Enero
La nieve: blanca y sólida. Cristales de hielo diminutos con temperaturas por debajo de los 0 °C cayendo del cielo con lentitud, cubriendo todo a su paso.
Louis sabía que ese era el clima perfecto para quedarse en casa junto a una manta y una taza de té humeante, abrazado en el sofá junto al amor de su vida mientras veían ese ridículo reality que tanto les gustaba. Ese sería su plan ideal. Sin embargo, su novio parecía tener otros planes.
Se encontraban medio la carretera con rumbo desconocido para el castaño. El frío se colaba por la ventana hasta traspasar su no muy grueso suéter, enviándole un escalofrío desde la columna hasta sus pies. Debió hacerle caso al rizado cuando le dijo que llevara algo más grueso para abrigarse. Su nariz empezó a arder y moquear. Puso sus dedos en el puente, tratando de evitar el estornudo inminente, fallando al mover agresivamente la cabeza hacia delante, soltando el molesto sonido.
—Debiste traer otro abrigo. —le dijo el rizado sin quitar la mirada del frente.
Rodó los ojos, no admitiría que tenía razón.
Habían pasado 2 horas y media de camino desde que salieron de casa, donde lo único que Louis veía eran los inmensos árboles que lo rodeaban, los autos que pasaban a su lado y la cada vez más oscura noche. Louis insistió mucho durante el camino por saber a donde era que se dirigían, algo que le diera un tiempo estimado de llegada. No era una persona muy paciente. Observó los letreros que marcaban diferentes destinos en la carretera, podría ser cualquier lugar. En su mente escogió un destino y suplicó haberle atinado, así no tendría que esperar más. Pero cada que Harry tomaba un camino distinto al que el castaño pensaba, no podía evitar soltar un suspiro. Se estaba cansando.
—¿Ya vas a decirme adonde es que vamos? —giró la cabeza para mirar a su novio.
—No.
—No decirme el sitio al que vamos podría considerarse secuestro, ¿estás consciente de que me estás secuestrando? Podría denunciarte.
—Yo te dije que íbamos a salir. Te subiste al auto por cuenta propia.
—¡Me sobornaste!
—Solo di una opción. —rio.
—¡No es cierto! Dijiste que sí subía al carro, al llegar haríamos lo que yo quisiera y lo dijiste con tono sugerente. ¡Eso es soborno! —lo acusó con el dedo, girando su cuerpo para observarlo mejor.
Louis había caído por las provocaciones de su novio. Bueno, quizás no habían sido provocaciones y Harry únicamente había dicho algo y él lo habría tomado de diferente forma. Pero no podría culparlo, el café que el rizado se había tomado justo antes de sugerir la salida le había dejado su voz más grave de lo que era y eso lo había dejado cautivado y emocionado por lo que le esperaba al llegar adonde sea que Harry lo llevara.
—Nada más di una sugerencia de lo que podríamos hacer esta noche. —dijo sin borrar su sonrisa.
—No lo fue. —negó con una sonrisa. —Solo dime a donde vamos, por favor. —suplicó.
—No.
Louis hizo un puchero.
—¿Iremos con Liam y Zayn? —intentó adivinar.
—No.
—¿Con Niall?
El rizado lo miró de reojo, alzando una ceja.
—No iremos con los chicos. —sonrió levemente. —Y puedes nombrarme a quien quieras o dónde sea, no importa cuánto preguntes, tendrás que esperar hasta que lleguemos para saberlo. Además, estamos en la carretera, este camino no guía a la casa de los chicos.
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No me dejes |l.s|
FanfictionHarry y Louis sufren un accidente automovilístico que casi les cuesta la vida. Harry pierde la memoria. Louis hará lo que sea para recuperar a su novio. "Aún un accidente tiene una dirección, un propósito; una razón de ser. Solo debemos ver más all...