The Crew: Fugitivos.

No tenemos remedio

《Rae POV》
Portland. 6:49 PM

-Ni en sueños me pondré eso, solo miralo, es tan corto... y Dios es tan... tan... pegado - me iba a dar un ataque, las chicas querían que me pusiera un vestido corto y pegado, mierda, yo nunca me he vestido así, ellas saben que mi ropa es todo lo contrario a ese vestido -. Chicas, no, aparte no es mi estilo, les quedaría mejor a cualquiera de ustedes.

Las tres me miraron con expresión seria y comenzaron a decir cosas sobre que solo sería una vez, que estábamos en otro país y me haría bien un cambio aunque sea por una noche. Me molestaba que me dijeran eso, ellas sabían que había crecido con la idea de que la ropa que ocupas es solo una distracción, de todos modos, no tienes sexo con la ropa puesta, ¿o sí? Bueno, esta bien, solo así dejarán de chingar.

-Dejen de verme así, me pondré esa cosa, pero no se acostumbren.

Antes de que pudiera irme a cambiar, Deborah apareció con una especie de... armas de tortura frente a mi.

-No aceptaré un no por respuesta, los compré especialmente para este vestido - eran unos tacones negros de al menos 10 centímetros, jamás había ocupado tacones, nunca -. Juro que no te vas a matar cuando camines.

Solté un suspiro y los tomé, me metí corriendo al baño antes de que trataran de ponerme algo más, me vi en el espejo de cuerpo completo y vi la ropa que traía puesta: Unos pantalones holgados de color azul claro y una blusa blanca de manga larga que era holgada también. Suspiré de nuevo y comencé a quitarme lo que traía puesto, vi el vestido que estaba en el lavabo y traté de no vomitar sobre él, unos segundos más, que me parecieron una eternidad, tomé el vestido y comencé a ponérmelo, sentía que me ahogaba con esa cosa, ni siquiera me vi al espejo cuando terminé de meterme en el. Me senté en el inodoro y me puse los tacones, al momento de pararme empezó el problema. ¡Esto es peor que caminar cuando estás drogado! Aguantar el equilibrio es imposible, logré salir del baño sin caerme y cuando las chicas me vieron se quedaron petrificadas, debo de lucir horrible.

-Rae O'connor... te vez...

-Horrible, lo sé.

-¡Fantástica! - gritaron todas al unísono y Victoria fue la que continuo hablando -. Mírate, estoy tan acostumbrada a verte con ropa holgada que jamás me había dado cuenta de que tienes ese enorme trasero de negra. Solo mírate en el espejo.

Aveces a Victoria se le salia mucho lo latina, aunque no puedo negar que a mi se me sale un poco también, era de esperarse, mi madre era mexicana. Estaba tambaleándome sobre los tacones, pero conseguí darme la vuelta. En el espejo había una chica que no conocía, con ese vestido rojo sería imposible reconocerme, era 10 centímetros más alta y ahora si pasaba por una chica de 22 años en lugar de una de 17.

-Esta bien, ahora vamos a alaciarte el cabello y maquillarte, por una noche vamos a ver a otra Rae - al principio no quería, pero después accedí a que me hicieran lo que quisieran.

Ellas ya estaban listas, Scarlet traía un vestido azul de vuelo que tenía un precioso escote en la espalda, con el color se veía más blanca de lo que ya era, pero aún así lucía su cuerpo de reloj de arena con el vestido. Deborah era como toda zorra, se veía genial con su vestido negro con un escote tipo corazón con el cual lucía su enorme busto. Victoria llevaba un vestido coral con una falda corta de enfrente y larga de atrás con el cual lucía sus piernas perfectamente torneadas. Y al final estaba yo, con el vestido rojo pegado y Victoria tenía razón, mi maldito trasero era enorme.

-Bueno, tu cabello definitivamente es un problema, pero pude con el y ahora, ya puedes verte.

Deborah se apartó del espejo y pude verme, el cabello me llegaba a la cadera estando lacio, y con el maquillaje no me veía tan pálida como de costumbre, en realidad me veía genial, mis ojos lucían aún más grandes y con los labios pintados de rojo era otra. Moría por ver las reacciones de los chicos, que siempre me han visto en mis peores momentos.