FORBIDDEN LOVE

Capitulo 1

La clase del profesor Jones no era una de mis preferidas, escuchar como da los pasos para poder disecar a una rana, que al final nunca lo hacemos, no era una de mis actividades preferidas del dia.
- lo mas importante que deben saber de las ranas - dijo y señalo un cartel que tenia en el una foto de una rana de ojos rojos.- es que son muy viscosas - hice caso omiso a eso ultimo, saque el celular del bolsillo de la mochila y le di un vistazo: nada, nada como simpre mi celular no sonaba, ni siquiera por equivocado, me acomode en el banco y mire al prefeson que movia de aqui para alla la barra de madera fina que tenía en la mano.
- lo recurdan, verdad, que les acobo de decir - hizo una pausa leve - señor Jackson - dijo y miro a uno de los chicos que estaba a mi derecha.
- mierda - me río ante su comentario, me mira - hola.- su sorisa se dobló dejndo ver una hermosa dentadura blanca.
- hola - le dije susurrando.
- señor Jackson estoy esperando.
- si, que fue lo que preguntó - dijo y me miró, sacudi la cabeza negativa mente.
- estaba preguntando a la clase - dijo y movio las manos.- cual era lo principal que tenian que saber para disecar una rana.
- que tenía saliva, exparsida por su cuerpo - dijo y miro al profesor directamente a los ojos.
- cerca, Jackson, cerca.- dijo.
- casi - me dijo Eliot y extendio su mano en un puño.
- si - le dije y lo golpee con el mio, me sonrió, tomo su celular y se perdio en su mundo.
La media hora cada vez se hacia más larga y lenta, la voz del profesor Jones ya la tenia penetrada en mis oidos.
Desvíe la mirada de el, mis ojos se encontraron con los de Gabriel, sin poner a duda ese chico era dueño de los ojos cafés mas hermosos del mundo, no padia por más que quisiera apartar mis ojos de el, no podia no examinar cada centímetro de su hermoso rostro, lo hacia aun sabiendo que un chico como ese no estaba a mi altura.
Al recordar eso, aparte mi mirada de el.
- te gusta, no? - me preguntó Eliot dándome un golpecito en el brazo.
- claro que no - le dijo y el rio, el y yo sabiamos perfectamente que estaba mintiéndo, me guiño un ojo jugueton, rei y volví a mirar al prefesor.
La campana sono retumbando por todo el solon, todos salieron y quede en salón, guarde la última cosa que tenía sobre el aciento, y salí.
Me conecté los auriculares, y solo me límite a caminar.
Cuando llegue a mi dulce hogar, no habia nadie, la casa estaba a oscuras, encendí la luz, y vi una pluma negra tendida en el piso, la tomo.
- no, no mi niña no tomes eso - me dice papa, asomándose por el pasillo.
- porque? - le pregunte, dejandola de nuevo en el suelo.
- porque le pertenese a un demonio.
- porque la tines, tu?
- porque, soy el encargado de esto, ya te lo expliqué - me dijo, la tomo y se retiró.
Si lo había hecho, mi padre era el encargado de guardar las plumas de los ángeles caídos.
Coloque la pesada mochila aun lado y me tendi en la cama.