Capítulo 2.

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Camila POV.

Cinco meses después.

He cumplido los dieciocho hace un par de semanas. Cumplir los dieciocho en realidad son más cargos de responsabilidad, pero sólo el poder ir a un programa de televisión donde puedo ver a mi ídola durante probablemente más de tres horas, quieras o no, mola. Así es, he cumplido dieciocho pero mi mentalidad aún es la de una cría.

Y mi mentalidad ahora solo quiere conseguir entradas para ese maravilloso programa solo por el hecho de que está Lauren Jauregui. Mi plan era conseguirlas sin que mis padres se enteraran y así, si no me dejaban ir, ya sería tarde porque yo ya tendría las entradas. Y ni de coña las iba a vender.

Quedaba todavía poco menos de un mes. Mucha espera para mí, en mi calendario iba tachando los días. Cada día que pasaba era más tensión acumulada en un cuerpecito como el mío. Quería que llegara el día. Tenía que ser muy paciente, cosa que se me daba de pena.

Los días fueron pasando. Quedaba una semana, llegó la hora de decirle a mis padres. Obté por contárselo a mi madre primero, ella es más liberal y entre ellos dos sería quien me comprendería más. Contando que ninguno me comprendería de ninguna manera. Vamos, que mi madre es la que daba menos bronca. Entré en la cocina, ella estaba haciendo la comida.

-Mamá.

-¿Qué cariño?- Dijo sin mirarme, concentrada en lo que estaba cortando.

-¿Podemos hablar?- Me sonó raro que eso saliera de mi boca de una manera tan.. formal, seria.

-Ahora no puedo, ¿no ves que estoy ocupada?

Qué maja ella, ni que estuviera pelando el pepino de su vida. Me fui a mirar el móvil, por twitter había conocido a otra fan de Lauren Jauregui muy maja, desde el primer momento me cayó bien. Hay gente que dice que si no la conozco es imposible ser amigas y también hay gente que no piensa,.. espera, son las mismas. Había quedado con ella para ir juntas al programa, nos encontraríamos ahí. Y habiamos hablado miles de veces sobre ello. Ella no tenía tantos problemas para decírselo a sus padres, prácticamente ninguno, vivía en Madrid y yo en Barcelona.

Tenía un whatsapp de ella. 

-Oye, al reconocernos en la salida del programa, ¿qué hacemos? ¿Cómo nos saludamos? ¿Con dos besos?

Qué tonta es. Tecleé

-No sé tú, pero cuando te reconozca iré corriendo hacia ti y te daré el abrazo más grande del mundo.

-Ah bueno, es que yo estaba dudando si darte el abrazo más grande del mundo o el más grande del universo.

Como he dicho, tonta. Una tonta a la que quiero mucho.

-¡La mesa!- Gritó mi madre.

Dejé mi móvil tirándolo al sofá y empecé a poner la mesa para dos, mi madre y yo. Mi hermana mayor Sofia estaba de vacaciones con sus amigas, espero que se lo esté pasando bien. Pero a mí no me faltaba mucho para viajar. Puse los cubiertos, agua, servilletas.. llegó la hora de la comida. Y ahora sí, saqué el tema.

-Mamá, lo que te quería decir antes...

-Ah si, a ver qué has hecho.

Lo dijo un poco bromeando, pero la broma se iba a acabar dentro de poco. Metí mi mano en el bolsillo y saqué la maravillosa entrada. La puse sobre su mano. Primero ella no comprendía, se la acercó y le cambió el rostro.

-¿En serio? ¿Vas a ir a "La voz"? ¿Y no me has dicho nada? Sabes lo que me engancho yo a ese programa.- Eso era verdad, mi madre estaba enganchada totalmente a ese programa, por mí, claro.- Ahora no tendrás otra entrada por ahí para mi, ¿no? Porque s..-

-¡Mamá, mamá, mamá!- Se calló.- Voy a ir yo, sola.

-¿Qué?- Pasó un momento- ¿Cómo no has avisado antes? Pero si yo ese día no te podré llevar. Tendrás que hablar con tu padre pero.. ¿no tenía el coche en el taller?

Mi madre había algo que no entendía.

-Mamá, a ver, el plató está en Madrid.- Puse una mueca preparándome para lo que venía.

-¿Cómo? ¿Y con quién piensas irte? ¿Con qué piensas pagar el avión?- Esto se acercaba a la reacción que esperaba.

-El avión ya está pagado, mi cuenta se ha quedado un poco seca. E iré sola durante el vuelo, cogeré un taxi y me dirigiré al plató donde se encontrará Dinah.

Preferí soltarlo todo de golpe. Mi madre se quedó de pasta de moniato supongo que intentando captar toda la información, cosa que a ella le cotaba a veces.

-Ni de coña, sola en un avión. Já. Qué imaginación eh.

-Mamá a la tita la dejasteis cuando aún era menor de edas y mucho más lejos de Madrid, eh.

-P-pero eso era diferente.

-No era diferente. Ella se iba a ver a su pareja a la cual amaba y ama, es algo parecido.- Hice una cara con una sonrisa forzada hecha a propósito.

Salir del armario en realidad nunca he salido. Mas bien mi madre me sacó cuando yo aún estaba dentro y en pelotas (seguimos hablando en sentido metafórico). Todo fue por mi culpa, por hacer cartas de amor que nunca llegan a tu amor y donde pone el sexo de tu amor. Bien. Las cartas estaban más que escondidas pero no me preguntéis cómo las pudo encontrar. Seguimos.

-Qué morro tienes. ¿Cómo se lo piensas decir a tu padre?

-No se lo voy... no se lo vamos a decir.-Corregí.

Se me acababa de ocurrir, estaba poco pensado, pero aun pensándolo mejor era perfecto. Mis padres están divorciados y tengo custodia compartida. Una semana con mi madre y otra semana con mi padre. Mi madre seguía con la misma cara.

-Voy a estar tres días en Madrid. Si viene papá a visitarme, que lo dudo, le dices que estoy en casa de una amiga, ¡y ya está!- Me emocionaba yo sola de pensarlo. Todo era perfecto.

Vale, no me preguntéis cómo, pero lo conseguí. Dios mio. La impaciencia me mataba. Creo que ésta era mi mayor locura.

La suerte de mi vida. (Adaptación Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora