Los días pasaron y pasaron, y un servicio en la iglesia me dicen:
Todos tienen que ir a Huehuetoca a la apertura de la nueva iglesia.
~Me lleva.Aparte de que ya me la paso metida en la iglesia, ahora resulta que tengo que ir hasta quien sabe donde a abrir otra iglesia.
Bueno, al menos irá Karlo.
Llego el día de ir a Huehuetoca y llegamos a las oficinas 3:00pm. En punto.
Salimos de ahí como 3:30 en lo que nos acomodamos con el transporte.
Yo me fui con mi madre y su novio en su auto.
Llegamos y vi a Karlo, llevaba puesta un camisa lila, pantalón negro y zapatos de punta negros y bien limpios por cierto.
Una vez mi padre me dijo; cuando te guste un hombre lo segundo que tienes que ver en el después de la cara son sus zapatos, si están bien limpios es un buen hombre sino es un patán.
~Casualmente Karlo lleva los zapatos bien limpios.
Término el servicio y dieron una comida para festejar que todo resultó muy bien.
Se acercó Karlo y platicó con Ivan, el novio de mi mamá, después mi madre y yo nos integramos en la platica.
Al llegar a mi casa mi mamá me dijo:
-Karlo te ve muy raro.
-¿Como que raro?
-No te ve de mala manera, sino que desde hace tiempo lo he visto que te mira con otros ojos.
-Hay mamá.
En ese momento traté de no darle importancia pero después era en lo único que podía pensar.
Encerio necesito hablar con el y resolver todas mis dudas.
~El no era el único, a pesar de que me sacaba de mis casillas, me gustaba como era, me agradó como servía en la iglesia con tanto gusto, me agradó su forma de ser con migo y me agradó aun más que me hablara sin importarle como yo lo trataba.
Hasta ahora resulta que no hay problema alguno con el.
No sabia lo equivocada que estaba.