18. Audrey

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-¿Crees que funcionó?-pregunto cuando estamos en el auto.

-Por supuesto ¿Acaso no viste como Killian y Willow estaban rojos de la furia cuando nos veían?-Jude se ríe.

-Si, pero...-no termino de decir nada y veo mis manos ¿Y si Killian me odia? No me gustó para nada su comportamiento en el almuerzo.

-Todo estará bien, verás que al final del año, tú estarás con Killian y yo con Willow-Jude me sonríe para tranquilizarme.

-Está bien ¿Iremos a la fiesta?-pregunto.

-Claro, apuesto un beso a que los chicos también llegarán-me sonrojo y niego con la cabeza.

-Como sea-murmuro sonriendo-Yo nunca he ido a una fiesta-admito y él me ve sorprendido.

-¿Nunca?-alza ambas cejas y niego con la cabeza-¿Qué clase de adolescente eres?

-Aparentemente una aburrida-murmuro.

-No creo que seas aburrida, solo tienes que relajarte un poco y yo te ayudaré-dice sonriendo de lado. Él nos lleva a su casa y Jessica sonríe al verme. Creo que nunca me acostumbraré a esto.

-Tengo el vestido perfecto para ti-me dice llevándome a su habitación.

-La fiesta empieza a las seis-grita Jude, fuera de la habitación. Estoy en la habitación de Jessica Olsen, quien lo diría. Al ver bien la habitación, suelto un silbido bajo. Wow, esta es la habitación soñada de todas las adolescentes.

La habitación está pintada en tonos de rosado oscuro con morado y negro. Su cama es gigante, podría acostarme y dormir ahí durante cien años. Tiene una televisión pantalla grande y un escritorio grande dónde tiene un montón de maquillaje y cosas para el cabello.

Unos sillones están colocados en una esquina de su habitación y tiene un perchero donde hay varios gorros y abrigos. Camino hacia su closet, que es toda una habitación para colocar su ropa, zapatos y accesorios ¿Cuanta ropa puede tener una persona?

-Llevarás este vestido negro con estos tacones negros-ella me entrega un vestido tan pequeño que parece una camisa.

-¿Esto es un vestido?-alzo las cejas.

-Por supuesto-ella frunce el ceño-Pruébatelo-me empuja hacia el clóset y me quito la ropa que traigo puesta para probarme el bendito vestido.
Cuando me lo veo puesto, me lo quiero quitar de inmediato. Me queda tan pegado que se puede observar a la perfección cada centímetro de mi cuerpo. La puerta se abre de un solo y suelto un chillido.

-¡Te queda perfecto!-dice emocionada-Ese es el que llevarás y sin discutir.

-No me siento muy comoda-me quejo.

-Tonterías-dice y se acerca a mí para bajar un poco el vestido. Este vestido no deja nada a la imaginación. Jessica se cambia colocándose un vestido verde y que no le queda pegado al cuerpo ¿Por qué yo no puedo llevar ese? Me veo en el espejo de nuevo.

El vestido es tan corto que apenas logra cubrir mi trasero y un poco mis muslos, lo bueno es que logra mostrar bien mi figura y por primera vez agradezco ser delgada, además de que también tiene unas aberturas en las costillas por lo que me veo aún más sexy.

Jessica me obliga a colocarme los tacones negros y me sienta en su cama para comenzar a maquillarme.

-¿Sabes qué? Mejor ponte estas botas, creo que hoy hará frío-él me entrega unas botas de cuero negro con tacón alto, me las pruebo y me llegan hasta las rodillas.

-Hará frío y yo con este vestido de pacotilla-murmuro molesta.

-Una cosa más-dice ella.

-¿Qué?-me quejo cerrando los ojos.

Una Elección Inesperada ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora