En el reformatorio con el Bad Boy

Bipolar.

Abro mis ojos y siento calor, mucho calor, quitó el brazo de Bruce sin importarme si se levanta. Salgo de la cama con rapidez, y del dolor que siento en las piernas me caigo al suelo.

-¡¿Mocosa que coño haces en el suelo?!

- Nada que te importe imbécil.

Me arrastró como puedo y me levantó.

-¡Este imbécil te salvó de ser Violada!

- ¡Nadie te lo pidió!

Los gritos se estaban saliendo de control.

- ¡Eres una puta Bipolar!

-¡Mira quien fue hablar el chico, que me grita y me trata como el culo un día y al siguiente te comportas dulce y cariñoso!

-¡Porqué tú eres una zorra que coquetea con todos!

-¡Tú te follas a todo lo que tiene vagina, en este puto reformatorio y yo no te digo nada !

-¡Por lo menos yo no voy con una sudadera provocando! ¡Tendría que haber dejado que te violara!

-¡¿Y por qué me ayudaste gilipollas?!

-¡Porqué me importas!¡Joder!

¿¡Ha dicho que le importo!?

«Si lo a dicho»

-¿Q...que?

Tartamudeé una única palabra y se me cerró la garganta.

-Que me importas, mocosa.

-¿Mocosa?

Me reí ante ése apodo raro.

-Si que somos Bipolares, primero nos gritamos, y ahora estamos de broma.

Me acercó a él y le doy un abrazo apoyando mi cabeza en su pecho.
Bruce tardá pero me corresponde.

-Perdón, y gracias.

-Denada mocosa.

-No me llames mocosa.

-Es tu nuevo apodo.

Me apartó de él con brusquedad

-No me gusta.

-No me importa.

Él se acerca tanto a mi que rosamos nuestras narices y siento su aliento mentolado.

-Que te den, imbécil.

-Así de imbécil, te gusto.

Se acerca más y me coje de la cintura.

-En tus sueños.

-En los míos.

Y con un solo movimiento, me besa bruscamente, con necesidad, yo le sigo el besó. Pide permiso para explorar mi boca y yo le dejó.

Los recuerdos de ayer por la noche me impactan, y dejó de besar a Bruce y comienzo a llorar.

-Definitivamente, somos bipolares.

Paro de llorar un poco y me río.

-Pues sí, somos bipolares.

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Espero que les guste.

Besos.