|Erick|
Estoy cabreado. ¿Porqué me molesta que Sarah salga con otros chicos? Se supone que lo que hago es jugar con ella, quitarme de encima a Peige; en que demonios me está pasando.
Sentado en mi escritorio, recibo a Thomy
- ¿Qué tal nos fue?
- De que hablas...
- Oh vamos! Yo veo que te fue mal, ¿La fea te dejó por Vicent?
- Cierra la boca!
- Hey! Calma! Mira se que la fea..
- Cuida tus palabras! Ya no voy a seguir con el juego, voy a tener que alejarme de Sarah y casarme con Peige!
- No! Te lo prohíbo! No puedes rendirte! Es que no puedes, debes soportarlo un poco más, te falta poco para septiembre.
- Ya no lo soportó.
- Debes de ser más inteligente que ella. Trata de hacerla ver que tus intenciones son reales.
- ¿Qué tan reales?
- Oh vamos amigo.
- ...olvídalo!
- Debes de hacer esto tan formal. Soportarlo no te quedará de otra.
- ¿Hablas de hacerle el amor?
- No! Me refiero a que la invites a cenar, o al cine; debes involucrarte en su vida. Hacerle escenas de celos...
- ...Vicent dijo que le gusta, y que si yo le lastimo a Sarah, él va estar ahí para consolarla.
- ...eso dijo?! Que extrañó. Entonces la fea si tiene algo misterioso que les gusta, tal vez sean sus demonios.
Apreté con fuerza el lápiz.
- Quiero saber de esos demonios que dices, y que sean míos y de nadie más. No se la pondré tan fácil a Vicent.
- Enserió amigo, ¿No te estas enamorando de ella?
- No...es imposible. Déjame que debo hacer las reservaciones para el vuelo a Milán.
- ¿Y que dijo tú feita?
- Cállate! No me gusta que te expreses de ella con esos términos.
- Vale. Tranquilo.
Peige fue a visitarme al trabajó. Su presencia no era el agradó de algunas, menos de Andrea.
Ella sale de la oficina. Dejándome con Peige.
- ¡¿Qué te paso en la cara?!
- Un leve accidente.
- ...eso no es un accidente! ¿Qué paso?
- Nada. A qué vienes!
- Vine a verte. Me trajo tú hermano Christian.
Le sonreí vagamente. Hace años que no se nada de él, ha cambiado el panorama de las cosas; en eso la puerta inesperadamente se abre, es él con...¿Sarah? ¿Qué sucede aquí?!
Sarah nos saluda amablemente. Christian fascinado.
- ¿Y esa quién es?-dijo Peige al abrazarme por la espalda.- Está fea.- contenía las ganas de callarla. Sarah no le toma mucha importancia a las palabras de Peige.
- Vine a dejarle un pedido al señor Erick!-dice ella al verme.- Son cuadros de parte del joven Alejandro, para celebrar su compromiso.
Le vi sería y enojada. No tengo derecho alguno por decirle qué eso no es más que un truco de mi padrastro. Christian le abraza por el hombro.
- Yo opinó que Sarah se merece una invitación!
Ella levanta la vista a él.
- No..gracias!-trata de eludir la invitación.- Tengo trabajó atrasado, y debo hacer algunas cosas más.
- No importa! Te voy a esperar!-le dijo al guiñarle el ojo. Quiero saber a que juegan, ¿Qué planea él al estar con ella? No entiendo nada.
Peige camina hacia ella.
- Habrá un festejó en mi casa, bueno más bien en mi phenthaus por el viaje de mi novio, ¿Te animas a ir?
Sarah ladea la cabeza. Peige quiere tratar algo, o de lo contrario no va estar feliz.- Sarah, vamos! Conocerás a gente nueva, y Christian por fin tendrá novia!-le veía enojada, es un juego para ella. Debo impedir que le haga algo a Sarah.
- Tiene mucho trabajo. Soy su jefe inmediato.
Sarah no objetó más. Su mirada fría posaba con la mía; Christian sujetó su mano, devolviéndome una mirada enojada disfrazada en una sonrisa.
- Bien hermano! Llevaré con cuidado a Sarah. Adiós Peige.
¿Qué clase de juego tratan de hacer conmigo? Vicent y Christian. ¿Hay algo que no me han dicho? No entiendo nada. En casa Ediel me recibe.
- Hermano! Llegó Christian! Vuestro padre lo ha recibido..
Tan rápido arribo a la casa. ¿En dónde habrá dejado a Sarah? Al abrir la puerta, me topé con ella sentado en el estudio con mi padrastro y Christian.
Realmente estoy enojado, molestó y cabreado.
- Llegáis tardé Erick!-replica enojado Dedavid.
- Disculpa padre! Pero no estaba en condiciones para llegar a tiempo. Sarah Michelle, ¿Qué hace usted acá?
Interviene cómo rayo Christian.
- Yo la invité a cenar.
- Oh que novedad. Esperó que se la pasen de lo mejor!-dije sin verle a la cara.
- La invitó también por que ella va tomar unas fotos para la revista "Public Black" deben ya saber sobre tú compromiso.
No puede ser que le hallan pedido que hiciera eso, Sarah acepta al firmar el contrató.
- Aceptó con gustó!-dijo sin verme.
- Gracias señorita Sarah. Nos vemos mañana para la secesión de fotos.
- Seguro! Con permiso.
- Espera Sarah! Anda te llevó a casa!
- Gracias.
Los dos parten sin despedirse de mí. Me senté en el sofá, petrificado por tal acontecimiento tan poco irrelevante.
- Veo que la chica Sarah tiene un don muy extrañó!
- ¿A qué te refieres?
- Vamos Erick. No me digas que no te diste cuenta!
- Darme cuenta de que..es una simple chica.
- Y una muy linda. Fuera del contexto desarreglado de ella, por dentro es una chica con cualidades extrañas, poseé un aura tranquilo y lleno de dicha.
- ¿Quieres que la haga mi novia?-solte una carcajada.
- Tal vez, tal vez...si no existiera ese compromiso, te daría esa libertad.
- ¿Qué tratas de decirme..Dedavid?
- Qué no siguas las reglas que te imponga tú madre. Sabes que la amo, pero quiero que hagas lo correcto en tú vida.
- ...no puedo decepcionar a mamá.
- Por eso se que no puedes. Pero se que ya hallarás las forma de salirte con la tuya.
Él siempre fue amable conmigo. Nunca me negaba las cosas, pero con Ediel es más duró y enérgico que conmigo; esa noche fui a buscarla, debo verla. Quiero verla.
Llegué a casa de Rogelio. Toque la puerta, y me recibe Vicent.
- Hola amigo! ¿Qué buscas?
- Eh..bueno, ¿Sarah llegó a casa?
- No ha llegado. Aún está en la galería, ¿Quieres dejarle un recado?
Debo ir en su búsqueda.
- No. Hasta luego.
Vicent me detiene del brazo.-No se que tramas Erick, pero aléjate de ella. Le estás haciendo un daño irreparable.
- Eso no es tú asunto..ya suéltame!-le dije enojado.- Ella va ser quién me deseché, no tú.
- Estaré ahí para cuidarla!
- ....cuento con que hagas eso, después de todo es casi imposible de que Sarah logré perdóname.
- Erick...
- Por esa misma razón, le vea por donde le vea, estoy jodido con el compromiso. No puedo eludirlo.
- Pero por qué hacerle ese dañó!
- Quiero hacerle ver a Peige que no todo en la vida es color de rosa. Adiós.
Llegué antes de que fuera, al verla salir; me sorprendí que no me saludará de inmediato.
- Hola Sarah!
Sigue sin verme.
- ..¿Qué hace aquí?!
- Vine a explicar lo que pasa en verdad!
- ¿No es claro lo que su padre me dijo?!
- Él no es mi padre biológico. Es mi padrastro.
- ...no importa las razones. Debo respetar lo que dicta la ley.
- No hay quién pueda pararlo!
- Tú si! Haz algo de tú vida!
- Es lo que trató...pero no quiero decepcionar a nadie, inclusive a mi madre.
- Dependes de los demás! Eso no es vida!!
- ¿Qué hay de ti?
- Quiero irme lejos de ti! Vivir una vida normal...lejos de todo.
- ¿Y a donde es esa vida normal?
Le tome sin permiso la mano y con la otra el brazo.- Anda! Dime y no objetaré nada.- elude mi mirada, quiero esos demonios.
- ...en la India.
Solte un sonrisa.
- Suena interesante.
Me ve haciendo un mohín.
- No es justo...no es justo!-dice evitando que le salgan las lágrimas.- Por que! Por que!-golpeaba en mi pecho.
- Por qué no se la respuesta a lo que nos está pasando, y te digo algo, sigues estando muy linda.
Levantó la mirada al verme que le dedicaba una tierna y sutil sonrisa.
- ...¿Por que tú?
Le besé dulcemente en la frente.- Por qué me agrada tú compañía.*Segunda cita*
|Sarah|Erick se fue esa mañana a Milán. Lo que eso me sentirme sola, y no tener su acoso sexual presente en todo momento. Sentada en mesa para desayunar, Vicent nota lo distraída que estaba, es que casi imposible no estar desanimada.
- Sarah, ¿Te encuentras bien?
- Eh...si!
- Por que siento que no es así.
- Vicent en verdad...estoy bien.
- ¿Le extrañas?
Baje la cabeza. Asentí con un sí. Me abrazo.
- Pobre pequeña!-deja caerme unos besos en mi frente,-él va estar bien. Pronto va a volver.
Intentando darme ánimos, le tuve que sonreírle, fingir que estaba bien...lo cuál no era verdad.
Rogelio me recibe calurosamente.
- Hola amiga!
- Hola...
- Anda dejar esa cara triste!
- Vale.!
Retomé mi día tan normal cómo me fuese posible, tal vez nunca sepa cuándo me ponga de un buen humor, no sin él alrededor. En eso suena mi correo, una conversación por ¿Chat? Vi el remitente.
[Sr.Erick Swan.
Hola nena! ¿Qué tal tú día?]
Era él..es él, mi adorado acosador.
[Sarah_Michelle.
Bien. ¿Y tú? Cómo está todo por allá, ¿Hace frío? ^.^]
Aguardó a que me contesté.
[Sr. Erick Swan.
Hace un poco de calor. Es muy tranquilo y agradable el ambiente. Yo esperaba saber que no estuvieras triste, pero por lo que me escribes me doy cuenta de que estás bien y me tranquiliza.]
Si estaba preocupado. Siento que voy a llorar.
[Sarah_Michelle.
..no debes preocuparte tanto por mí. No valgo para que gastes tú tiempo en pequeñas cosas sin sentido.]
[Sr. Erick Swan.
Tú vales toda la pena del mundo. Y claro que debo invertir mi tiempo en ti, de eso trata esto, ¿No? Soy tú novio y tú mi chica. A si que no te pongas tristes, llegó mañana y podremos salir a dónde tú deseas. ^.^]
Solté una risita juguetona. Me alegró mi día.
[Sarah_Michelle.
Sólo quiero verte, no pido otra cosa más.]
[Sr. Erick Swan.
Yo igual. En verdad que haces mucha falta, ahora más que nada. Nos vemos mañana dulzura. :*]
[Sarah_Michelle.
Sí. Suerte.]
Cerré el chat.
Vicent fue a visitarme. Qué inesperada visita.
- ¿Cómo sigues?
- Bien, ya mucho mejor.
- ..se nota que si.
- ¿A qué veniste?
- A saber cómo seguías. ¿Hice mal?
- Eh, no para nada. Gracias por tú interés.
- Sarah, ¿Qué te ocurre? Siento cómo si lo que te digo, no te agrada...o te molesta.
- ...no es eso...
- ¿Y que es? Anda dímelo!
- Vicent no es nada importante cómo para decirlo.
- ¿Qué no es importante? Sarah me importas mucho!
Lo tenia cerca de mi rostro. Esos ojos, profundos cómo el espacio o una especie de galaxia infinita; su respiración es relajada en cambió la mía es entre cortada, quiero alejarlo pero sus manos aprisionan el asiento.
- Vicent...por favor no te acerques tanto a mí..
- ¿Te incómodo?
- ...no es...que tú...-joder. Estoy nerviosa. ¿Porqué?
- ¿Qué pasaría si yo te besará aquí y ahora?-de pronto esa mirada amable, es perversa y estrujaba mis hormonas; quiero huir de ahí, se acerca cada vez más y más a mis labios, debo apartarlo pero a la vez quiero que me besé, "hazlo, bésame...anda quiero que me beses..."mi subconsciente me induce aceptar ese deseó prohibido.
- ...hazlo!-baje la mirada. Eso no tomó por sorpresa.- Dije que lo hagas...-baja las manos y toma mi rostro en ellos.
- Quiero que me veas!-exije con esa mirada fría,- Sarah quiero verte!-proclama una oración sexual para mí. Pero no puedo, me estoy paralizando ante su poder, tiene más poder él y Erick, que cualquier otro que halla conocido; he caído al infierno por estos dos hombres. Soy un títere al merced de él titiritero.
- Vicent...¿Porqué deseas besarme?
- Porqué quiero y si me da la gana!-ordena al arrastrarme a él, sin avisar deja caer el besó; sus labios danzan con los míos, su lengua juega con la mía, sabe a fresas...mi sabor preferido, él de Erick es de vainilla. Le abrasé por el cuello, sus manos bajan hasta mis caderas, rompe el besó...ahora me ve.
- Sarah no voy a declinar la idea de que me gustas, eres tú y vas a ser tú todo el tiempo de mi vida.
- ...Vicent...
- Yo te daré la segunda cita. Quiero estar a tú lado hoy!
- Tengo trabajó.
- Puedo esperar. Tengo mucho tiempo.- me besa nuevamente pero esta vez en la frente.
- ¿Puedo pedirte un favor?-dije todavía nerviosa y con un calor.
- Si, dime!
- Quita tú mano de mi culo.
- Disculpa! Fue por la emoción. Te prometo que no me propasaré contigo. Aprenderé a controlar mis locuras.
- ...trata de ser libre conmigo cuándo gustes.
Hecho una risita sexy.- No Sarah, no voy a llegar ese punto, por que no me haré responsable de mis actos.
- Te voy a cuidar. Confió en ti!-le dije sin verle. Entrelazo sus manos con las mías, que sensación tan cálida.
Ahora se que Erick y él me quieren. De formas muy opuestas.Continuará
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Fotografías de Papel
RomanceDicen que ningún soñador es demasiado grande y ningún sueño es pequeño... En mi caso... Mís demonios son inestables, tan inestables qué tengo miedo de no saber qué hacer con ellos. Me llamó Sarah Michelle. Una chica qué le gusta los helados, y gustó...