Capítulo 1: La vieja cuarentona.

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Aquí estaba en mi Bentley GT atorada en el maldito tránsito, llegando nuevamente tarde a clases. Finalmente a cabo de una puta hora llegue a Oxford perdiendo la primera clase del día y maldiciendo al no ver al profesor más guapo de esta Universidad.

- Hola perra, llegando tarde de nuevo.- Y a quien menos quería ver apareció y recordando que me perdí la clase del profesor más guapo de esta mierda.

Y voltee para encontrarme con mi compañera de clase Sarah Johnson.

– Que fue idiota, si se me hizo un poco tarde- le dije un poco cansada.

Me senté en una banca a esperar mi próxima clase. Pero que chicos tan guapos estudian en esta mierda, debería de coquetear con unos para salir este fin de semana, ya que el fin de semana pasado me la pasé viendo películas y extrañando a Andrew, aun no sé cuándo llegara pero mierda lo extraño.

*Ring Ring* llego la hora de entrar a la próxima clase, detesto a la vieja cuarentona esa que lo único que se la pasa es causando ruidos para mis oídos, ojala y le pase un Tsunami y se la lleve lo más lejos posible de Inglaterra para satisfacerlos.

De pronto sonó mi iPhone 6, ¿quién mierda será ahora? Y vi en mi identificador que era Amber, conteste a ver qué pasaba.

- Hey Amy, ¿estas ocupada?- Algo querrá no llama mucho.

- Hola Am, digamos que sí, estoy en clase, ¿Qué ocurre? – Le respondí en susurro para que la vieja cuarentona no me escuchara.

- Amy solo llamaba para pedirte que almorcemos juntas, ¿qué dices? – Levante la vista para ver a la vieja que me miraba con el ceño fruncido.

- Claro que sí, hablamos luego Am. Tengo un asunto que atender – Dije colgando la llamada para mirar inmediatamente a la vieja.

Guarde mi celular en mi bolsillo, esperando que la puta vieja me dijera algo para tirármele encima y dejarla sin sus tetas.

- ¿Que cree que hace señorita Wood? – dijo mirandome aun con el ceño fruncido.

- Hablando con mi mejor, ¿tiene algún problema con eso vieja? – Le dije molesta

- No tiene permitido faltarme el respeto y mucho menos utilizar el celular en clases.

¿Y esta que se cree? Yo puedo hacer lo que me dé la gana. Aparte, es una vieja, tenía que decírselo.

- Mire vieja ridícula, cállese y déjeme escuchar la clase que paró por algo innecesario. Así que... Adelante, cause ruido para mis pequeños oídos.

- Señorita Wood, a detención, ahora.- dijo furiosa señalando la puerta de salida.

- Ni ganas tenía de escuchar su "interesante"-dije haciendo comillas con los dedos- clase, que pase una linda tarde vieja cuarentona.

Agarré mi mochila y mis libros y me dirigí a la puerta de salida sin antes voltear a donde estaban los alumnos y gritarles:

- LA REINA SE VA PUTOS. – E hice mi salida triunfal del aula.

Fui a detención y "escuchar" lo que me dirían, al entrar y sentarme en una silla de atrás, cuando voltee mi mirada al chico de alado y supe con quién pasaría mi fin de semana.

- Dios, pero guapo. – Pensé en voz alta.

Mierda pero soy una idiota, el chico volteo y me sonrió, y dios pensé que Zac Efron estaba en New York, este chico sin duda pasaría conmigo varios fines de semanas.

Luego de escuchar los sermones del profesor de detención y dejarnos libres, llame a Amber para quedar el lugar de nuestro almuerzo y acordamos en el restaurant de siempre. Y me dirigí al estacionamiento donde está mi vehículo que mi padre me dio de regalo 18, me subí al coche a encontrarme Amber.

Luego de que el transito fuera más leve que el de esta mañana llegue a tiempo en el restaurant, al entrar vi a Am sentada en unas de las mesas, y recordé a Andrew y cuanto los extrañaba.

El restaurante era hermoso. Algo acogedor, tenía flores artificiales cayendo del techo, un aroma rico a frutillas, las mesas tenían un florero de decoración y unos manteles que hacía juego con el color del lugar. Sin descartar que los meseros estaban bien buenos.

-Hey Am, te extrañe – Dije para que se relajara.

Que haría yo sin esta chica que está sentada frente mí, y sin Andrew, mi vida sin ellos no tendría sentidos, estos locos son mis hermanos sin duda.

-Hola Amy, también te extrañe – Diciendo eso beso mi mejilla con tanto cariño como suele hacerlo.

El mesero tropezó y me derramo el agua encima chispeando a Amber, oh, sin duda este no ha de ser mi día.

- Pero que te ha pasado idiota, fíjate – Me levante gritándole, pero dios ese chico esta guapo y también sin duda pasaría unos días conmigo.

- Lo siento, iré por unas toallas – Dijo yéndose.

Bradley Cooper quedo feo delante de este chico. Si no fuera tan lindo ya lo hubiera maldecido y golpeado, desquitando todas mis rabias con él.

Llegando el chico con las toallas, me fui al baño a secarme, agradezco que en el coche tengo ropa, sí, soy una de esas rubias que tienen ropa en su coche.

Luego de secarme y poner ropa seca de mi coche, salí del baño para almorzar con Amber, pero saliendo me encontré de nuevo con el chico guapo.

- Lo siento – Dijo dándome su mano - Soy Gabriel Harrison.

- Soy Amy Wood – Dije estrechando su mano.

- Eres muy guapa Amy, ¿estudias en Oxford o me equivoco? – Dijo el con una sonrisa en su labios.

Sé que soy guapa chico, y sin querer me ruborice. ¿Cómo coño sabe que estudio en Oxford?

-Gracias Gabriel, tú también eres guapo si estudio, ¿Cómo lo has sabido? – Dije.

- Te eh visto por los pasillos – Dijo.

Luego de varios minutos hablando y cuadrando para salir a una fiesta, me acorde que deje a Amber sola en la mesa.

- Gabriel eh dejado a mi amiga sola, me tengo que ir – Dije dándome la vuelta para irme corriendo donde Amber que estaría furiosa por la demora.

- ¿Pero me puedes dar tu numero antes, Amy? – Dijo, con prisa antes de dejarlo solo.

Y como no darle mi número a este chico guapo que hasta su nombre va con él, y Bradley Cooper quedo feo delante de él.

Luego de llegar a la mesa y encontrarme con Amber furiosa, levante mis hombros como si nada pasara.

Hablamos de todo, nuestros padres, su trabajo, la universidad, las fiestas que se aproximan, hasta que se nos hizo tarde y decidimos irnos a nuestro apartamento, que no es nada sin las locuras de Andrew, ¿cuándo volverá ese chico de Alemania?

Llegamos al apartamento luego de un par de horas. Me metí rápidamente a la ducha para luego hacer algunos trabajos que tenía pendiente.

Me encontraba ahora mismo terminando el trabajo, por fin ya acababa, cuando mi celular vibró avisando que un mensaje acababa de llegar, lo agarré para ver quién era y...

¡WOW!

Giros del Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora