Prólogo

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–¿QUÉ SE SUPONE QUÉ HACES ACÁ? –Me gritó señalando su cabeza como sí el simple hecho de preocuparme, de seguirla, hubiese sido lo más loco que he hecho, cuando mi intención era protegerla.

Desenfundó su arma, quitando el seguro de ésta con furia, gastando un cargador que traía con ella. Observé su melena dorada moverse con el brusco viento. Su expresión enfadada la seguía haciendo ver hermosa, pero realmente no era algo de enfocarme ahora mismo. Sentía miedo y, debería preocuparme mucho más, pero es que no tengo idea de lo que pasará ahora.
Ella mordió su labio inferior, girándose bruscamente. En ese momento estábamos solas, pues su grupo había escapado dejándola sola, a mi y a ella. Fueron unos cobardes. Yo y ella, contra un grupo de personas armadas. No tenía ni idea de quienes eran, pero en este punto comencé a sentir miedo al darme cuenta de lo que podría pasar justo ahora. Jalé de la chaqueta desgatada que ella portaba, buscando su mirada tranquilizadora. Aterrorizada estaba en ese momento, al sentir pasos apresurados correr por los callejones que conducían al centro, el callejón más grande. Este estaba completamente sucio. Escuchaba a los roedores pasearse por las cajas que contenían materiales de la pandilla de la chica rubia. Suspiré mordiendo mi labio inferior, sintiendo mi frente sudar ante el nerviosismo. Jalé de la chaqueta de la chica rubia nuevamente, pero ella no se giraba. Apuntó hacía el callejón de enfrente, su mirada fija en el punto de mira de su Glock-45. Moví mi cabello con nerviosismo hacía atrás.

– Ya vienen –Susurró ella, tragando saliva pesadamente–.

Escuché su voz algo ahogada, descubriendo rápidamente que estaba por sollozar. Me sentí débil, no queriendo hacer ningún movimiento. Joder, estábamos rodeadas, pero de quiénes, quiénes venían... esas eran mis preguntas. No sé que hacer, no tengo ni idea de sí debería de huir, pero sería peligroso y tampoco quiero dejar sola a Dinah. Tome una larga respiración, aún asustada.

Habían pasado unos segundos, estaba aún con miedo y un fuerte temblequeo atrás del cuerpo de Dinah. Ella era más alta que yo, pero podía esconderme detrás de su cuerpo perfectamente. Grité presionando mis uñas fuertemente en los hombros de Dinah al escuchar un estruendo fuerte que hizo que temblará más. Abrí mis ojos después de unos segundos, al escuchar la respiración de Dinah agitada me alarmé. Elevé mi mirada al ver un cuerpo tirado, con la sangre derramándose en donde había sido el disparo. Me moví a un lado de Dinah, asustada y temblando cada vez más.

– Recoge el arma –Ordenó la chica rubia, tragué saliva algo indecisa. Di un paso, arrepintiéndome en seguida dando dos pasos hacía atrás– ¡Agarra el arma! –Ordenó nuevamente, desesperada–.

Corrí a tomar el arma rápidamente. La analicé algo asustada, con mi mirada baja. Era la primera vez que portaba un arma, y sinceramente, no sabía cómo usarla. Elevé mi mirada al escuchar unos pasos. Grité al ver un chico apuntándome.

– ¡Cuidado! –Escuché la voz de Dinah, pero su advertencia ya había llegado tarde–.

...

chica problemática. » norminahWhere stories live. Discover now