Capítulo 14: Un par de locos.

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Mario se despide de mi agitando su mano mientras que Sebas me guía hacia su carro. Abre la puerta y antes de que me suba me pone un pañuelo en los ojos impidiendome ver.
-¿Y esto?
-Te dije que es una sorpresa, preciosa.-dice dándome un beso en la mejilla.
-¿No puedo ver ni tantito? -insisto.
-Ah-ah, nada de nada. -dice mientras me mete al auto y cierra la puerta.

Lo que me parece ser una eternidad más tarde Sebas anuncia que ya llegamos. El trayecto fue raro ya que con el pañuelo en los ojos no disfruté de mucho, solo de la voz de Sebastián en cada canción que elegía. Me baja del auto y siento una cálida brisa.

-¿En dónde estamos?
-También es sorpresa, preciosa. -hago un puchero esperando que acceda a responderme.
-Y no, tus caritas bonitas no me van a convencer.
-¿Ni un poquito?
-Ni un poquito. -dice dándome un pequeño toque en la nariz. De pronto un recuerdo llega a mi mente.
-¿Me quieres? -le pregunto triste.
-Te amo preciosa, ¿por qué lo preguntas?
-Es que recordé un vídeo, el que es para Sofí, ahí dices que siempre haz sido apresurado con las sorpresas con las personas que de verdad quieres.
-Tu y Sofí serán las mujeres de mi vida, sólo que esta vez quiero hacer la sorpresa bien, no creas que no me muero por ver tu reacción, pero solo espera un poco más.
-Nunca me ha gustado esperar. -digo cruzando los brazos.
-A mi tampoco, pero aquí estamos, juntos después de que toda nuestra vida estuvimos esperando encontrar el amor. Solo espérate un poquito, mi amor. -me abraza y me susurra- Ah, por cierto, nunca vuelvas a dudar que te amo.
-Estoy muy segura de que no hice ningún pacto con el diablo, siempre he sido una chica más entre el montón, ¿qué fue lo que hice para merecer esto? Eres lo mejor que me ha pasado en mi vida.
-La verdadera pregunta es ¿que tuve que hacer yo para encontrarte? Eres simplemente increíble, tienes locos a todos en la casa, traes loco a tu mejor amigo, ¿No te haz preguntado el por qué? -intento explicarle que no traigo "loco" a Chris pero me limito a negar con la cabeza. -Pues por que eres perfecta _______, eres jodidamente hermosa, tienes un corazón tan puro, tu sonrisa hace que quien la vea sonría también, y mil cualidades más, pero tú estás empeñada en no notarlas.
-Por primera vez no estoy llorando como tonta, eso es culpa de este pañuelo, ¿y si me lo quitas? -Sebastián siempre me hace sentir la mejor chica de este planeta, pero yo no quería hablar de eso, no con tantos recuerdos diciéndome que no lo soy.
-No, preciosa. ¿Cuando dejarás de evadir el tema cuando se trata de ti y lo hermosa que eres?
-Cuando esté segura de que lo soy. -confieso.
-Agh, _________. -pude imaginármelo pasando una mano por su cabello.- Tenemos mucho que hacer, yo te voy a mostrar lo perfecta que eres. -me jala hacía el. -Vamos, ahora hay mucho más por hacer.

Me guía por unas escaleras y el sonido de lo que me parece es una cascada llega a mí.

-¿Estás lista?
-Supongo que sí. -digo con una pequeña sonrisa. Sebastián me quita el pañuelo de los ojos y veo una hermosa cascada, detrás de nosotros hay una pequeña cabaña y un sendero lleno de rosas. Es tan increíble. Siento como una sonrisa se forma en mi rostro.
-¿Y entonces? -dice Sebas con una sonrisa de oreja a oreja, sus ojos tienen un hermoso brillo.
-Es...wow... Es tan lindo. No tengo palabras para describir lo mucho que me gusta. Gracias. -digo dándole un beso.
-Amo cada que sonríes, te quiero tanto _______. -me da un abrazo de oso y yo sigo sintiendo esas maripositas que sentí desde que lo abracé por primera vez.


-¿Lista? Uno... Dos... ¡Y tres! -ambos brincamos desde una roca muy alta y nos sumergimos dentro de esa cristalina agua. Al parecer Sebastián lo tenía todo planeado, dentro de la pequeña cabaña había un bikini para mí, además de que había una pizza en forma de corazón, todo era perfecto, sin duda el es mi persona favorita.
Al salir a la superficie siento como soy salpicada de agua por Sebas así que yo también me pongo a aventar agua sin sentido, cualquier persona que nos vea estaría en todo su derecho de juzgarnos como un par de locos.
-¡Ya, ya! ¡Para! Tu ganas preciosa. -dice el limpiando sus ojos mientras que yo sonrío con satisfacción.
-Yo siempre gano. -le reto.
-Eso sí que no, te deje ganar, es obvio. -dice demasiado "indignado" y yo rio con todas mis fuerzas.
-¿Estás seguro de lo que acabas de decir? -le digo poniendo mi mirada lo más "retadoramente" posible.
-Pues claro, preciosa, yo te gano hasta con los ojos cerrados.
-¿Ah si? Yo quiero ver eso.

¿Destino o Casualidad? «Sebastián Villalobos y Tú»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora