PRÓLOGO

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Las gotas de lluvia cada vez eran más grandes, las nubes cada vez eran más espesas y la carretera parecía un camino a la oscuridad, no había electricidad en la casa Stone, lo cual llevo al viaje a la casa de la abuela Margo, hace semanas que no se pasaban por su hogar, pero simplemente fue una mala idea.

-Ya quiero probar las galletas de la abuela- replicó Alec desde su asiento ubicado entre las gemelas.

-Si, pero esta vez no abuses y dejales a tus hermanas- le sonrió su madre, era una sonrisa cálida, cada risa suya era como un rayo de felicidad que se contagiaba

-Claro....- murmuró con una sonrrisa malvada

Una de las gemelas, Marlee llevaba puestos los audífonos que le había regalado su mejor amigo, escuchaba música de rock que le hacía recordarlo por alguna razón ,podía visualizar su cabello pelirrojo y sus increíblemente bellos ojos azules.

Clarie veía por la ventana entreabierta como caían las gotas de agua en el cristal, el pelo le reventaba contra la cara y sólo podía pensar en los resultados de los exámenes que presento para su universidad, en realidad quería entrar en esa universidad.

El Señor Alexader Stone mantenía la vista en el camino, se esforzaba por no cerrar los ojos y dejarlos descansar, se aferraba al volante como si su vida dependiera de este y sus nudillos comenzaban a ponerse blancos. La lluvia cada vez se ponia más peligrosa, y por el palpitar de su corazón se empezaba a poner nervioso, sólo logró parpadear un instante... fue entonses cuando perdio el control del auto y comenzó a dar vueltas... Todo paso muy rápido enrrealidad pero los pensamientos de todos eran constantes.

Quedó volcado sin saber quien estaba bien y quien mal....

El fuego comenzó por la parte trasera del Camaro plateado, y cuando creyeron que no había sobrevivido nadie, se escucho como alguien le daba un golpe al cristal de la ventana para poder salir, se veía una mano, delicada para ser la de un hombre, y pequeña como para ser la de su madre, fue en ese instante cuando unos mechones de pelo oscuro se vieron y salió Marlee, aun traía puestos los audífonos negros, pero no se escuchaba la musica.

-¡Mama!- llamó a gritos sin obtener ninguna respuesta. Comenzó a caminar hacia la carretera donde visualizó dos sombras extrañas y decidió investigar a quien pertenecían, "tal vez sea ayuda" pensó Marlee, aunque en el fondo sabía que no había esperanza en su corazón... Se acercó y vio los alocados rizos dorados con los que había deseado nacer en lugar del lacio cabello oscuro de su padre, pero había algo más entre esa hermosa cabellera...No dejaba de salir sangre. Se acerco y se arrodilló a su lado con la esperanza de ver esa sonrrisa suya, pero al retirar el cabello de su cara sólo podía ver una cosa: carne quemada...
Se espanto y corrió a otro lado, pero se detuvo en seco al escuchar un gemido

-Marlee...- la llamaron y de inmediato supo de quien era esa voz que escuchaba cada día, cada hora y no quisiera dejar de escuchar jamás

-Clarie!!!- Una parte de ella se alegro mientras otra no sabia que hacer. Camino hacia su figura, la tomó por los hombros pero las retiró con terror... había una barra de metal que le atravesaba el torso

-Lose....se ve mal, pero eso no importa, Alec está por haya- señaló casi sin fuerzas -no puedo ir, por razones obvias- sonrrio -pero tú ve, creo que esta bien- le respondió con un leve asentimiento pero luego la detuvo -¿no has visto a mamá o a papá?- su voz era su apenas un susurro

-no- mintió y fue con Alec.

Una vez a su lado el le sonrió, y fue lo único que recordó pues entonses todo se tornó blanco, gris y finalmente vio un abismo negro, se dio cuenta de que también estaba herida y callo al suelo...

"Mi Sombra En Tu Silueta"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora