Domingo 2 de febrero

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(Narra Zara)

Nos despertamos y empezamos a hacer el desayuno. Cada una con una cara peor que la de la otra. Dolía como mil demonios la cabeza.

Qué no había. Tres tipos de pan que le habiamos comprado a Bernabe, el panadero de la esquina, le podíamos echar palta, mermelada, huevo revuelto hecho por mi, mantequilla. También habían cereales, leche blanca, de chocolate, jugo natural, galletas, sopaipillas y muchas cosas ricas.

Ese día estabamos todas esperando a los hombres. Era muy divertido ver como miraban a cada rato el reloj.

Apúrate Zara, van a llegar a la estación y nosotras los tenemos que ir a buscar -decía Teresa ansiosa. La verdad no sabía por qué me apuraba a mi-.

Sí, yo creo que ya tenemos que partir o podemos llegar tarde -agregaba María-.

Son las 12:00 y el bus llega a las 13:30, relájense. Por mientras ordenen sus maletas, vístanse o hagan cualquier cosa -les decía yo-.

Llegó la hora y partimos en auto a buscarlos. Martina fue en pijama porque le dio lata ducharse, además, después quería seguir durmiendo.

Las demás fuimos con bikini debajo de la ropa.

Cuando llegamos me apuré en estacionar el auto y me bajé tan rápido como pude. Corrí a donde estaba León esperando con los otros y lo abracé como nunca lo había hecho en nuestros dos años de pololeo.

Sentí como el me daba un beso muy fuerte y se lo devolví-.

Te morías de ganas de verme- me dijo con tono chistoso-.

No sabes como -le respondi-.

Le doy otro beso y abrazo grande y después se va a saludar a las demás sin soltarme de la mano.

Miré a Martina y obviamente estaban dándose un beso con Clemente sin tratar de pasar desapercibidos.

Los dejé de mirar porque se iban a cohibir y además la situación iba de mal en peor (así era como se demostraban su amor).

Teresa ya le estaba contando sus planes a Pedro de lo que podían hacer en Panguipulli-.

Podemos hacer stan up paddle, kayak, andar en lancha.... aaah y la casa tiene un sauna, así que me vas a tener que acompañar alguna vez-le decía a Pedro mientras caminaban tomados de la mano.

Marco, cuando vio a María caminando para saludarlo, sabiendo que a ella la pone nerviosa todo, le dijo:

Que tal baby ¿me extrañaste?

Todos nos cagamos de la risa, María lo miró con una cara de asco todo el camino de vuelta a la casa mientras Marco le devolvía una risa de "era una broma".

Llegamos a la casa y como no había comida fuimos al McDonald's.

Cuando volvimos nos fuimos a dar una vuelta al lago en lancha, y nos quedamos un rato parados en la mitad porque se acabó bencina, no teníamos idea qué hacer, entonces mientras Antonio llamaba para que nos ayudaran, nosotros empezamos a conversar entre nosotros.

Te eché de menos-le dije a León y le di un beso-.

Yo también- respondió-.

Vi que tenia una herida en el cuello y señalándola le pregunté -León ¿Qué es eso?- y con cara de preocupado me dijo- bueno es que en la disco había una mujer borracha, me llevó contra la pared y me empezó a chupar, la traté de sacar de encima pero no me hacía caso. Estaba desesperado, no paraba y después descubrí que me había dejado una marca, te importa?-.

Cabaña 69Donde viven las historias. Descúbrelo ahora