Entre aquellas delicadas sábanas blancas se encontraba ella. Tenía el maquillaje corrido de la noche anterior y la almohada llena de pintalabios.
"¡No vuelvo a beber!", había gritado a pleno pulmón; a las cinco de la mañana.
12:34
Se levantó, perezosa. Emprendió su corto camino hacia la cocina. Ansiaba cafeína. Bebió taza tras taza. Contó cuatro, quizá cinco.
Abrió su libreta y dejó la página en blanco.
Estaba hundida en un vacío emocional. Todos lo llamaban "el pozo", pero ella no lo veía así. Ni siquiera lo veía.Lluvia. ¡Qué nombre más triste! Sus padres sellaron su destino al inscribirla así en el censo. Nunca se había sentido cómoda con él, aunque poco a poco llegó a acostumbrarse.
13:42
Notaba el alcohol todavía corriendo por todo su sistema sanguíneo.
Encendió un cigarrillo, el penúltimo. Y maldijo cada una de las copas y chupitos que había tomado.
16:12
Observó a través de su ventana, parecía que el mismísimo océano estuviese cayendo del cielo.
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Lluvia.
RandomElla sabía de lo que hablaba. Calzaba en prosa y sentía en verso. Besaba las tormentas pero estaba reseca de sentimientos. No sabía usar brújulas que orientasen su vida. "Y así me va", susurraba.