Nuestro Cielo

Uno.

Querido diario:
"Hoy es el primer día de clases. No puedo creer que este tan cerca pero tan lejos de dejar este pueblo, solo dos años más.
Estos han de pasar rápido, debido a que tengo que planear mi futuro entero y no tengo tiempo de hacer niñedades. Nada de fiestas, nada de salidas, nada de amor... Bueno de eso no me debo preocupar ya que todos en la escuela son unos idiotas.
Nicole me esta llamando, tengo que alistarme antes de que entre en una crisis nerviosa.
Con amor, Sally."

Salgo disparada al baño a tratar de hacer lo mejor que pueda con mi cabello. No es algo tan difícil porque es muy liso, quizás demasiado para mi gusto. Lo más rápido que puedo hacer es una coleta, pero tengo el presentimiento de que es algo muy simple. Nada que un conjunto presentable no pueda arreglar.
Salgo del baño y voy directo a mi closet, -¿Que me puedo poner?- Digo en voz alta, se nota la desesperación en ella. Termino eligiendo unos jeans claros altos , una camiseta blanca que dice "Are you talking to me?" y unos par de tenis. Sencilla pero presentable.

Bajo a toda velocidad para poder comer algo antes de que Nicole me venga a buscar, entro a la cocina saludo a mi madre con su nombre de pila - ¿Que tal, Rose?- Odia que le diga así y solo alcanza a decir. - Hay huevos, tostadas y jugo.-

Agarro mi almuerzo, una tostada y mi mochila. Me despido con un beso de mi madre. - Que tengas un gran día cariño.- me dice con su mejor cara de amor sincero.

Salgo y ahí esta Nicole y su hermoso descapotable rojo, muy cliché de su parte. - ¿No había uno amarillo pollito?- digo en tono burlón.

.- Sube ya que vamos tarde.- dice mientras frunce el ceño.
.-Cariño, las arrugas, por favor.- digo mientras subo a el carro, nos saludamos con un ordinario beso en la mejilla y arranca. Vivo a unos 15 minutos de la escuela secundaria Pacific Rain, y a penas son las 7 y el timbre suena a las 8. Creo que mi amiga es algo compulsiva. Le buscaré ayuda profesional urgente, un día de estos le gritara a el director por llevar un saco marrón y pantalón beige.
Al aparcar el carro sé que ya es hora de enfrentar la realidad. No puedo decir que he sido una estudiante de excelente calidad en los últimos años, pero este año sera diferente. Nada se interpondrá en mi camino. Lo mas gracioso de esto es que literalmente estoy en el suelo por un ponto poste que se metió en mi camino. Quizás sea una señal del universo, ahora todos están viendo con su mejores caras de burla, pero por alguna razón no lo tomaron en cuenta. Me levanto y finjo mi mejor demencia aunque del golpe me duele la cabeza, pero tengo que permanecer como nada.

Mientras camino los pasillos para encontrar mi casillero solo logro concentrarme en dos cosas; uno, este dolor es horrible y dos, en que Nicole esta desesperada por tener un novio. No veo para que quiere novio ahora mismo y no creo que lo quiera por las razones normales. Es mi amiga y todo, y por ello tengo el derecho de decir que es una perra, no una cualquiera pero si lo es.
Dejo mis cosas en el casillero y veo mi reloj. -¡Mierda!- digo en voz baja mientras cierro el casillero de un golpe. Tengo que correr, tengo clases de química y el Sr.Jeferson no es un ser humano tan agradable y muy delicado a la hora de dar su clase. Literal ni sacarle punta al lápiz se puede en su clase, grita y te saca de clase. Prefiero llegar antes que el y no morir de la vergüenza si me llega a gritar por llegar un 1 minuto tarde.

Cuando entro al salón observo que cambiaron los mesones de madera por unos de metal y con la vista de la venta panorámica le un toque de profesionalismo al salón. Me siento en la oficina de Christian Grey. Veo que todos pensaron igual que yo en llegar temprano y solo queda un asiento justo en el medio del salón junto a un chico que no era para nada feo. - No pienses en esas cosas.- pienso rápidamente. No puedo pensar en estas cosas, no este año. Observo que le tiran aviones de papel al chico, muy maduros de su parte . No podía ser otro que Chad Nicols, capitán del equipo de fútbol, cerdo con honores y cabeza hueca. Yo me tomo la libertad de pensar si el están cliché no quiero pensar en la pobre vida que debe llevar su madre viviendo con esa bestia.
Me dirijo a tomar asiento junto a este chico y le tiro una mirada nada normal a Chad, este deja de hacer sus ridiculeces y se pone a hablar con Peter otro compañero de equipo. Procedo a sentarme y me dirijo hacia este chico.
-Hola, mi nombre es Sally.- digo con demasiado entusiasmo, creo que lo espante.
-Hola, si lo sé, mi nombre es Sky.- me dice muy tímido, y no puedo dejar de pensar en lo lindo que tiene los ojos. Son un azul rey espectacular y su cabello negro le da un toque clásico a su apariencia.

En eso entra el Sr.Jefeson, muy estresado -Buenos días, señores, espero que estén cómodos donde estén sentados por que ese sera su puesto permanente de ahora en adelante.- dice con voz muy seria, volteo y veo a Sky y le digo burlona
.- Al parecer vamos a pasar mucho tiempo juntos.- y él solo me responde con una sonrisa y no puedo evitar sonrojarme