Capitulo 4

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Por fin llego el fin de semana, tres días de absoluto descanso. Viernes, sábado y domingo al lado de esa sexy rubia. Melany habia acepado mis disculpas, sí me creyó la crueldad que había hecho mi padre. Hasta ahora recuerdo su llanto por el teléfono. 
Definitivamente ahora amaba la grandiosa idea que tuvo el director al remodelar la universidad. Mañana sería la instalación de los nuevos proyectores en todas las aulas por lo que suspendieron las clases.
Mi reflejo en el espejo me decía que ya estaba listo. Revise mis bolsillos sí tenía todo lo necesario para sobrevivir estos tres días. Billetera, llaves, celular, audífonos y otras cosas que es mejor no mencionar. Mi papa aún no había llegado del trabajo así que no se daría cuenta que decidí adelantar mi viaje y no había esperado a que sea viernes. Cerré la mochila que estaba con la ropa necesaria para estos días y salí de casa.

-espere, espere -grite a unos metros del bus- por favor-dije sin aliento.
-¡hey!, espere-golpee la parte de atrás del carro. Este se detuvo y abrió la puerta- gracias-dije subiendo.
Al entrar al carro mire mi reloj tenía 15 minutos de retraso, no entendía como el carro no me había dejado. Alce la mirada y entendí el por que. La mayoría de personas pasaban los 70 años. Y mi acompañante era una anciana de unos 50 años, para nada amistosa. Sí hubiera sabido que el asiento del fondo estaba acompañado por una sexy castaña hubiera elegido sin duda ese.

Después de unas horas escuche el timbre de un celular en la parte de atrás de mi asiento. Lo cual me levanto de mi profundo sueño.

Maldije.

Intenté volver a dormir pero el sonido seguía sin detenerse.
-conteste por favor -dije lo menos irritado posible.
-eso intento.
-parece que no ...- voltee. Me quede en silencio por unos segundos al darme cuenta que aquella loca era nada más y nada menos que Abril. No pensé encontrarme tan seguido con aquella amargada.
-contesta.-pero ella seguía tan sorprendida como yo.-contesta.
-lo haría sí pudiera.
-apaga lo.
-no , esta está ...congelado- rodó los ojos.
-entonces baja el volumen.
-esta congelado -dijo con fastidio.
-dame -le iba a quitar el aparato de su mano pero lo Alejo.
-no , yo lo arreglare-eleve una ceja.
-¿enserio ? Va sonando como 5 minutos.
-no te lo daré.
-¿por que no?
-por que no
-ya dáselo niña - se quejó mi acompañante. Al igual que yo, ella también quería dormir.
-¿escuchaste ? Ya dámelo - ella rodó los ojos y me lo dio.
Recibí el causante de que ahora me encuentre despierto cuando podría estar en disfrutando de mi acolchado asiento. Le di la vuelta, le saque la tapa y le quite la batería.
-ten -se lo di-no es necesario agradecer.
-¿que te pasa ? Que...-frunció el ceño.
-sólo hice lo que todos en este bus quisieran haber hecho-volví a lo que estaba haciendo dejándola muy sorprendida.

Paso unos minutos más y deje de intentar dormir otra vez. El estúpido teléfono de aquella amargada me había quitado mis preciadas ganas de seguir durmiendo.
Saque mi teléfono y mire la hora. Eran la "1: 30 pm". Había dormido lo suficiente como para soportar los fuertes ronquidos de mi acompañante.
Voltee para ver a la amargada pero mi sorpresa fue mucha más que la de una horas antes. Ella dormía como un bebe. Hasta me atrevía a decir que se veía tierna.
Ya no tenía esa pequeña arruga en su frente que se le formaba cada vez que hablaba conmigo.
Su largo cabello le tapaba la mitad del rostro pero se podía ver parte de su perfil. Sus largas pestañas, su perfecta nariz y el corazón que formaban sus provocativos labios.
Sin duda era un bonito perfil.
Seguí mi observación por toda su incómoda posición y me detuve en sus manos. Ellas abrazaban el pequeño aparato aún desarmado.
Un sentimiento de culpa me tiró una bofetada y me ánimo a acercar mi mano con mucho cuidado de no despertarla. En ese momento me di cuenta que era muy bueno haciendo esto. Logre quitarle todas las partes del celular sin que se diera cuenta. Ella Seguía dormida como un bebe.
Arme el celular y quise volver a ponerlo entre sus manos. Pero ella se movió y me lo impidió. Espere a que se acomodara otra vez, para después ponerlo en el bolsillo de su chaqueta ya que sus manos se dispersaron a cada lado del asiento.

El ruido que emitió mi estómago me recordó que no había comido nada en estas últimas horas. Me levanté para prepararme café y pedirle un sándwich a la sonriente azafata.
Al terminar de comer mis tres sándwich más, ya había llegado a mi destino.
Los pasajeros al igual que yo empezaron a coger su equipaje. Revise mis bolsillos para ver sí tenía todo, y ahí estaba. Tenía todo listo para bajar después de un grupo de ancianos cuando la conversación de unos chicos atrás mío llamo mí atención.
-has lo tu-le ordeno.
-no -dijo firmemente el otro-fue tu idea.
-ahora-le volvió a ordenar-no se dará cuenta, esta dormida.
Voltee al darme cuenta que no había visto bajar a la amargada.
Al darse cuenta que los miraba espere una reacción más idiota. Como el mirar a otro lado y empezar a caminar, sin embargo ellos hicieron todo lo contrario. Ellos ignoraron mi dura mirada, al parecer no les incomodaba en lo absoluto.
-amor, ya levántate- dije acercándome hacia Abril. Los idiotas me miraron sorprendidos y se alejaron de ella.
-¡hey ! Ya es hora- grite cerca de su cara. Ella se levanto de un susto.
-¿que ? ¿Que?-dijo sobresaltada.
-es hora de irnos amor - dije de lo más normal y cogí su mochila.
-¿amor?-dijo sin entender y abrió los ojos como platos que pensé que no podía hacerlos más grandes de lo que ya eran. Me acerque a su rostro para que no nos escucharan.
-sígueme la corriente-le cogí la mano.
-no -me soltó la mano. Se la volví a coger pero esta vez con fuerza.
-¿ellos o yo ? -no espere su respuesta ya que era obvia, y la jale. Ella se resistió pero entre la fuerza de un hombre y una mujer, ella ya sabía cual era la ganadora y dejo de poner resistencia.

-¿que pasa? -dijo apenas nos alejamos del bus.
-aún no, sígueme-le dije al darme cuenta que nos miraban.
-¿a dónde ? ¿De quién nos corremos?
-de ellos-ella miro atrás y volvió a mirarme. Su cara de susto se hizo presente.
Me cogió la mano con más fuerza.
-vamos vamos-corrió más.
-espera espera-la detuve-mantén la calma o ellos también la perderán.
-sí sí, hay hay que salir de aquí.
-no estés nerviosa, estoy aquí - le lancé un guiño. Ella sólo me miro y me jalo.
-vamos-empezamos a salir de la agencia.

- ¿que haces aquí? -le pregunte.
- ¿vengo a visitar a mi abuela y tu?
-yo vengo a ver a...mi mamá-llegamos a la entrada.
-¿a tu mamá?-levanto las cejas. Sonreí.
-sí - ella movió la cabeza en negación sonriendo.
-¿vienes siempre? -pregunté.
- sí, cada vez que puedo.
-¿por cuantos días?
-dos o tres, los sábados y domingos. ¿Y tu ?
-¿yo que ? -sonrió y otra ves movió la cabeza en desaprobación.
- ¿siempre vienes a ver a tu mamá?
-oh, esto será más como una despedida que como una visita. Ya sabes no podré venir a verla muy seguido. Son como 8 horas de viaje y ahora que ya empezaron las clases.
-sí, se nos hará muy difícil.
-sí -dije mirándola.
-sí -me miro por un momento y luego miro a otra lado-bien, será mejor que ya me vaya.
-también yo-llame a uno de los taxis que estaban en la entrada.
-dirección-le pedí.
-oh sí-se acercó a la ventana-bien, gracias.
-oh, ni lo menciones-sonreí.
-hasta luego-me quedo mirando. Espere a que se despida pero creo que ella estaba esperando que yo lo haga. Me acerque a su rostro y le di un beso en la mejilla.
-ten -le di dinero-paga con esto.
-no no -retrocedió.
-vamos tómalo.
-no -y otra vez apareció esa pequeña arruga en su frente-no es necesario.
-ha este paso terminarás con arrugas-señale con mi dedo su frente, ella tapo con sus dedos la pequeña arruga.
-no la mires-dijo como una niñita. Reí.
-entonces tómalo por que sí tu no lo recibes el sí-me acerque a la venta del taxi y le pague.
-¿que ? No.-se fue al otro extremo-devuélvale- el confundido taxista me miro y estiro su mano hacia mi.
-no -rodé los ojos-ya le pague, no sea tonto.
Iba a poner el dinero en la cajita cuando la amargada lo detuvo.
-yo le pagaré.
-si quieren paguen los dos-dijo el gordo hombre.
-sube al auto-le advertí. Aveces podía ser muy irritante-ahora.
-bien.
-cuídate-abrí la puerta del taxi y subí su mochila.
-gracias- susurro cuando cerré la puerta del taxi. Sonreí.

"Remember you"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora