Sólo un sueño... Eso era lo que acababa de tener DongHae.
En su sueño, era amado, sentía con todas sus terminaciones nerviosas el placer y la comodidad de dormir cerca de la persona que amaba después de que él le hiciera el amor...
Abrió los ojos al nuevo día, deslumbrado por la luz que se escurría a través del ventanal del balcón de su habitación. Intentó sentarse en la cama, pero el peso de su cabeza no se lo permitió; sentía que le pitaban los oídos y el vaivén de su cuerpo no era normal, estaba más que claro que la noche anterior se había embriagado hasta casi perder la conciencia, de lo contrario, no se hubiera sentido de esa manera y no hubiera tenido que hacer todo el esfuerzo del mundo para llegar al baño y sacar una pastilla para la resaca del botiquín, lo único que se había dignado a ordenar la noche anterior.
Se miró al espejo y todo lo que vio fueron dos grandes bolsas debajo de sus ojos. Se horrorizó. Si bien nunca había sido un fashionista o un psicópata de la moda, como su mejor amigo, no le gustaba verse como un desecho humano por el simple y sencillo motivo de haberse tomado todo lo que había encontrado a su paso la noche anterior.
Recordó, en ese momento, que no había hablado con KyuHyun desde que había salido de Seúl y aún no se había comunicado con él para nada. Bien, bajaría a comer algo y luego se encargaría de llamarlo por teléfono o de enviarle un mensaje a TaeYeon para que Kyu no le reclamara que se había olvidado del único hombre en el que tenía confianza... Y hablando de olvidar...
DongHae volvió a mirarse al espejo cuando se dio cuenta que no recordaba absolutamente nada de lo que había ocurrido en la fiesta de máscaras victorianas; al menos no recordaba nada desde la parte en la que había comenzado a beber.
Cerró los ojos y visualizó a HeeChul, riendo con él, su máscara rosa y negra, sus caricias un tanto osadas para apenas haberse conocido... ¿De verdad el botones del hotel, su nuevo amigo, la única persona con la que se había relacionado desde que había llegado, se había fijado en él? Tenía que ser así, de otra manera, ¿por qué un empleado se tomaría la molestia de estar tan cerca de él todo el tiempo?
HeeChul parecía un tiro al aire, no se suponía que era de la clase de chicos que podían llegar a sentar cabeza y eso para DongHae estaba más que bien. El problema era que ya lo consideraba su amigo y DongHae jamás se había acostado con un amigo, sólo había tenido aventuras casuales y, a pesar de lo poco que hacía que se conocían, consideraba a HeeChul una persona de confianza, no quería perder a la única persona con la que había tenido contacto en todo momento ahí adentro, el único que podía ayudarlo a no sentirse tan solo... O eso era lo que DongHae creía.
Se acomodó el cabello y, cuando bajó sus manos hasta su nuca para hacerse masajes y estiró el cuello, la vio: una mancha rojiza, casi morada, muy cerca de su clavícula; parecía como si alguien hubiera mordido la piel allí y luego hubiera succionado profundamente.
DongHae se alteró repentinamente. No recordaba nada. ¿Se habría acostado con HeeChul? No, eso no era posible... ¿O sí?
No conseguía recordar nada de lo que había sucedido después de que había empezado a moverse en la pista de baile y comenzó a sentir pánico.
Caminó hacia la habitación y vio sus sábanas perfectamente ubicadas en la cama, sólo un poco revueltas del lado en el que él se había acostado.
¿Qué había sucedido entonces?
HyukJae abrió los ojos. Suspiró profundamente y miró al techo. Una sonrisa un tanto amarga se dibujó en sus labios cuando lo recordó todo.
Se levantó de la cama sin perder más tiempo al darse cuenta que eran pasadas las ocho de la mañana y debía estar en el salón de baile en menos de una hora para empezar con los retoques finales y el ensayo de su solo para la cena de esa noche.
Se metió en el baño y se dio una ducha bien caliente mientras las imágenes de lo acontecido la noche anterior volvían una y otra vez a su mente. No sabía si reír o llorar por todo lo que había sucedido en un tiempo tan corto. No quería bañarse, temía que el aroma de DongHae y sus besos se fueran de su piel, de su cabeza, pero si no había podido borrarlo de su sistema durante casi cinco años, menos que menos sería capaz de hacerlo ahora, cuando había vuelto a probar su dulzura.
Relajó su cuerpo por completo cuando el agua cayó sobre su cabeza y sobre sus hombros, sacudió sus ideas, pero no pudo enviarlas a volar, ya que volvían a él como si nada y hacían que los recuerdos no pararan de asaltar su mente.
Lo que más lo preocupaba de todo era que Hae lo hubiera olvidado, esperaba que el alcohol no lo hubiera atontado lo suficiente como para haber perdido noción del tiempo y del espacio y de las cosas que habían hecho y que se habían dicho.
HyukJae había vuelto a caer y así lo había querido, era su deseo, su necesidad y no se arrepentía de haberlo hecho, por supuesto que no. No había nada que deseara más en el mundo que volver a ver esos ojos y probar esos labios y lo había conseguido.
Su cuerpo se estremeció cuando su polla respondió a los recuerdos de la noche anterior, despertando de su letargo. Hyuk mordió su labio inferior y negó con la cabeza. No se tocaría, al menos no en ese momento.
Abrió el agua fría y se apresuró a enjabonarse el cuerpo, terminando con su baño en menos de cinco minutos. Se vistió y se perfumó, salió de su habitación y se dio cuenta de que le hacía falta algo más que esencial.
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MASQUERADE
FanficGénero: Romance - Drama - Yaoi Clasificación: +18 Protagonistas: DongHae y EunHyuk Pairing: EunHae y mención de TeukChul