Capítulo dieciocho: Llegada para engañar.

4.1K 348 116
                                    

Capítulo dieciocho:

Pov ___

-Sientes curiosidad?-Pregunté, sonriendo con tristeza, recordando mis expresiones de ayer con Ciel. Edward asintió, sin la menor sospecha de que todo era una farsa.-Quisiera saber mi historia?

Él me miró dudando, pero finalmente asintió.

Y ahí expliqué, imitando exactamente mi estado de ayer, la historia que Yana me confío y que con Ciel perfeccione: Yo con un año de vida siendo secuestrada, haber sido maltratada, hace poco ser rescatada por él que ahora es mi patrón, enterarme de que la familia a la que tanto anhelaba abrazar y volver a ver habían fallecido trágicamente en un atentado y saber que no sería fácil poder hacer que acepten quien soy; ____ Hunter, la última heredera de la familia y la vizcondesa Hunter.

-Así que tu eres la única Hunter...-Dijo Edward sin saber muy bien que decir o hacer. Yo asentí.-Deberías heredar el título que te pertenece!

-No me rendire y lucharé por lo que me pertenece!-Dije determinadamente.-Aunque necesitaré a gente que crea en mi... los encontraré!

Él me miro con comprensión.

-Cuando vayas a hablar con la reina, si necesitas algún nombre, di entre los que tengas el de Edward Midford, como un principal caballero de la reina que soy, mi palabra te ayudará.-Dijo él con su sentido del deber.

Eres demasiado caballeroso Edward, no has dudado de mi ni un instante. Pero...

-Gracias.-Dije con una sonrisa sincera de agradecimiento. Aunque era falso lo que había contado, mi agradecimiento no.

Él fruncio el ceño con las mejillas algo rojas y desvío la mirada.

-Es mi deber ayudar a damisela que lo necesiten, como un caballero que soy.-Dijo él. Sonreí, Edward era en cierta forma adorable.

-Tenías que ir a algún lado?-Pregunté, a lo que él se sorprendió.

-Cierto! Tengo que ir a la mansión Phantomhive...-Dijo Edward levantándose del banco al que nos habíamos sentado y acercandose a su caballo gris. Me puse a su lado.

-Un placer, Edward Midford.-Dije sonriendo amistosamente. Él me miro con un poco de tristeza.

-Espero que acudas a mi para cuando vayas con la reina. El placer es mío ____ Hunter.-Dijo para luego subir a su caballo y partir.

Iría a la mansión Phantomhive... Algo me decía que no era buena señal y que algo no andaba bien.

Pov Ciel

-Y cuál es tu respuesta, Ciel?

Toda la habitación quedó en silencio y tensión, me miraban expectantes todos, incluso Sebastián.

Mi mente trabajaba a toda velocidad, evaluando los pros y los contras.

Sin duda era demasiado joven para casarme, tampoco me resultaría cómodo que Elizabeth estuviera vagando de un lado para otro por la mansión, las veinticuatro horas al día, tres cientos sesenta y cinco días al año.

Sacaría algo bueno aceptando esta proposición...? No veia nada de mi interés, quizás ahorrarme un disgusto con la familia...

Como podría beneficiarme si acepto?

Mi cabeza ahora sólo era una máquina fría de analizar.

En el hipotético caso en el que... ___ no viviese aquí, o simplemente imaginar mi antigua rutina de siempre, como sería mi rutina diaria con Lizzy?

De sólo imaginarlo me recorría un escalofrío por la espalda.

El rostro de ___ vino a mi mente. Mi vida diaria sin ella me resultaría tan nefasta... Lo que me alegraba el día eran los momentos que compartía con ella, nuestras conversaciones, los juegos y sus besos. Ahora era una necesidad.

Llegada para jugar. 《Ciel Phantomhive y tú》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora