"¡Iris! ¡Iris! ¡Por favor! Responde, ¡respira dios! Quédate conmigo...
Pronto llegaría la ambulancia y yo la sostenía en mis brazos como podía."
Días antes...
El verano había llegado a Nueva York, cada día que me levantaba pensaba que tenía que tener un cambió para mí. Soy una persona la cual le fascina armar historias en su mente, soñar, idealizar y eso en este momento era lo único que me llenaba el alma. En mi adolescencia había tomado por un tiempo clases de teatro y lo máximo que había llegado a hacer de emocionante era un cortometraje que ya ni recuerdo de que trataba. La verdad es que quería algo más para mi vida y aquí en esta bendita ciudad no iba a conseguirlo. Como todas las mañanas decidí llamar a Iris, una amiga con la cual podía hablar de lo que se me ocurriera, somos bastante parecidas y por ello habíamos tenido química ni bien nos conocimos en mi último trabajo. Iris es una chica con personalidad, lo digo porque a la hora de vestirse realmente no le importa lo que lleva puesto, se lo pone a gusto sin estar pendiente de lo que pueda llegar a opinar otro. En cambio yo, no soy así, ella siempre me incentiva mucho a ponerme lo que me gusta y sin importar la mirada de alguien.
A Iris le queda todo bien, tacos altos o zapatos bajos, Pantalones del color que se le pueda ocurrir,remeras con brillos y sin brillo ¡que más!, lo que venga se pone y todo le va bien. Recuerdo el último color de pelo que uso hace un tiempo atrás, un colorado que con su tez tan blanca y ojos verdes resalta por donde valla. Antes nos confundían mucho, si, es de no creer, pero si, por que yo tengo pelo oscuro con flequillo un poco al costado y¡cada mañana es incorregible! pero en fin, ella lo usaba igual hasta que cambio de color y corte.
-Hola iris
-Sara ¿Cómo va todo?
-Bien, te llamaba para saber cómo te preparas para hoy.-¡Oh Bien!
-¡Bueno, espero que rindas bien tu examen! Así podremos salir a festejar, te dejo tranquila, por la noche te llamo.-¡Gracias Sara! hablamos.
Me preparé un desayuno rápido, calce mis zapatillas, ropa deportiva y salí a correr por el parque. Más tarde debía encontrarme con mi madre a almorzar, siempre lo hacíamos una vez a la semana y había pensado contarle lo que tenía en mente. Ella ahora es más independiente y toma decisiones más a la ligera, quizás se debía a que haber terminado con su segundo matrimonio, tenía otra postura ante su vida y entendía que hacer lo que uno quiere es mejor hacerlo cuando está sólo. Yo hacía tiempo que eso, lo venía experimentado.
Mi madre ahora se ocupa más de ella, va a sesiones de masajes, salones de belleza y otras actividades más. Mientras estaba en el parque pensaba lo hermoso que es estar en este lugar, árboles, una laguna cristalina y el canto de los pájaros ¡es increíble! Sin dudas mi mejor terapia.
Me senté a descansar y sonó mi teléfono.
-¿sí?, mamá
-Sara querida, ¿cómo estás? -se escuchaba relajada.
-Bien, ¿ya has terminado?
-Oh, ¡estoy en eso! qué te parece si en diez minutos nos encontramos en el lugar de siempre.
-Bien, tardare eso en llegar, nos vemos ahí.Llegando al restaurante, mi madre ya se encontraba allí sentada ¿Por qué siempre la misma mesa? Era una pregunta que siempre estaba en mi cabeza,soy de esas personas que siente que cambiar cosas de lugar o no sentarse en un mismo sitio, en este caso, renueva la energía, en fin, quizás era hora de preguntarle.
-Hola mamá.
- En este momento te vendría bien un baño.
-Oh si pero la verdad no hacía tiempo ¿vengo de correr recuerdas? ¿Ya has ordenado?
-Sí, tu favorito.
El almuerzo había estado riquísimo, pregunté a mi madre porque siempre era la misma mesa y su respuesta fue que ahí había sido la primera cita con mi padre ¡que romántico! Bueno si se podía llamar padre porque la verdad jamás lo conocí y me había criado más su segundo esposo Roberts que el cobarde, si así le decía yo "cobarde", ya que nos había abandonado cuando yo tenía tres meses, prácticamente me crio sola
y Roberts fue poco padre, no porque lo hiciera mal, sino que yo estaba en mi último año de secundaria, me iba a vivir sola y no ejerció mucho su papel conmigo, pero de todas formas lo aprecio. Ahora venía la bomba...
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Decisiones del interior
RomanceSara Collins, una mujer independiente y estudiante de teatro, busca marcharse de Nueva York para cumplir un sueño en Londres. Cansada de que sus relaciones amorosas se deshagan y los pocos hombres que conoció en su vida la abandonen, promete cerrar...