Pain.―Stiles Stilinski [Pausada]

-3-

Antes de todo advierto... Los capítulos saltarán de capítulo en capítulo aleatoriamente. Ya sabrán por qué. Quería avisarlo o si no muchos quedaran con cara de WTF y no se entenderá a lo que va la historia. Gracias :*

- ¿Así que Scott dijo que era bueno jugando a los bolos?- Soltó una carcajada que la dejó sin aire y se revolcó en la cama varias veces. Solo había tenido la oportunidad de ver una sola vez al moreno jugar a los bolos y.. Tenía unos siete años y realmente jugaba pésimo.

-Síp.-Resaltó la última consonante de forma burlona y se arrojó a su lado.- Él, Allison, Lydia y Jackson saldrán a jugar hoy por la noche. Eso significa que tu y yo veremos una película.- Ocultó una sonrisa ante las palabras de su mejor amigo y como una buena actriz.- Mhm.. Hoy no podré, sabes.. Me invitaron ayer a salir.-Observó el ceño de de Stiles fruncirse. Así sus lunares resaltaban un poco y hacían captar toda la atención de la chica.

-¿Salir? ¿Sola? ¿Con quién? ¿A que hora te iras?

La bombardeó con preguntas de repente. En un rápido movimiento quedó sobre ella y la miró alzando una ceja.- Responde Sam..

La última nombrada soltó una gran carcajada en su rostro dejándo a Stilinski completamente confundido.

-Bueno.. Yo saldré con el televisor, un par de dulces y tu persona, no creo que eso sea sola y no me iré, estaré contigo.-Dijo en un tono burlón mientras Stiles entrecerraba sus ojos y la fulminaba con la mirada.

-Ya me habías asustado, tonta. Ya sabes.. Nada de chicos hasta los treinta y siete.-Bromeó y la chica rodó los ojos y le sacó la lengua.

-Mhm... Que lástima. Ya tengo algunos en la mira.- Bromeó. En realidad, en su mira no estaba nadie más que su cama y alguna que otra vez Stiles. Aunque estaba muy claro y cien por ciento asegurado que entre ellos dos, lo único que cada vez más florecía era un sentimiento de cariño y amistad. Nada más.

Stiles sonrió de un momento a otro. Mezclando en su sonrisa la felicidad y venganza.

-Bueno.. Primero, aceptaré esa cita con los dulces y contigo. Segundo..-Abrió la boca para decir algo, pero en vez de hacerlo. Comenzó a hacerle cosquillas de forma bruta. La chica comenzó a moverse debajo de él varias veces tratando de safarse de todo y librarse de aquellas cosquillas.

-Stiles... S-St-Stiles ya basta..-Reía a carcajadas. No podía detenerlas y cada tanto miraba a Stilinski con un gran puchero.

-Por favor, por favor.-Suplicó entre risas. Poco a poco, la intensidad fue bajando y finalmente las cosquillas se fueron.

-Así tendré que enseñarte que no hay que bromear con cosa como esas.-Dijo burlón mientras le daba un beso en la nariz. Stiles sonrió con superioridad y ternura, al ver el puchero que seguía instalado en el rostro de su mejor amiga.

-Eres cruel, sabes...

-Lo sé. Por eso me amas. Vamos hasta la sala. Las películas nos esperan.-La besó en la mejilla y la dejó finalmente libre, para luego salir de su posición y dejar la habitación con una leve risa.

-Yo lo mato..-Susurró negando su cabeza. Suspiró y se levantó, para luego salir de la habitación rumbo tomar todo lo que tenía azúcar en la casa.

Dejó todo sobre su amigo y se sentó a su lado. Ya tenía el pijama puesto y su cabello estaba atado en una alta coleta.

-¿Qué veremos?

-La de siempre.

No tardó mucho en aparecer el viejo contador en la pantalla. Sam sonrió radiante, amaba aquella película de comedia y podía verla millones de veces sin cansarse. Tomó un caramelo ácido y lo introdujo en su boca, luego apoyó la cabeza en el hombro de Stiles y continuó de viendo la película.

-Aún no entiendo porqué eligió hacer eso.. Tenía muchísimos años por delante.-Se dijo en voz alta y se giró a Stiles, el cual padecía en un gran sueño con un hilo de saliva corriendo bajo su mentón. Rió en voz baja y le cerró la boca con los dedos, luego apagó la televisión y la luz.

Se estaba debatiendo entre despertarlo o dejarlo, pero sabía que sus noches últimamente iban de mar en peor, así que que la segunda fue su elección. Apagó completamente todas las luces de la casa y se acercó otra vez a Stiles. Besó su frente y se dio media vuelta.

Sintió como agarraban su brazo y al ver a Stilinski abriendo los ojos, se apresuró a susurrar un par de palabras en su oído para que durmiera.- Buenas noches, te quiero.

Así finalmente, Stiles durmió y ella tomó rumbo hacia su habitación.