Capitulo 8

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Aquella mañana era nublada y fría, no parecía verano más sin embargo era demasiado agradable; el frío viento se filtraba por las ventanas mientras saboreaba mi desayuno.
Estaba pensando sobre como encontraría un trabajo o por dónde comenzaría a buscar, primero tendría que estar un tanto cerca para no gastar tanto en transporte, también algo en lo que yo pueda soportar estar mesera o talvez en un supermercado. Suspire de nuevo pérdida en mis pensamientos.

Michael

Aquel frío viento me daba escalofríos, el cabello recién teñido y lavado volaba a su par, era rojo cómo la sangre; llevaba más del mes queriendo teñirlo así, pero la serie de acontecimientos me lo habían impedido. El ruidoso motor de la motocicleta me daba a entender que estábamos un poco lejos de la cuidad tras de mi podría decirse que la calle estaba un poco mojada y de nuevo gire hacia enfrente, una carretera totalmente sola, los árboles eran verdes y frondosos entonces gire en aquel entronque de tierra era mi lugar favorito, lo adoraba; podía pensar y estar tranquilo por lo menos unas horas.
Mis botas se conectaron con el no tan mojado lodo chasqueando un poco hacia los lados, camine lentamente observando aquel hermoso paisaje entonces fue cuando la recordé.

Era Marie.

Era tan pequeña pues hacia tanto no la miraba, habían sido tantos años donde estuve aquí creciendo y entiendo como en realidad era la vida y ella está aquí. Sin saber en lo que realidad se había metido.

***************

En la noche, había estado buscando un buen lugar para cenar, pero no fue posible, todo era demasiado caro o demasiado anti-comestible se podría decir, entonces me decididi por volver a casa, observe un poco a mi alrededor al bajar de la moto; la misma chica del vestíbulo y la misma sucediedad parecía que las personas aquí no se preocupaban por tener limpio más embargo era lo que mi "trabajo" podía pagar pero ahora este verano, no había habido oportunidad de ejercercer.

"Michael" hablo Marie tras de mi.

"Vecina" carraspee caminando hacia la puerta de mi departamento seguido por la chica.

"Necesito que me des un poco de tu agua.. Es que en la mía no sale nada" Marie hizo un gesto el cual me causo gracia.

"¿Y quien te hace creer que te daré yo?" Me crucé de brazos observando a la chica que tenía frente a mi.

"Disculpa, sabría que dirías que no" Marie se giró caminando hacia su puerta débilmente.

"Espera" llame distraído "sólo si me das cenar" escuche a Marie reír, tenía a una bella sonrisa.

"¿Vale?" Asintió algo tensa.

"Bueno, podremos cenar en tu departamento no crees?" Marie hablo abriendo la puerta de su casa, algo me decía que no le gustaba que estuviese en la suya. Era inseguro.

"Oh no no, a mi casa no vuelves a entrar" dije con un toque de orgullo.

"Hum, perdón Michael" Marie agacho su mirada ¿porque tenía que ser tan puramente tierna?. Gruñí fastidiado.

"Pero en cuanto terminemos de cenar te vas ¿ok?" Dije abriendo paso para que Marie entrara.

Me miro a los ojos para después soltar una pequeña risa, era bastante expresiva en esos ámbitos, al igual que la mayoría Marie exploro mi casa con su mirada clavandose en aquella guitarra.

"Yo igual se tocar guitarra" dijo Marie fasinada. Observe su largo cabello.

"Me encanta tocarla.. Me tranquiliza" dije serio cerrando la puerta tras de mi.

"Michael" dijo de nuevo la chica de cabellos negros.

"Marie" camine hacia ella.

"¿Qué paso después de que te fuiste de Sydney?" Se acercó a mi y me miro a los ojos.

"Emm.. Cosas malas" le mire nervioso.

"Es bastante irónico que estoy en esta situación en la que podría salir más rápido si Michael Clifford, fuera más abierto" dijo con un toque de coraje.

"Es que no es fácil niña. No es fácil llegar y decir a una casi desconocida -oh si, llegue aquí y esa Navidad mataron a mis padres, fui un muerto de hambre pero ahora trato de ganarme la vida por mi solo-" le mire tragandome las palabras que acababa de decir.

"Michael..." Marie me miro con ¿lástima?

"¡Has la puta cena y cállate! Le mire con coraje.

"Dame la puta agua y me largo!" Dijo Marie llendo hacia la cocina tirando mil y un groserías. Me recordó a mama.

Nadie dijo que socializar era fácil más sin embargo en mi trabajo es difícil saber quien es de confianza y aunque Marie no sabe gran cosa, de una u otra forma lo sabe, pensé mientras la observaba en la cocina.

"¿Me perdonas?" Dije serio.

"No" Marie sirvió en un plato lo que había preparado. Olía delicicioso.

"Conste que pedi perdón" dije sentandome en la mesa.

"Michael" Marie se sentó frente a mi "no eres un niño pequeño, ya eres un hombre ¡has las cosas como los hombres!" Dijo enojada mientras yo saboreaba aquel manjar.

"¿Eso significa que quieres follar?" Dije risueño.

"¡AJ! Eres imposible carajo" dijo Marie para caminar de nuevo hacia la cocina.

Hum, mujeres..

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⏰ Última actualización: Aug 26, 2015 ⏰

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