En uno de los muchos castillos del reino de Hyrule estaba teniendo lugar una guerra. De ese castillo salió una figura de una mujer en un corcel con un bulto en los brazos. La mujer parece noble y en sus brazos lleva a un bebé de pelo negro y ojos rojos. Varias criaturas la persiguen, quieren al niño. Detrás de todos esos monstruos hay un hombre montado en un caballo negro que grita ordenes a las criaturas.
Las que persiguen a la mujer le acaban dando alcance. La tiran del caballo y ella intenta proteger al bebé, pero los monstruos se lo arrebatan. Intenta seguirlos para recuperar a su hijo, pero las criaturas no quieren devolvérselo y una de ellas degolla a la mujer, la cual cae al suelo. Los monstruos le llevan el bebé, el cual está llorando, a su jefe. Éste lo coge, sonríe y se va cabalgando en dirección al desierto.
Diez años después de estos sucesos, un niño con el cabello negro se despertó sobresaltado de su cama.
- Sólo era una pesadilla - dijo mientras se frotaba sus ojos rojos.
El chico se levantó de la humilde cama en la que dormía y se acercó a una ventana. Apartó la cortina y se asomó. Ya había amanecido y las guardias del fuerte donde vivía estaban patrullando. Todas eran mujeres, menos su mentor y él mismo. Decían que cada cien años nacía un hombre entre tanta mujer y era destinado a gobernarlas.
El niño seguía mirando por la ventana, al horizonte desértico, cuando oyó unos golpes en su puerta. Era su maestro, el único que le visitaba.
- Hey chaval - dijo el mentor -, vete vistiendo que quiero que me acompañes a la ciudadela a ver al rey - dicho esto, se fue.
- Ya voy, Ganondorf.
Se quitó sus pantalones de pijama y se puso una túnica negra, la cual sujetó a su cintura con un cinturón marrón, y se calzó sus botas, del mismo color. Además, se puso un gorro negro que colgaba acabado en punta. Tenía diez años y aún estaba aprendiendo con su maestro el arte de la esgrima, por lo que aún no tenía espada, así que no iba a llevar armas.
Salió de su habitación y se dirigió a las afueras de la fortaleza, donde su maestro, un hombre pelirrojo con los ojos dorados y llenos de maldad le esperaba montado en un caballo negro. Al lado de ese había otro para el muchacho, el cuál se montó enseguida.
- ¿Ya estás? - le preguntó Ganondorf, el chico asintió -. Vamonos pues, Link.
Los dos empezaron a cabalgar tranquilamente en dirección a la ciudadela.
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La historia de Dark Link
Fanfiction¿Y si Dark Link en vez de ser la sombra del heroe hubiese sido otro chico normal pero entrenado para enfrentarse a él? ¿Y si Link no hubiese acabado con él en el Templo del agua y Dark le hubiese acompañado? Descubrelo en esta historia, escrita desd...