisiera serlo de cualquier forma, solo era una más de las que habían allí. Los chicos... Bueno, los chicos en realidad nunca habían mostrado ning...