El susurro - Harry Styles - One Shot

Parte 1

Sería todo tan bonito si las estrellas aun tomaran sentido cuando las viese, sería tan bonito despertarte con ganas de ser feliz, sería tan bonito no depender de alguien.

Es tan bonito ser persona, pero es tan mala la vida.

Treinta años hacen ya, cuando me despertaba soñolienta en sus brazos y me acariciaba mi espalda desnuda con sus manos callosas, cuando se levantaba antes que yo y me preparaba el desayuno y llenaba el jarrón de flores del campo, cuando nos comimos la comida en la cama y las mantas nos arropaban suavemente, cuando íbamos a pasear por los campos de margaritas, cuando íbamos a caballo, cuando me llamaba por mi nombre o me decía "cariño" y yo me estremecía , sus abrazos, cuando hacíamos el amor a plena luz del día y yo podía ver esos rizos en su pecho que me hacían cosquillas en las orejas, su pasión cuando nos uníamos, cuando nos bañábamos juntos,.. pero siempre hay peros que destroza el final.

Fue un día que estábamos paseando a los caballos, habíamos hecho una ruta pequeña porque yo iba a dedicarme hacer un pastel, cuando nos encontramos a tres caballos del ejercito de Londres. Nos dijeron que se había iniciado la guerra en Gran Bretaña y que Harry tenía que ir con ellos, estaban reclutando a hombres para que luchasen. Me acuerdo como cogió mi mano y la estrecho y cuando yo subí mi mirada me encontré con unos ojos verdes mirándome, observándome, analizándome. Con sus ojos brillando me susurro " te quiero". El general nos dijo que teníamos veinte cuatro horas para despedirnos, y así lo hicimos. Cuando se fueron, ni Harry ni yo dijimos nada, yo prepare la comida y prepare la mesa mientras él estaba en el sofá, madamas le podía ver la espalda, y por lo que se veía estaba en tensión ya que su hombros yacían rígidos, me dirigí hasta él y coloqué mis manos en sus hombros, y es como si hubiese tenido una barita mágica, su s músculos se relajaron, su cabeza subió hasta mirarme, y susurro un " lo siento" y de sus ojos comenzaron a caer pequeñas gotas, y yo seguí. Me acurruqué con el y le besé.

Nos fuimos al dormitorio y me hizo el amor muy cariñosamente. A la mañana siguiente no había desayuno ni había flores en el jarrón y Harry no estaba, estaba en el establo con mi yegua "Triana" acariciándola y peinadora, me acerque a el y le bese la nuca, su bello se erizo y yo deje escapar una sonrisa triste, que iba hacer sin mi Harry...

La mañana se pasó en caricias, besos y promesas, que yo sabían que eran desde el corazón pero que no se iban a cumplir. Y cuando no nos dimos cuenta habían venido los soldados a por Harry y su caballo. Me dio su cruz, la cruz que le había regalado su abuela, para la buena suerte. Al tan punto de histeria caí rendida al suelo llorando desconsoladamente mientras veía a Harry irse con la cabeza baja en caballo.

Desde ese día no lo volví a ver, desde ese día no tenía sentido nada, estaba en el medio de la nada. Hoy hace treinta años que le obligaron a dejarme, treinta años que no soy feliz, treinta años que me despierto en las mismas sabanas que habían sido tan suaves y cómodas, ahora parecían que tenían zarzas, treinta años con un maldito sueño y veintiocho años que me llego una carta de color rojo, donde ahí me quitaron mi razón de vivir, mi fe, mi persona , razón, me lo quitaron a él.

Se puede decir que cada día me pregunto que como es que las personas que son buenas y son felices la vida les puede quitar eso que más aman y desean, y nadie sabe la respuesta.

Pero de todo esto aprendí una cosa muy valiosa que para ser feliz una se tiene que esforzar, por eso yo estoy aquí camino hacia el cielo para estar con mi ángel, mi razón que era antes para vivir, y ahora es para amar. Porque poder ver sus ojos brillantes de color verde y su sonrisa que alegra mis días, vale eso y mucho más.

Porque el pero no ha destruido nuestro final, porque este no es nuestro fin, esta es nuestra historia. Por qué no hay peros que valgan.

Espero que les haya gustado tanto como a mi escribirlo. Muchos besos...