—Hola. —Se sienta conmigo, mientras yo termino de escribir la última ecuación en el papel. Levanto la vista para encontrarme con él, apoyado sobre sus manos, mirándome.—¿Por qué me miras?—Le inquiero, sin apartar la vista de su rostro.—No me gusta que me miren.
—A mi me gusta mirarte.— Eso ya lo dijiste. Sonrie se medio lado y yo suspiro. Ante mi acción, su expresión cambia a una más preocupada.—¿Qué ocurre?
—Esto está mal, debes irte.
—¿Irme a dónde? ¿Estás enfadada?—Se acerca a mí y siento que me voy a echar a llorar.
—No existes, eres sólo un recuerdo.—Señalo con mi cabeza a la mesa siguiente, dónde varios chicos hablan y ríen cómo auténticos idiotas. El concepto de silencio para ellos estaba distorsionado.— Está enfrente, camiseta roja.—Él mira en esa dirección y vuelve la vista hacía mí.
—Ese no... no soy yo.
—Ni siquiera me diriges la palabra, es cómo si no nos conociésemos. Eres uno más... no tienes personalidad.
—¡Joder, qué no!—Aprietas los puños.—yo no soy así de idiota.
—Eres lo suficientemente idiota cómo para guiarte por los demás.—Levanta la cabeza, sorprendido y después sonríe, como si la solución hubiera pasado por su mente . Él siempre sonreía.—Debes irte.
—M... si sigo aquí, es porque tú no quieres dejarme ir.—Y esta vez, quién se sorprende soy yo. Entonces nos quedamos en silencio. Si él se iba, podría crecer, cambiar, olvidar... —¿La cagué mucho?
—Me dijiste que no te importaba...
—Vaya...—Rascó su nuca.—Soy un idiota.
—H...—En aquel instante me doy cuenta de lo que añoraba pronunciar su nombre, y lo que añoraba que su voz se dirigiera a mí. ¿Había pasado tanto tiempo desde la última vez?
—Me tengo que ir...—Se levanta, decidido a desaparecer. Reparo el impulso de pedirle que no se vaya, que se quede.
Para siempre.—H.—Se voltea para mirarme.—Gracias.—Bufa bromista y niego con la cabeza. Todo se queda en silencio de nuevo, me observa y después cierra los ojos.
—Lo siento.—Susurra, y ni siquiera me paro a pensar que realmente no debería pedirme perdón. No él. No ahora.
Me sonríe, por última vez y hago un esfuerzo enorme por no detenerle.
Entonces mi teléfono suena, levanto la cabeza y la biblioteca sigue en su calma rutinaria.
Y lo sé.H ya se ha ido.
quería tratar lo que es seguir aferrado a alguien que no existe, a un recuerdo, y así he estado yo mucho tiempo.
Ahora que despedimos a H, un 'personaje' bastante conocido ya para muchos ¿Qué os parece él? ¿Os gusta en sí el personaje o le odiáis porque es un 'idiota'? ¿Hábeis conocido a personas cómo él (inseguras e incapaces de mostrar lo que piensan o como son realmente)? En fin, decir o preguntar algo sobre esto, porque H no va a volver nunca más.PD: el capítulo ésta dedicado a Weird-Idiot ya que CREO que le encanta My Chemical Romance y bueno, al poner la canción me acordé —M.
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El Año De Los Fugitivos
Non-FictionSólo el día a día de una chica normal en el peor año de su vida. ¿Conseguirá escapar de sí misma? Copyright © 2014, 2015. Todos los derechos reservados.