The Power Guardians (TPG)

Capítulo 5. Padres

- ¡¿Qué?! - dicen las chicas ante la declaración de Dominik, ambas estaban impresionadas, y extremamente pálidas, recapitulando, el chico extraño las salva de un ataque de dos monstruos, lo traen a escondidas a la casa de sirvientes donde ellas habitan y lo "curan", el chico despierta y les dice que son hijas de personajes ficticios, ¡Ja! Sí, y además resulta que existen los unicornios, pegasos y alicornios, donde está el chiste de la situación, ¿Acaso es que las van a echar del lugar con cuentos chinos?

- No, no - empezó a reírse de la nada Anne entrando en shock - Esto es... - ríe - Una broma por lo del otro día... - vuelve a reír - ¿Verdad? - dice Anne teniendo un ataque nervioso, se reía incluso de las formas de las nubes que se apreciaban a través de las ventanas que se encontraban abiertas por lo cual tenían una perfecta vista del cielo que empezaba a mostrar rastros de un atardecer y el comienzo de un anochecer, no habían ido a trabajar el día de hoy, eso les causaría muchos problemas con Lord Knight.

- Anne tranquila seguro es una broma por lo de las plumas o las chinches en su silla, sabes que él prometió vengarse de ti por haberlo llamado niñito de castillo mimado - sonríe incrédulamente tratando de tranquilizar a su amiga que si seguía así lo más seguro es que terminaran en un centro psiquiátrico, lo sé exagerado, pero, me creerían si les digo que eso ya antes les había pasado y terminaron en un loquero porque Anne no dejaba de golpearse a sí misma y Taylor trataba de calmarla sin tener éxito alguno.

- No, no es una broma pequeñas - dicen dos voces masculinas al unísono, ambas eran voces profundas y cargadas de tranquilidad. De la nada sale una nube blanca y otra negra; de la extraña nube blanca sale un hombre como de unos 39 o 40 años de edad, alto como de unos 1,93 o más quizás, con unos hermosos ojos azul cielo, pero, que si los veías bien parecían blancos, y un pelo blanco, pero, no canoso ni pintado, parecía ser así naturalmente, en conjunto con una barba corta blanca y una cara perfecta sin ninguna arruga y/o imperfección, creerías que es un muñeco, todo eso en una piel blanca, mas no pálida y un cuerpo atlético donde se resaltaban sus brazos bien formados; después de la misteriosa nube negra sale otro hombre como de unos 37 o 40 años, alto aproximadamente 1.95 metros de alto, con unos ojos rojos carmesí, extraño color según ambas chicas, un pelo tan negro como la noche, casi igual al de Taylor que solo se aferraba a Anne que miraba curiosa a ambos hombres, y su piel es tan pálida que parece muerto y un cuerpo atlético, igual al otro hombre. Ambos estaban vestidos con túnicas, la del hombre que había salido de la nube blanca era de color blanca con detalles dorados, mientras que la del que había salido de la nube negra era negra con detalles en rojo.

"Se parece al hombre de mis sueños" piensan ambas chicas, a veces se escuchaban, siempre lo veían como una coincidencia.

- Señor - dice Dominik mirando al hombre albino con una mueca que era entre una sonrisa y una mirada de odio, al parecer no se llevaba muy bien con el de túnica blanca - Mi Rey - dice cuando ve al hombre pelinegro, a diferencia del otro hombre, a este le ofrece una sonrisa llena de admiración.

- Esto no es una broma - dice el hombre albino fijando su mirada en Anne que estaba entrando en shock, primero no aceptaba el hecho de que quizás si era hija de un personaje al cual acudían solamente a pedir, segundo se preguntaba cómo era que terminaron escuchando a un chico extraño que se curó milagrosamente en menos de doce horas algo que duraría mínimo 4 meses en cama y otros 2 meses sin poder moverse demasiado para evitar una apertura de lo que ahora debería ser una cicatriz, pero, extrañamente no se veía nada en el abdomen del joven, lo sabía porque llevaba rato tratando de ver una marca, ya que el chico no tenía camisa para colocarse porque la suya había sido desgarrada por el monstruo, y en tercer lugar, es imposible que dos hombres aparezcan de la nada en su habitación entre nubes, necesitan un loquero.