CALL ME DADDY || ASHTON IRWIN

N U E V E

Bonnete

Estaba algo angustiada y me sentía mal por hablarle de aquella forma a Ashton, en realidad se podría decir que tal vez me gustaba, era un chico muy lindo, era divertido, me gustaba la forma en la que se dibujaban esos lindos hoyuelos en sus mejillas cada vez que sonreía, la atención que solía ponerme cuando habláramos, como si yo estuviese diciendo algo importante aunque solo fueran tonterías mías; si, tenía poco tiempo de conocerlo y en realidad no sabia mucho de él, pero no podía negarme a que cada vez que estaba con él una extraña chispa se encendía en mi pecho de una forma extraña, algo que sólo había sucedido antes con Michael- él era el único chico en todo el montón que se había fijado en mi en aquel entonces, nadie en su vida le haría caso a la loca neurótica de la clase, nadie querría soportar a un completo e inservible estorbo como yo- De pronto la canción The Suburbs de Arcade Fire (mi tono de llamada) comenzó a reproducirse en mi teléfono- el cual estaba solo tirado al lado de mí en la cama- lo tomé entre mis manos y leí el nombre de Ashton en la pantalla, deslicé el botón para responder.

-¿Hola?- escuché su voy del otro lado de la línea.

-Hola, Ash- dije algo mas seca de lo que pretendía.

-Ah...- se quedó pensando- ...crees que?

-¿Qué sucede? ¿Por qué hablas así?- dije medio sonriendo- dime.

-Uhg, bien, lo diré.

-Por favor.

-Bien, no sabia como decirte que estoy afuera de tu casa, tengo de hecho un rato tocando el timbre pero parece que no hay nadie en casa- dijo algo nervioso.

-¿De verdad? Lo siento, estoy sola en casa, creo que no te escuché tocar, espera, ya bajo.

-Okay, te espero- dijo él y solo corté la llamada.

Me levanté de la cama y vi mi reflejo en el espejo de cuerpo completo de mi habitación, mi cabello oscuro estaba horrible y era un asco todo alborotado a causa de la fricción de la sabanas, y solo tenía puesta una blusa negra de tiras y unos pantalones azul oscuro, no había mucho que hacer por mi imagen así que solo até mi cabello en una coleta con una goma y bajé las escaleras para después encaminarme a la puerta para después de abrirla encontrarme a Ashton recargado en un pilar de afuera de la casa. Él me vio desde abajo recorriéndome para después posar su mirada en mis ojos y mostrarme una cálida sonrisa.

-Hola- dijo incorporándose.

-Hola, entra- respondí devolviéndole la sonrisa.

Él se sentó en el sofá mientras yo cerraba la puerta.

-¿Gustas algo? ¿Tal vez agua o... Alguna soda?- dije mientras jugaba con mis manos, cosa que obviamente me hacia lucir nerviosa.

-No, estoy bien- respondió- quería hablar contigo.

-¿So-sobre qué cosa?- respondí, no sabia por qué rayos estaba tan nerviosa, me sentía extraña. Me senté a su lado en el sofá manteniendo una distancia prudente entre nosotros.

-Bonn, no quería decirlo sólo así, pero... sé que sí hubo algo entré Michael y tú- dijo rascándose la nuca y me vio con una mirada que reflejaba algo parecido a comprensión o algo así, yo solo tragué saliva de una forma muy pesada- pero, ¿sabes? Creo que no me importa, porque como dijiste el otro día ya fue hace mucho tiempo- yo solo asentí.

Ashton

-Si, realmente fue hace mucho tiempo y aunque confieso que aun pienso en él algunas veces creo que ya lo he superado- responde ella sonriéndome.

-Claro, eso lo entiendo- respondí devolviéndole la sonrisa.

De pronto un horrendo silencio se apoderó de nosotros, Bonnette desvió su mirada de mis ojos mientras comenzaba a estudiar la habitación en la que nos encontrábamos.

De pronto se levantó del sofá y se paró frente a mí.

-Ven- me dijo y extendió su mano para que yo la tomara- vamos a mi habitación- Tomé su mano y asentí algo dudoso.

Subimos las escaleras y caminamos por un pasillo en el que se veían cuatro puertas, suponía que eran las habitaciones de sus hermanos, la de ella y por ende lo más lógico era que la puerta sobrante fuera un baño. Bonn abrió la puerta al final del pasillo y se adentró en la habitación tirando de mí tras ella, soltó mi mano, cerró la puerta y sin mirarme caminó hacia las bocinas que estaban en la esquina de la habitación para después conectar su movil y reproducir música un poco alta, se puso a bailar con movimientos débiles solo agitando un poco su cabello y sus caderas. Yo aún no entendía nada ¿A qué se debía esto? A pesar de todo solo me limité a seguir sus pasos y bailar a su lado. Ella se detuvo viéndome.

-¿Qué estás haciendo?- cuestionó mirándome mientras fruncía el ceño.

-¿Ah?

-¿Quién te dijo que tu podías bailar mi música?- preguntó, ahora si, no entendía nada.

-Lo siento... Yo solo... No, no lo sé... Creí que- dije tenso pero su risa me interrumpió.

-Es joda, Ash, estoy jugando- respondió sonriendo ampliamente, haciendo hacia atrás un mechón de cabello que estaba en mi frente- pero bailas muy extraño, señorito, no puedo dejarte hacerlo.

Reí junto con ella y comenzamos a bailar de nuestras formas extrañas de nuevo mientras reíamos y nos burlábamos uno del otro.
Nos detuvimos después de unas cuatro canciones, de las cuales sólo conocía una que era Pumped Up kicks de Foster The Peolple. Bonn no paraba de reírse y yo junto a ella, después nos sentamos sobre una alfombra de su cuarto en el suelo frente a la cama. Veía como su pecho subía y bajaba notablemente y su respiración al igual que la mía era entrecortada una vez que dejamos de reírnos y solo decidimos descansar un poco, comencé a repasar las facciones y detalles de su rostro, sus largas pestañas, sus mejillas extremadamente rojas por la agitación y su pálida piel. Ella notó que yo la veía y me miró algo extrañada por mi vista fija en ella, probablemente lo que haría sería una tontería, tal vez era demasiado pronto, no sabía que mierda resultaría, pero en este momento me moría de ganas.
Tomé con mis manos cada una de sus mejillas uní su frente con la mía, nuestras narices se tocaron y nuestras respiraciones se entremezclaron.

-Ash...- susurró ella, algo que hizo que mi corazón comenzará a bombear más rápido- no, esto es...- trató de protestar.

-Shh...- la acallé, ella asintió.

Acerqué mas mi cuerpo al de ella y cuando estuve lo suficientemente listo rocé nuestros labios, me separé un segundo para después volver a unirlos, pero esta vez con mas fuerza hasta lograr que ella me devolviera el beso, comenzamos a mover nuestros labios con sincronía, una vez que ella osó a posar sus manos sobre mi cuello para acercarme fue cuando conseguí la seguridad suficiente como para pedir acceso de mi lengua dentro de su boca, nuestro beso cada vez se hacia mas profundo y lo sentía tan duradero, sentía como cada vez había más calor en mis mejillas; sus suaves y cálidos labios sobre los míos.

Espero que les haya gustado, voten y comenten por favor... Y, Hola, chicas, he vuelto, estaba de vacaciones y de verdad no es que no haya tenido tiempo sino que pasó algo extraño en mi familia y digamos que no tenía humor ni ganas, ni mucha inspiración.