Capitulo 27: "Dolor"

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Una lenta melodía me transportó a un escenario completamente distinto, donde ya no existía dolor ni ningún otro sentimiento. A partir de ese momento ya no me importaría nada, absolutamente nada.

Me desperté sobresaltada y  sentí un leve tirón en mi sien que me provocó un intenso dolor de cabeza. Al intentar levantarme de la cama pude ver las sábanas teñidas de un color carmín, era mi propia sangre. En mi cuerpo pude notar los cardenales que muy pronto saldrían. Ni siquiera podía moverme con facilidad, todo mi cuerpo ardía y mucho más mi entrepierna.

Me metí en la ducha y dejé que el agua caliente aflojara mi cuerpo. Lavé mi cuerpo miles de veces hasta borrar todo signo de Will tratando de eliminar mi sangre y cualquier rastro de lo que dejó Will en mi cuerpo.
Me quedé ahí hasta que mi cuerpo comenzó a temblar por la temperatura y me vestí con unos pantalones flojos y una sudadera sobre una camiseta de tirantes que encontré en el armario.

Al entrar en la habitación no pude evitar recordar lo que Will hizo y al instante imágenes de la noche anterior llegaron a mi mente, las lágrimas escaparon de mis ojos y mis sollozos se convirtieron en gritos que resonaron por toda la habitación.
Will había vuelto a violarme pero esta vez fue peor y jamás lograré perdonarlo. Se había convertido en un monstruo.

Pasos se acercaban rápidamente y la puerta se abrió dejando entrar a Helena con una bandeja del desayuno y un bote de pastillas.

Se acercó a la cama y su expresión se convirtió en una de dolor al ver las sábanas con mi propia sangre. Dejó la bandeja en la mesa de noche y me abrazó. En ese momento pude darme cuenta de lo mucho que extrañaba a mis padres, a Chloe, a mi hermano; y por solo un momento intenté sentirme en paz y poco querida.

- Necesito que me ayudes a salir de aquí ... Helena, por favor. - rogué buscando salir de esa prisión en la que me encontraba prisionera.

- Lo siento mucho _____. Pero no puedo hacer tal cosa, el señor podría dejarme en la calle y necesito mucho el dinero. - dijo con mucho pesar, la abracé aún más fuerte al saber que jamás lograría librarme de Will.




~*~



A la hora de la cena, Will entró en el comedor y me miró fijamente. Su mirada me dejó inmovilizada e inquieta, quería saber si estaba furioso, feliz, satisfecho, ... pero no había nada. Su expresión estaba absolutamente en blanco y no podía ni siquiera imaginar lo que estaría pensando en este momento.

Aparté la mirada y me concentré en el plato que tenía justo enfrente. Sentí como se desplazaba por la habitación y como mi cuerpo reaccionaba a su presencia. Fue cada vez más consciente de lo asustada y nerviosa que me encontraba.

Se sentó frente a mí y Helena se acercó a servirle su cena.

- Ya te puedes ir Helena - " no me dejes con él" rogué en mi mente.

- Enseguida señor - "fue en vano"

Rápidamente Helena abandonó la habitación y yo empecé a temblar inconscientemente cuando Will se acercó a mí para rozar sus dedos contra mi mejilla aún dolorida.

- Quiero que vayas a mi habitación y me esperes despierta - espetó sin ninguna emoción.

Quería esconderme, hacerme la dormida, pero sería inútil Will me tomaría otra vez. Me metí en la ducha, otra vez. Tratando inútilmente de borrar lo que me había hecho, intentando en vano pensar que quizás, solo quizás esos recuerdos desaparecerían de mi mente.

Salí con mi pijama tratando de estar lo más cubierta posible y encontré a Will esperándome sobre la cama.

- Acércate - su voz me sacó de mis cavilaciones y me puse tensa al instante. - ¡Ahora! Gritó al ver que no respondía.

Me acerqué con pasos lentos y me coloqué frente a él. Will extendió su mano e inmovilizó mi cuerpo cuando me tiró sobre la cama y se colocó a horcajadas sobre mi cintura.

Comenzó a recorrer todo mi cuerpo con sus manos, ya imaginaba lo que pasaría e inmediatamente me relajé esperando que terminara pronto. Will acercó su boca a la mía pero le hacía la cobra una y otra vez, me desnudó al igual que él y me poseyó.
Al terminar se vistió nuevamente y salió de la habitación dejandome sola.

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